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En busca del paraíso sumergido

Fecha: 29 septiembre, 2014

En busca del paraíso sumergido

Peces extraordinarios y de tamaños nunca antes vistos, tiburones, crustáceos por centenares y una diversidad única en el mundo existe bajo el mar en Rapa Nui e Isla Salas y Gómez. La UCN lidera un proyecto para proteger y conservar estas especies y su hábitat.

Tanto Rapa Nui como Salas y Gómez son las islas más aisladas del Océano Pacífico Sur y, a causa de su tamaño relativamente pequeño, su biodiversidad está sujeta a las condiciones climáticas marinas imperantes.

Ambas, así como los montes submarinos cercanos a ellas, revisten una importancia estratégica para el desarrollo de Chile, debido a la existencia de recursos biológicos únicos y al potencial turístico y pesquero que presentan.

En este sentido, cabe recordar la expedición científica a estas dos islas llevada a cabo en febrero y marzo de 2011 por National Geographic Society, Oceana Chile y la Armada de Chile, que concluyó que Salas y Gómez e Isla de Pascua constituyen un “hotspot” mundial de biodiversidad de peces arrecifales, con altos porcentajes de endemismo que hacen que esta fauna sea “única e irremplazable” en palabras de los expertos.

En esta travesía también colaboró nuestra Universidad, a través del Dr. Carlos F. Gaymer, quien ahora dirige el Núcleo Milenio de Ecología y Manejo Sustentable de Islas Oceánicas (EMSIO), adjudicado en el Concurso para Centros de Ciencias Naturales y Exactas.

La iniciativa busca proporcionar las bases científicas para fortalecer la estrategia de conservación de la biodiversidad que Chile desarrolla en la eco-región de Isla de Pascua, por medio de tres líneas de investigación: oceanografía y conectividad, ecología marina de islas oceánicas, y manejo y conservación marina; las que colaborarán estrechamente entre sí en todas las fases de núcleo.

Junto al Dr. Gaymer, por parte de la UCN también toman parte en el estudio los investigadores Dr. Guillermo Luna, Dr. Martín Thiel, Dr. Javier Sellanes, Mg. Enzo Acuña y Dr. Jaime Aburto. A ellos se suman la Dra. Beatriz Yanicelli y el Dr. Marcel Ramos, del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA); el Dr. David Véliz, de la Universidad de Chile; la Dra Erin Easton, de la Universidad Estatal de Florida; y el Dr. Alan Friedlander, de la Universidad de Hawaii. Y, como asesores senior del núcleo, el Dr. Alex Rogers (U. Oxford), el Dr. George W. Boehlert (Hatfield Marine Science Center) y el Dr. Wolfgang Stotz (UCN).

En estos tres primeros años de desarrollo, señala Carlos Gaymer, “esperamos sentar las bases de un programa de larga duración que incluya otras islas oceánicas chilenas que requieren conocimientos científicos para la gestión sustentable de los ecosistemas marinos”. Y adelanta que durante el último año del proyecto se organizará en la UCN un taller de una semana con los investigadores seniors para elaborar un manuscrito integrador y generar la propuesta para la segunda fase del centro.

CONFIANZAS
Fundamental para el éxito de esta iniciativa ha sido generar confianzas con los isleños, propiciando una activa colaboración de la población de Rapa Nui en el desarrollo de las acciones. Este desafío fue prioritario desde que se comenzó a trabajar el 2010, y ha continuado a partir del primer viaje de EMSIO a la isla, a inicios de 2014, que estuvo dedicado fundamentalmente a sociabilizar lo que los científicos se han propuesto en el marco de este proyecto para los próximos tres años.

Además, advierte el Dr. Gaymer, ya en 2013 se habían iniciado acciones conjuntas con autoridades isleñas y asociaciones de conservación marina, entre ellas Tapu, recientemente constituido formalmente y resultante de la generación de capacidades llevadas por la UCN en jóvenes Rapa Nui, claves en el logro de uno de los objetivos, que apunta a generar una estrategia de manejo y conservación basada en la comunidad.

“Hemos trabajado en los últimos años con distintos actores, algunos conformados como organizaciones, otros individuales, con los que hemos estado generando capacidades en la isla, pero también recogido información tradicional de los usos que ellos dan a los distintos recursos y ecosistemas”, resalta el investigador.

Este acercamiento previo sirve ahora de sustento al Núcleo Milenio de Ecología y Manejo Sustentable de Islas Oceánicas, y permite continuar ese trabajo y profundizar en algunas áreas, “con miras a proponer medidas incluso a las autoridades respecto a cómo manejar de mejor manera y reducir la dramática disminución de recursos marinos que hemos estado viendo en los últimos años en Isla de Pascua”, apunta.

CIENCIA CIUDADANA
Las actividades de divulgación, orientadas a todos los sectores de la comunidad de Isla de Pascua y también a Chile Continental, constituyen otro reto de este nuevo centro científico, que para estos fines se guiará por la experiencia del proyecto escolar “Científicos de la Basura”, liderado por el científico de la UCN Dr. Martín Thiel, investigador asociado de EMSIO.

En esta línea, el segundo viaje a Isla de Pascua, efectuado a inicios de mayo, estuvo dedicado principalmente a poner en marcha dos líneas de investigación: una de ciencia ciudadana, en alianza con los cuatro colegios del lugar; y otra orientada a desarrollar una estrategia de conservación y manejo basada en la comunidad. En este mismo contexto, además de iniciar una colaboración formal con CONAF, se realizaron entrevistas y talleres con actores clave asociados al uso ancestral de los recursos.

En el caso de los establecimientos educacionales, ya existe trabajo adelantado, gracias a la participación de dos de ellos en el programa “Científicos de la Basura”.

MONTES SUBMARINOS
Para octubre de este año, el proyecto contempla  una nueva campaña, esta vez fundamentalmente orientada a la investigación que van a llevar a cabo los oceanógrafos del Núcleo, que efectuarán mediciones de corrientes y otros procesos en terreno. Paralelamente, se realizarán las primeras filmaciones, incluyendo algunos montes submarinos, a profundidades de hasta 400 metros, usando un ROV (robot submarino) en una expedición conjunta con Oceana.

La información que se obtenga vendrá a complementar la alcanzada tras la ya citada expedición de NatGeographic, Oceana y la Armada de Chile (2011), que permitió  documentar la biodiversidad del mundo submarino alrededor de Rapa Nui e Isla Salas y Gómez, que sentó las bases del Parque Marino Motu Motiro Hiva, uno de los últimos ecosistemas prístinos del Océano Pacífico.

CONSERVACIÓN
Con la creación de este parque, hoy se encuentran protegidos 150 mil kilómetros, lo que la posiciona como la primera área marina protegida de Latinoamérica y sexta del mundo.

Precisamente, en búsqueda de realizar una conservación marina en Chile,  nuestra Universidad ha sido un actor fundamental.  No solo ha liderado la creación y administración de la Aréas Marinas Protegidas (AMPs) en el centro norte de Chile con las reservas marinas de las Islas Chañaral,  Los Choros, Damas e Isla Grande de Atacama, sino también ha actuado con asesorías permanentes al Ministerio del Medio Ambiente y de la Subsecretaría de Pesca en temas de conservación marina.

Por ello, bajo la guía de científicos e investigadores de la Facultad de Ciencias del Mar, la Universidad ha integrado las mesas para el desarrollo de una política de conservación nacional, se ha encargado de la coordinación de la Comisión Mundial de Áreas Protegidas para la región del Pacífico Sudeste y ha sido la única institución nacional generadora de las bases científicas para la conservación de Islas Desventuradas, ubicadas  a 850 km. de la costa continental chilena, frente a la Región de Atacama.

Además, por su preocupación por el medio ambiente la Universidad Católica del Norte ha generado la primera propuesta de sitios prioritarios para la conservación de Chile terrestre, marino y de la Península Antártica.  Todos, pequeños paraísos que necesitan ser protegidos.

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