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Estudiantes demuestran su vocación en prácticas sociales

Fecha: 7 abril, 2017

Estudiantes demuestran su vocación en prácticas sociales

22 niños del campamento “Los Chilenos de Villa el Sol” serán beneficiados con acompañamiento pedagógico.

Con el ánimo de aportar en la formación de niños de primero a sexto año básico de sectores vulnerables, a través de un acompañamiento pedagógico sistemático, seis estudiantes de tercer año de la Carrera de Pedagogía Básica con Especialización de nuestra Universidad iniciaron sus “Prácticas Sociales” en el Campamento “Los Chilenos de Villa el Sol” de Antofagasta.

El lanzamiento de esta iniciativa pionera, que es fruto de la alianza entre la Dirección General de Pastoral y Cultura Cristiana y la Escuela de Educación, se realizó en una sencilla ceremonia donde los padres de los pequeños firmaron un compromiso con esta iniciativa en beneficio de sus hijos.

Patricia Castillo, Directora de la Escuela de Educación de la UCN, señala que es muy relevante para los profesionales del sector estar vinculados con el contexto real al que serán enfrentados día a día, y destaca que “la idea es poder aportar a los niños las herramientas mínimas para que puedan tener éxito en el mundo escolar”.

Explica que esta actividad se integra al curriculum de los estudiantes en lo que denominan Práctica Progresiva 2. Para convocarlos se realizó un concurso, donde los jóvenes debían postular y a través de una carta dar a conocer las razones que motivaban su interés. De los postulantes 6 fueron los seleccionados.

Con mucho entusiasmo, Ivania Masrid, una de las seleccionadas para realizar su práctica, destaca que “siento que es una responsabilidad con lo que yo estoy estudiando el poder ayudar a los niños. Como estudiantes queremos posicionarnos en nuestro rol como futuros docentes y ayudar dentro de lo que podemos”.

En este mismo espíritu, la Coordinadora de Prácticas de la Escuela de Educación, Viviana Pérez, enfatizó que “el profesor tiene un rol social fuerte que no solo se debe visualizar en el aula común, sino también en contextos diversos como este o en comunidades rurales, que también constituyen para nosotros espacios educativos, y que son un desafío y un aprendizaje”.

INICIATIVA
“Esta iniciativa surge del voluntariado de Pastoral que trabaja desde hace varios años realizando reforzamiento a escolares del sector”, explica Paulina González, Coordinadora del Área Social de la Dirección General de Pastoral y Cultura Cristiana. Añade que “nos pareció importante tener un apresto mucho más metodológico y técnico, y Claudia Araneda, voluntaria y alumna de la Escuela de Educación, propuso la idea de esta alianza. Tuvimos una buena respuesta y comenzamos a trabajar en el enfoque que le íbamos a dar para validarlo como práctica, entendiendo que no es el espacio habitual en que se desarrollan las prácticas de los alumnos, lo cual fue un tremendo desafío”.

Destaca además que a partir de este proyecto “se releva el rol fundamental que tienen los pedagogos en el proceso educativo, y también se invita a que se entiendan los contextos desde donde a veces vienen los alumnos y reforzamos la profesionalización de la labor que realiza el voluntariado, ya que se conjuga lo profesional con el amor por el quehacer hacia otros”.

BENEFICIADOS

Aleida Gómez, llegó hace 7 años de Colombia y desde el año pasado su hijo de 12 años participa en las actividades del voluntariado, y ahora será parte de las “Prácticas Sociales”. Para ella esta instancia “es excelente, ya que uno no estudió mucho y ya la educación no es como antes. A veces los niños no entienden algo y necesitan que alguien los apoye. Es una muy bonita labor la que hacen, doy las gracias a los niños porque yo vi que mi hijo tuvo buenos resultados y le gusta venir”.

Los hermanos Deninson y Tony Rodríguez, alumnos de quinto y cuarto año básico de la Escuela José Papic, participan desde el año pasado en el reforzamiento del voluntariado de Pastoral y continuarán en este proyecto, porque “nos ha ayudado a aprender más”.

Nicole Rodríguez, quien llegó desde Colombia el año pasado y cursa el sexto año básico de la Escuela Elmo Funes, dice que le gusta mucho vivir en Chile. “No es igual que Colombia, pero estamos apañándonos, como dicen acá”. Agrega que le gusta aprender. “La maestra que estaba acá me enseñó mucha matemática, por eso yo quiero alcanzar la meta de ser la mejor en matemática, si Dios quiere”.

Son 22 los niños de primero a sexto básico que participarán todos los viernes de este acompañamiento pedagógico en las áreas de Lenguaje y Matemática, a través de un sistema planificado y sistemático, que medirá el progreso académico de cada uno.

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