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Círculo de Filosofía organiza actividades de extensión

Fecha: 5 septiembre, 2014

Círculo de Filosofía organiza actividades de extensión

Director se refiere al quehacer universitario en Chile y a los filósofos nacionales.

Con nuevos proyectos y con el objetivo de posicionar en el espacio ciudadano las actividades del Círculo de Filosofía Jurídica y Humanidades de la Facultad de Ciencias Jurídicas de nuestra Universidad, dicha Unidad proyecta realizar nuevas actividades a partir de octubre próximo.

En carpeta se encuentran los cursos de extensión que organizarán en la UCN, abiertos a toda la comunidad, y con temas como filosofía del derecho, filosofía y constitución, entre otros.

Los espacios Cátedra Abierta y el Café de Humanidades, programarán ciclos de charlas, conferencias, análisis de temas y autores relacionados con la literatura.

También se contará con el Coloquio Nómade, el que se realizará en conjunto con la Fundación Millas, y la participación de varias universidades chilenas. Otra de las agrupaciones es Ágora, que selecciona autores y temas de conversación.

El Círculo tiene entre sus colaboradores a alumnos de Licenciatura de Filosofía de la U. de Chile; y en la UCN a estudiantes de la Escuela de Derecho; y se encuentra abierto a todos los jóvenes de distintas carreras, quienes pueden integrarse a las actividades.

DIRECTOR
El Círculo de Filosofía Jurídica y Humanidades es dirigido por Patricio Peñailillo Tapia, profesor de Filosofía de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la UCN, miembro de la Sociedad Chilena de Filosofía Jurídica y Social, Director de la Sociedad Chilena de Retórica y Socio Fundador de la Asociación de Retórica de Iberoamérica.

Entre otras actividades, es columnista de la Revista Perspectiva del Programa de Educación Continua (PEC) de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile. En la edición de septiembre aparece una publicación de su autoría titulada “Pensamiento latinoamericano: José Martí y la modernidad”.

ESTUDIOS
El docente destaca la misión y los objetivos de esa sección académica, señalando que se centra en investigar y promover mediante la extensión, los estudios filosófico-jurídicos y humanísticos en general. Además, se propone contribuir al desarrollo y fortalecimiento de instrumentos de análisis crítico y debate teórico contextualizado en el mundo contemporáneo.

Un componente esencial de su misión lo constituye la incorporación de profesores y estudiantes de la Facultad. Asimismo, el Círculo tiene como objetivos contribuir a la reflexión e investigación teórica de nivel superior en Filosofía Jurídica y Humanidades, mediante la gestión de coloquios, seminarios y conferencias; y al registro escrito de dicha reflexión e investigación en documentos de trabajo. Aportar a la promoción de valores, actitudes, procedimientos y conceptualizaciones que, desde una perspectiva filosófico-humanística, combinen las dimensiones individual y colectiva.

Asimismo, busca proponer, mediante instrumentos apropiados y acciones específicas, un diálogo amplio y un debate regulado acerca del conjunto de particularidades y situaciones conflictivas de diverso sello que conforman el sistema de valoraciones que definen al entorno social actual.

En su labor planifica y da cumplimiento a actividades de intercambio académico nacional, mediante la organización periódica de eventos transdisciplinarios en que se dé cuenta del estado actual del debate contemporáneo y la investigación respectiva en los diversos campos de la filosofía jurídica y las humanidades, entre otros desafíos.

UNIVERSIDADES
Respecto a las humanidades y la filosofía en las universidades chilenas, el profesor Peñailillo se refiere a una novela de Julio Verne: “París del Siglo XX” -obra publicada post morten-. En esa pieza literaria ocurre un diálogo asociado a la devaluación de la literatura y el pensamiento reflexivo. El diálogo es el siguiente: “¿Qué quiere, señor?” -“Necesito las obras completas de Víctor Hugo”. El empleado abrió los ojos: “¿Qué ha escrito?” -“¿Lo conoces?”, preguntó el empleado a otro empleado. -“Nunca lo oí nombrar”, contestó este último.

Quizás  esta escena, que fue imaginada por Verne en el Siglo XIX señala el académico, pudiera darse en el corto plazo en algunas instituciones de Educación Superior de nuestro país, las que están “secuestradas” por una racionalidad instrumental y han exiliado las artes, las humanidades, y la filosofía de sus territorios.

“Tómese en cuenta que hoy en día un número notable de universidades del mundo operan bajo la racionalidad de las competencias, el desafío de la eficiencia y la calidad; ideales que logran configurar un estado de cosas universitario de un modo heterogéneo, porque no es lo mismo incorporar dicho tipo de racionalidad en una Universidad con tradición que valora la Filosofía, las Humanidades y las Artes, y aquellas que institucionalmente no poseen dichos espacios”, indica.

En el segundo caso, agrega que asumir la lógica de las competencias le da “la idea de un hámster que se hace experto en desplazarse en una rueda en el interior de una jaula, sin tener la posibilidad de operar en un espacio distinto. La Filosofía, las Humanidades y las Artes son los espacios para saber que el laberinto es un laberinto”.

En el ámbito de los filósofos chilenos en la actualidad, menciona que  siguen operando -“casi como siempre”- de acuerdo con dos caminos irreductibles: uno de ellos es el de los profesionalistas, -siguiendo la distinción que hace el historiador Iván Jaksic- ruta que transitan aquellos filósofos cuyo campo de acciones intelectuales se sitúa a distancia del barro de la historia.

El otro camino es el sendero crítico de los filósofos que huyen de una concepción esterilizada de la filosofía para involucrarse con el ocurrir del mundo y se hacen escuchar con todos los riesgos que implica meter los pies en el barro.

EJEMPLOS
“Hay unos ejemplos notables en la historia reciente de nuestro país que hacen visible estos dos caminos, por ejemplo, Juan de Dios Vial, Joaquín Barceló, Jorge Millas y Humberto Giannini, representaron el ejercicio de la filosofía en la línea de los profesionalistas, y Rivano, filósofo de la Universidad de Chile, siguió la ruta más difícil, la crítica que le costó el exilio. Hoy vive en Suecia y en nuestro país, salvo el restringido foro de filósofos, Rivano es un desconocido”, señala.

El académico asegura que los filósofos nunca han estado distantes de los avatares políticos, ya sea por omisión o por un abierto compromiso con el mundo de la “polis”. Sócrates, quien murió por una sentencia de muerte, acusado por el poder político, es un ejemplo del filósofo comprometido con los asuntos de la ciudad.

Puntualiza Peñailillo: Si alguien me preguntase qué estaría pensando Sócrates del Chile actual, con toda seguridad no estaría hilvanando conceptos en una burbuja, desconectado del mundo en una Universidad, haciéndole el quite a circunstancias ético-políticas y cuidando el espacio de seguridad social que le permite un trabajo remunerado. Creo que Sócrates tendría opinión respecto del acontecer nacional, no me cabe duda que estaría comprometido con los asuntos de la polis y muy lejos de una actitud de un autismo intelectual.

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