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Ecología social y las oportunidades que genera la crisis ambiental

Fecha: 4 noviembre, 2020

Ecología social y las oportunidades que genera la crisis ambiental

Dos perspectivas muy distintas, fe y ciencia, pero con un tema en común y conclusiones bastante similares: la urgente necesidad de cuidar el medio ambiente. Así se puede resumir el reciente Primer Seminario sobre Ecología Social, organizado por el Consejo ICALA Coquimbo, que funciona al alero del Departamento de Teología de la Universidad Católica del Norte.

¿Por qué ecología social? Rodrigo Castillo, presidente de ICALA Coquimbo, explica que la actividad fue la antesala y respondió a la misma inspiración que el congreso internacional sobre ecología integral convocado por el Intercambio Cultural Alemán Latinoamericano (ICALA) Alemania.

En ambos casos, agrega el académico de la UCN, existe “la necesidad de generar una reflexión que nos pueda unir desde el ámbito de las ciencias y de las humanidades, que nos ayude a repensar el rol de cómo nosotros, como seres humanos, estamos habitando este planeta, entendiendo que el mundo es un organismo vivo, que reclama una relación con respecto a nosotros, los seres humanos”.

Diálogo fe y ciencia
Al Primer Seminario sobre Ecología Social fueron invitados como expositores el sacerdote jesuita Tony Mifsud y el científico Martin Thiel.

Mifsud, Director de la revista Mensaje e investigador del Centro de Ética y Reflexión Social de la Universidad Alberto Hurtado, es autor de varios libros y artículos sobre ética cristiana, entre los que destaca su obra Moral de discernimiento.

Thiel, académico del Departamento de Biología Marina, Facultad de Ciencias del Mar UCN, investigador del Núcleo ESMOI y del CEAZA, es fundador y director del programa de ciencia ciudadana Científicos de la Basura y de la Red de Científicos de la Basura del Pacífico, ReCiBa Pacífico.

Tony Mifsud centró su reflexión en la Encíclica Laudato si, del Papa Francisco, cuyo mensaje, dijo, se centra en “el desafío urgente de proteger nuestra casa común”, un mensaje que marcó un hito a nivel mundial, más allá de las iglesias, y que “llegó a ser un tema en la palestra de la vida cotidiana”.

El sacerdote recordó que la carta del pontífice fue publicada en mayo de 2015, ya que una de sus finalidades era influir en la famosa reunión de París, “porque ya no había mucha confianza en esas cumbres”.

Este Papa, continuó, “se llama Francisco por su gran devoción a Francisco de Asís, conocido por su relación dialogal con la creación y su amor hacia los pobres, dos temas que están muy presentes en el pensamiento de Francisco”.

Degradación humana y degradación ambiental
Ante las diversas señales de crisis ambiental, Tony Mifsud afirmó que “la tesis es muy simple, y se repite: hay una degradación ambiental indiscutible, causada por una degradación humana. Y las primeras víctimas son los pobres”, señalando que un ejemplo de lo anterior es la falta de acceso al agua.

Entre las causas de esta situación, prosiguió, se cuenta el antropocentrismo moderno, que “no valora la naturaleza en sí misma, sino cómo utilizarla. Prima la lógica del “usa y tira”, que genera tantos residuos por el solo deseo desordenado de consumir más de lo que realmente se necesita”.

Se suma a lo anterior el paradigma tecnocrático, “que pregunta solo si se puede, no si se debe. Entonces el problema no está en la técnica misma, sino en su aplicación inadecuada y excesiva. La ciencia sin la conciencia tiende a destruir la humanidad”, subrayó.

El aporte del cristianismo
Y, además, continuó Mifsud, debemos considerar el lugar en el mundo. “Tengo la teoría que estamos viviendo la orfandad existencial, es un mundo en el que no queremos vivir. El ser humano ha perdido algo de su lugar en el mundo, porque la tecnocracia ha echado fuera la ética”, lamentó.

Sin embargo, resaltó, “toda crisis es también una oportunidad”, y que, siendo el problema del medio ambiente un problema universal, la solución también es universal y pasa por cambiar de estilo de vida.

Asimismo, recordó que el cristianismo “contribuye con una espiritualidad ecológica que promueve una conversión personal y comunitaria, actitudes de gratuidad y gratitud frente a lo creado, y un nuevo estilo de vida marcado por la sobriedad”.

La gran pregunta, afirmó Tony Mifsud, es “qué mundo queremos dejar a quienes nos sucedan. Aquí debemos tener una generosidad generacional”.

No basta protesta, concluyó, “hace falta propuesta. Es la hora de la creatividad”.

Ciencia ciudadana
Desde la vereda de la ciencia y con una vasta trayectoria como investigador e impulsor del cuidado ambiental, el Dr. Martin Thiel inició su presentación dando a conocer los principales hitos que han marcado la trayectoria de los Científicos de la Basura, una iniciativa de ciencia ciudadana que ha liderado desde su surgimiento en 2007.

Aludiendo a su antecesor como expositor, el investigador reconoció que “vengo de un lado muy diferente, pero llego más o menos a la misma conclusión”.

En su intervención, Thiel narró los inicios y evolución de los Científicos de la Basura, su crecimiento tanto dentro del país, abarcando hoy todo el territorio nacional, como más allá de las fronteras, a través de la “Red de Científicos de la Basura del Pacífico” (ReCiBa Pacífico), que reúne a escolares y profesores de 11 países.

Ambas iniciativas se sustentan en la aplicación del método científico para estudiar el problema de la basura en el medioambiente, y en la generación de propuestas de acción para enfrentar esta importante problemática socioambiental.

Fuentes locales
Para el logro de resultados en estos años, destacó Martin Thiel, ha sido fundamental contar con la colaboración de escolares, profesores y amigos “de Chile y otros países. Lo que hemos aprendido es mérito de todos ellos”, aseguró.

Y lo que han aprendido y sobre lo que tratan de llamar la atención de la comunidad, es que los estudios científicos muestran que la basura presente en playas y sitios naturales proviene principalmente de fuentes locales, es decir, de personas que viven cerca o las visitan.

Esta constatación, advirtió el científico, nos hace a todos responsables de contribuir a mejorar la limpieza de estas zonas, sin por ello obviar la responsabilidad de las instituciones públicas y privadas, a través de campañas y actividades de limpieza y concientización.

Con más de 14 años impulsando primero en Chile y luego en Latinoamérica el programa de los Científicos de la Basura, Martin Thiel reconoció que, “a pesar de que el conocimiento científico ha avanzado, el problema de la basura sigue igual. ¿Por qué no cambia nada?”

Cambios necesarios
Una de sus conclusiones tiene que ver con nuestra legislación sobre el manejo de la basura. “En el papel, es una de las leyes más progresivas del mundo, más avanzada que en Alemania, pero está en el papel”, señaló, aludiendo a que “el proyecto inicial fue sometido a consulta pública entre junio y agosto de 2019 y recibió más de 1500 observaciones, incluyendo objeciones extensas de la industria del plástico”.

Tomando en cuenta estas observaciones, fue aprobado un decreto actualizado en mayo 2020, según el cual, ahora las metas de recuperación de 50% de empaquetamiento de plásticos será retrasado hasta el 2032.

Respecto de los envases desechables, recordó que “el reciclaje del plástico no es una buena salida, tiene problemas muy serios”, aludiendo a que, debido al roce con el agua de mar y la arena, y también a la incidencia de los rayos UV, la basura plástica se fragmenta y genera una enorme cantidad de microplásticos.

“Esta pandemia ha generado mucho sufrimiento, especialmente entre los más pobres, pero también tenemos que ver una oportunidad”, aseveró, llamando a que cada uno aporte al cuidado del entorno, mirando a nuestro alrededor, evitando la fiebre consumista, optando por la bicicleta en vez del auto, prefiriendo envases no desechables.

Haciéndose eco de la Encíclica Fratelli tutti, publicada en octubre recién pasado, concluyó “Cuidar el mundo que nos rodea y contiene es cuidarnos a nosotros mismos. Pero necesitamos constituirnos en un “nosotros” que habita la casa común”.

Texto: Cecilia Becker

Imagen: Unsplash

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