Encuentro incluyó trabajo en terreno en Punta Choros.
Representantes del sector público y privado, y del ámbito académico participaron en el Taller Valoración Económica de Ecosistemas Costeros Marinos, realizado en La Serena en junio recién pasado y cuyas conclusiones fueron entregadas hace pocos días.
La actividad se prolongó por tres días, que incluyeron jornadas de análisis y trabajo en terreno, todo ello como parte del Convenio de Cooperación entre la Comisión Permanente del Pacífico SUR (CPPS) y la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante (DIRECTEMAR), para la ejecución del proyecto Valoración Económica de los Ecosistemas Marino-Costeros. Este convenio se sustenta a su vez en el Acuerdo de Cooperación firmado en febrero del 2011, entre la Comisión Permanente del Pacífico SUR (CPPS) y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) para desarrollar un proyecto que permita lograr una mejor comprensión del valor sicioeconómico de los ecosistemas marinos costeros como la base para la gestión y la toma de decisiones.
Para la ejecución del taller la DIRECTEMAR estableció una alianza estratégica con la Universidad Católica del Norte (UCN), para que esta institución actuase como asesor técnico, contribuyendo al diseño del programa y convocando a los diferentes especialistas que actuaron como instructores.
La UCN, bajo la coordinación del Dr. Rodrigo Sfeir, Secretario de Investigación de la Sede Coquimbo, logró conformar un grupo multidisciplinario de seis especialistas, dos de ellos pertenecientes al Centro de Estudios Avanzados en Zonas Aridas (CEAZA): la Dra. Alexandra Stoll (servicios ecosistémicos), y el Dr. Marcelo Rivadeneira (análisis de valoración económica del Área Marina Protegida Chipana); y cuatro pertenecientes a UCN: el Dr. Rodrigo Sfeir (métodos de valoración económica de ecosistemas), el Mg. Andrés Vallone (métodos de valoración), el Dr. Carlos Gaymer (relevancia ecológica y pesquera del sector costero de la comuna de La Higuera), y el Dr. (c) Francisco Cárcamo (identificación y valoración de componentes ambientales en una potencial área marina protegida).
El taller contó con la participación de 40 personas, entre las que se encontraban actores del sector público con competencia ambiental: DIRECTEMAR, Gobernación Marítima, Servicio Nacional de Pesca, Instituto de Fomento Pesquero, Ministerio del Medio Ambiente, Superintendencia de Servicios Sanitarios y del sector privado con intereses ambiental y competencia académica: UCN, CEAZA y Centro de Estudios de Sistemas Sociales.
Los participantes del taller coincidieron en que es de vital importancia incorporar el concepto de Valor Económico Total (VET) en la evaluación ambiental de proyectos. Sin embargo, reconocen también que esta tarea requiere primero definir adecuadamente el horizonte de evaluación y la tasa de descuento. Además, se debe tener un conocimiento acabado de los activos ambientales presente en los ecosistemas, para no incurrir en una subvaloración del ecosistema.
Otro factor a considerar, agregan, es la necesidad de delimitar apropiadamente los activos ambientales, tarea fundamental para evitar una doble consideración y, por ende, una sobrevaloración del ecosistema.
Según concluyeron los expertos participantes en el taller, resulta evidente que si se quiere mejorar la evaluación ambiental de proyectos, es necesario que los actores involucrados tengan una visión sistémica sobre los servicios ecosistémicos y las diferentes metodologías de valoración que se pueden utilizar según las características y naturaleza de estos.
Estas conclusiones fueron presentadas por el Dr. Sfeir en Guayaquil, Perú, a fines de junio, como invitado a formar parte de la comisión chilena en representación del Punto Focal del Plan de Acción del Pacífico Sudeste, en el Taller de Consulta Regional sobre los resultados del desarrollo de escenarios y análisis de política para valoración económica de los Servicios Ambientales de Ecosistemas Marinos, evento organizado por la Comisión Permanente del Pacifico Sur (CPPS).
Ecosistemas marinos
Los ecosistemas costeros marinos, comprendidos entre la orilla y el borde de la plataforma o talud continental, hasta los 200 m. de profundidad, proporcionan una amplia gama de servicios a la sociedad, incluyendo servicios de apoyo, de regulación, culturales, y de abastecimiento. Estos servicios influyen en el bienestar de las personas de manera directa (a través del uso humano) e indirectamente, vía impactos en una diversidad de servicios de apoyo.
De acuerdo al informe elaborado tras el taller efectuado en La Serena, el principal medio para comunicar las consecuencias del cambio ecológico para el bienestar humano es documentar los impactos sobre los servicios del ecosistema, en términos cualitativos, a través de medidas cuantitativas, o a través de una valoración económica. Esta última busca cuantificar los modos en los cuales los sistemas del ecosistema entregan beneficios a las poblaciones humanas, y expresa estos valores en unidades monetarias que pueden ser comparadas con otros recursos de valor para la sociedad.
Actividad en terreno
Para mejorar el proceso de comprensión sobre estos temas, el taller incluyó un ejercicio práctico en la localidad de Punta Choros, en la comuna de la Higuera, Región de Coquimbo, por la importancia ecológica que la zona representa. En ella existe la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt, que protege la sección terrestre de las islas Choros, Damas y Chañaral y la Reserva Marina Islas Choros – Damas, que protege la columna de agua, fondo de mar y rocas de la sección marina en un radio de 1 milla náutica alrededor de las islas Choros y Damas. Además, la zona es considerada un Sitio Prioritario de Conservación de la Biodiversidad a nivel nacional.
Esta actividad práctica fue complementada con la exhibición del documental The Lost Sharks of Easter Island (Los Tiburones Perdidos de Isla de Pascua), registro inédito de la expedición que Oceana y National Geographic realizaron a Isla de Pascua e Isla Salas y Gómez en febrero de 2011, con la colaboración de la Armada de Chile y de la Universidad Católica del Norte.
Desafíos ambientales
En su informe, los participantes en el taller efectuado en La Serena en junio de 2012 sostienen que “garantizar la sostenibilidad ambiental requiere conseguir patrones de desarrollo sostenible y conservar la capacidad de producción de los ecosistemas naturales para las generaciones futuras. A su vez, ambos esfuerzos deben ir acompañados de una serie de políticas encaminadas a paliar los daños al medio ambiente y mejorar la gestión de los ecosistemas”.
La crítica fundamental de los diseños de políticas ambientales en los países de Latinoamérica, prosiguen, “radica en la dificultad de congeniar el diseño de políticas económicas congruentes con el cuidado del medio ambiente”.
Si bien Chile cuenta con una política ambiental clara, con notables avances posteriores a la promulgación de la Ley de Bases del Medio Ambiente en 1994, el cumplimiento de la normativa ambiental presenta problemas de recursos, gestión y coordinación institucional.
El problema se centraría en que, a pesar de ser el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), uno de los instrumentos de gestión ambiental propiamente, requiere ser fortalecido en términos de fiscalización y entrega de información para la toma de decisiones. Así, el SEIA termina siendo un remedio imperfecto de un problema más profundo: la débil inserción y, comprensiblemente, bajo nivel de compromiso, de las comunidades regionales, y particularmente rurales, con el proceso de desarrollo.
El desafío para la mejora esta asociada a la forma de valoración, utilizando modelos de que permitan involucrar de manera efectiva a todos los participantes de los proyectos, como el Manejo Basado en Ecosistemas (MBE) que es un enfoque integrado que considera, estudia y maneja los recursos de un ecosistema completo, incluyendo el componente humano.
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