19 alumnos del programa recibieron sus certificados.
19 alumnos del Diplomado en Salud Familiar finalizaron exitosamente y recibieron sus certificados, de este programa académico que busca responder a las demandas del sistema de salud y a la necesidad de contar con profesionales competentes en la atención de salud integral de la población.
El Diploamdo, organizado por el Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de nuestra Universidad, inició en julio la segunda versión, la que contó con la participación de 21 alumnos provenientes de la región de Coquimbo, 15 de ellos de la Atención Primaria Municipalizada, 5 del Servicio de Salud y un profesional becado por el Departamento de Salud Pública, como parte del convenio docente asistencial entre la UCN y la comuna de Monte Patria. De ellos, 19 completaron exitosamente todos los requisitos académicos, recibiendo los certificados correspondientes.
Además, se otorgó un premio por mejor rendimiento y como mejor compañero a Ximena Rodríguez Salinas y Angélica Román Navarrete, respectivamente.
Impresiones
Para Angélica Román, psicóloga del Centro de Salud Familiar, CESFAM, de Paihuano, la participación en el diplomado le permitió incorporar nuevos aprendizajes que le serán de utilidad para ayudar a impulsar la transición entre un modelo de salud asistencial, centrado en la enfermedad, a uno enfocado en la prevención y promoción de la salud. “La comunidad es parte nuestra y no nosotros los directores de la salud de las personas”, señala, valorando que, en el nuevo esquema, “las personas se hacen participes de su estado de salud”.
Y este cambio atañe tanto a los usuarios como a los propios encargados del sistema de salud, aclara Angélica, y por ello “el primer paso va a ser trabajar con nuestros compañeros, pares, y unificar conocimientos, información”. Luego vendrá la aplicación hacia la comunidad, donde, indica, los problemas de salud más frecuentes están relacionados con enfermedades crónicas como hipertensión y diabetes, junto a situaciones como violencia intrafamiliar y un importante consumo de alcohol que abarca desde adolescentes hasta adultos mayores.
Integrante de la primera promoción de médicos formados en la UCN, Miguel Angel Bravo Canales hizo su internado rural en Monte Patria y luego le ofrecieron hacerse cargo de las postas de la comuna, donde atiende a una población adulta, muy dispersa (a causa de la ruralidad), pobre, y cuyos principales problemas de salud están asociados a la enfermedad de Chagas. “Se trabaja con recursos mínimos, se hace una medicina también muy básica”, relata, agregando que las interconsultas a hospitales no siempre funcionan, por la falta de locomoción de los usuarios hacia esos centros.
Por ello, le interesó el énfasis en el autocuidado y la prevención del Diplomado en Salud Familiar, formación que, espera, le ayude a reactivar la implementación del modelo de salud familiar en Monte Patria, por medio de su equipo de atención rural, que también integran una enfermera y una nutricionista.
Potenciando la atención primaria
Para Muriel Ramírez, Directora del Departamento de Salud Pública de la UCN, el personal de atención primaria juega un rol clave, ya que atiende en primera instancia las necesidades de salud y está en contacto directo con la comunidad. Estas características también hacen que sea esperable que realicen trabajo de prevención y promoción, tarea que a su vez requiere de una formación que aporte una visión integral y centrada en el modelo de salud familiar, “porque las personas somos seres sociales, estamos insertos en una familia”, apunta la académica. Y reconoce que no es sencillo pasar a este nuevo modelo, en parte por una formación profesional generalmente muy enfocada hacia el paciente y el síntoma; y, asociado a lo anterior, “un tema de idiosincrasia de las personas, que entienden el tema de salud como que te mejoren de una enfermedad y te den una píldora, una inyección, siendo que muchas veces la enfermedad tiene una causa que va más allá, están los determinantes sociales, ambientales”, señala.
Al igual que en su primera versión, este diplomado tuvo como principal objetivo ayudar a transformar los establecimientos de atención primaria (consultorios, centros de salud, hospitales de menor complejidad), en centros de salud familiar, de acuerdo a los lineamientos del Ministerio de Salud. La razón de esta transición, explica Alejandra Lagos, coordinadora del diplomado, radica “en el perfil de enfermar y morir de nuestra población actual: muchos problemas de salud mental, cardiovascular, relacionados con los hábitos de vida, y eso tiene que ver con cómo nos formamos en familia. Entonces hay que trabajar mucho en la promoción y prevención, que las familias se hagan cargo del cuidado de su salud”.
Lagos hace hincapié en el tema de salud mental, de creciente relevancia en la región y el país, porque “las personas pueden consultar por una dolencia del cuerpo, pero lo que hay detrás puede ser un problema de violencia intrafamiliar o de depresión”. De allí la importancia de contar con equipos preparados en este nuevo modelo nuevo modelo de atención, porque “la idea es mejorar finalmente la salud y la calidad de vida de la población”, subraya la docente.
No hay comentarios