Estudiantes de la Casa Central de Antofagasta desarrollaron iniciativas destinadas a ayudar a personas con capacidades distintas y otras que brindan seguridad a las personas.
Desplegando ingenio y creatividad, los estudiantes de las carreras de Ingeniería de nuestra Universidad presentaron en Antofagasta más de 100 proyectos que apuntan a mejorar la calidad de vida de las personas.
Los trabajos de los jóvenes no solo desplegaron conocimientos en tecnología, energía, robótica y otras áreas, sino que también tienen un sentido social, buscando convertirse en ayuda a quienes tienen capacidades distintas, disminuir costos y lograr mayor seguridad para la familia y la sociedad en general.
Recorriendo la “Feria Emprende en mi Invento”, los visitantes se encontraron con novedades como la Sensitive Window, que es una ventana inteligente que monitorea las fluctuaciones de la temperatura a través de un sensor. A mayor calor ésta se abrirá y al disminuir la temperatura se cerrará en forma automática. Una alternativa para el hogar y lugares de trabajo que presentaron Felipe Muñoz y Carlos Yera.
Llamó la atención el proyecto “Llave de vida” que remplaza la alarma del auto por un alcotest, sin duda un aporte a la seguridad en las calles y carreteras. Si el conductor no está en condiciones adecuadas para guiar su vehículo, las puertas no se abrirán, aseguraron los futuros ingenieros Werhner Müller y César Leiva.
MALETÍN CON ENERGÍA
A simple vista un maletín con ruedas es un objeto de uso común, pero el “Light Box” de Alexandros Karapas, Carlina Cruces y Francisco Campos, está diseñado para abastecer de energía a aparatos electrónicos y entregar iluminación a distintos espacios y lugares que carecen de ella. Para cumplir con su objetivo, tiene un generador con entrada USB y lleva integrada una linterna LED. De esta manera, el proyecto es un buen kit de emergencia, maletín de viaje y caja de herramientas.
Si una mamá tiene problemas auditivos y no puede escuchar el llanto de su recién nacido, los estudiantes buscaron una solución con el llamado Baby Talkie, el que entrega señales de vibración. La idea fue de Francisca Lam, Jorge Horta y Víctor Tobar.
Además, para dar seguridad a quienes prefieren usar la bicicleta, que cada vez alcanza mayor aceptación, los estudiantes José Cortés, Pabla Hidalgo y Andrea Irribarren, inventaron el Keepy Ride, el que consiste en un sistema remoto de alerta que envía un sms al celular del usuario para advertir que este medio de transporte fue movido de su lugar.
El “Multi-Hand” entrega beneficios y mejora la calidad de vida de quienes están imposibilitados de recoger objetos que están fuera de su alcance. Es una mano robot diseñada por Claudio Quiroz, Juan Quispe y Nataly Villalobos.
CHOCLOS
El reciclaje también fue uno de los favoritos de los jóvenes. Es así como Valeria Naranjo, Katherine Morales y Macarena Carvajal, fabricaron zapatos y plantillas a partir de la “chala” del choclo y de corcho, respectivamente.
Macarena Bastías y María Francisca Cornejo confeccionaron un detector de gas que da la alerta mediante mensajes de texto ante posibles fugas. Otra iniciativa es el “Gasfus: Mirando hacia el futuro”, trabajo de Stefanía Amengual, David Castillo y Nathalie para generar gas metano a través de la basura orgánica, permitiendo un ahorro económico y cuidado del medio ambiente.
En la muestra participaron los estudiantes del Plan Común, correspondiente a la asignatura “Problemas de Ingeniería”, quienes realizaron productos o servicios que aportan a mejorar la calidad de vida.
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