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Científicos buscan nuevo tratamiento para los efectos de la cirrosis hepática

Fecha: 11 marzo, 2015

Científicos buscan nuevo tratamiento para los efectos de la cirrosis hepática

Patología está asociada a la obesidad y al consumo excesivo de alcohol, y es la tercera causa de muerte en Chile, especialmente en personas de 45 a 60 años.

Tan regulares como el carillón que anuncia el mediodía desde la Cruz del Tercer Milenio en Coquimbo; así, los ritmos circadianos se suceden cada 24 horas, regulando nuestras funciones fisiológicas. Sueño y vigilia se suceden ordenadamente, siguiendo a la luz y la oscuridad, y favoreciendo procesos como la liberación de melatonina, hormona que ayuda a regular los ciclos de sueño.

En pacientes con cirrosis hepática, este delicado mecanismo se ve alterado, causando un déficit en la producción de melatonina, lo que, a su vez, podría traducirse en falta de energía, mal dormir, deterioro de capacidades intelectuales y riesgo de accidentes de tránsito.

En personas no cirróticas, esta hormona ha sido ampliamente utilizada en el tratamiento de trastornos del sueño, antecedente que está sirviendo de base para que investigadores y estudiantes de la Facultad de Medicina de nuestra Universidad desarrollen estudios científicos que intentan mejorar algunas condiciones que afectan la calidad de vida de los cirróticos, a través del uso de melatonina.

El trabajo es efectuado por un grupo multidisciplinario de docentes (médicos, doctores en Biología y en Bioquímica) liderado por el gastroenterólogo y docente de la UCN, Dr. Gustavo Bresky; que guía a alumnos de tercer año de la Carrera de Medicina de nuestra Casa de Estudios. “En modelos animales de cirrosis hepática hemos demostrado que la melatonina es capaz de mejorar algunas destrezas motoras (velocidad de nado) y cognitivas (memoria espacial). Igualmente, hemos observado que en los cerebros de las ratas tratadas con melatonina podría existir una mayor activación de una zona neuronal asociada al estado de alerta y vigilia”, explica Bresky.

Estos hallazgos, agrega, pueden ser de gran importancia, “ya que si se comprueban estos efectos en humanos con cirrosis hepática, probablemente podremos ayudar a mejorar su sensación de falta de energía, su mal dormir y, lo que es más importante, tanto sus capacidades intelectuales como el riesgo de que tengan accidentes de tránsito con la consiguiente disminución de peligro para ellos como para el resto de la población”.

“Los resultados de esta investigación serán enviados para ser publicados por la revista Annals of Hepatology y estamos planificando estudios en humanos para demostrar nuestra hipótesis”, adelanta Gustavo Bresky.

POLÍTICA PÚBLICA
Se estima que la cirrosis hepática está presente entre el 1% y 2% de la población general. En Chile, precisa el facultativo, desde el 2001 al 2010 esta enfermedad se ha mantenido como la tercera causa de muerte, especialmente en personas entre los 45 y 60 años de edad, con tasas de 25 casos por 100.000 habitantes.

Además, los índices nacionales de mortalidad por esta patología son superiores a los registrados en EE.UU. y Canadá en 3 y 4 veces, respectivamente, advierte el Dr. Bresky, lamentando que, a pesar de esta realidad, nuestro país no cuente con una adecuada política pública para enfrentar este mal. De hecho, subraya, “no está entre las patologías GES y tampoco se ha logrado mejorar las dos afecciones que más frecuentemente la provocan: el hígado graso, asociado a la obesidad, y el consumo excesivo de alcohol”.

En este contexto, un grupo de estudiantes de Medicina de la Universidad Católica del Norte, junto al citado gastroenterólogo y académico, realizaron un estudio en hospitales de la Región de Coquimbo en el que se demuestra que en esos recintos asistenciales, probablemente al igual que en otros del país, existen graves deficiencias en el manejo tanto intra como extra hospitalario de los enfermos de cirrosis. Los resultados de este trabajo ya fueron compartidos con la comunidad científica internacional a través de la revista de Revista de Gastroenterología del Perú.

Ahondando en la importancia de esta enfermedad, Bresky precisa que esta se manifiesta en edades productivas de la vida y es una de las enfermedades que más carga social genera, haciendo referencia a la disminución de productividad, la pérdida de ingresos, necesidades de atenciones en salud y mucha alteración de la calidad de la vida. El deterioro de esta última, añade el experto, tiene que ver con la aparición de complicaciones de la enfermedad: hemorragia por venas dilatadas en el esófago, acumulación de líquido en el abdomen, infecciones, alteraciones de la conciencia y de las capacidades motoras y cognitivas.

Los pacientes con cirrosis pueden ver alterada su calidad de vida aún en la etapa inicial o compensada de la enfermedad, comenta. “Muchas veces, desde esta etapa comienzan a aparecer trastornos del sueño, alteraciones cognitivas y motoras muchas veces imperceptibles por el paciente y el médico tratante”. Dichas alteraciones, si bien no son percibidas, se asocian a un mayor riesgo de accidentabilidad -en el hogar e incluso de tránsito-, sensación de fatigabilidad, falta de energía y ánimo disminuidos.

Desgraciadamente, lamenta el investigador y académico, en la actualidad no existen tratamientos adecuados y establecidos para enfrentar estas situaciones. De allí el impacto que podría tener una eventual demostración de la hipótesis planteada por el grupo de la Facultad de Medicina de la UCN, en el ya citado estudio asociado al uso de melatonina.

2 comentarios

julio cesar

martes 17 de marzo 2015 12:00 am

Hola soy de costa rica por favor me gustaría saber si existe algún fármaco que haiga salido en alguna parte del mundo contra la cirrosis, en Rusia creo q gleb ziuzkov Hiba a sacar un farmaco único en el mundo, porfavor si saben algo ayudenme, mi padre tiene 68 años y tiene esta afección del hígado, Dios los bendiga

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judson

viernes 16 de diciembre 2016 7:58 pm

Si, en Russia. DR. Gleb Ziuzkov.

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