La actividad se realizó en la Casa Central en el marco de un proyecto Fondecyt.
El divorcio y la separación es la temática que dos académicas de la Escuela de Psicología de nuestra Universidad están estudiando a través de un proyecto Fondecyt, a fin de evaluar el rol que tienen las personas, junto a una serie de factores y variables relacionadas a la adaptación que existe en este proceso.
En el marco de esta investigación, se invitó a la Dra. Sagrario Yarnoz, académica de la Facultad de Psicología de la Universidad del País Vasco en San Sebastián, España, quien dictó una conferencia sobre los procesos de divorcio y separación, a través de la teoría del apego.
La experta española trabaja el área de las relaciones interpersonales y hace unos años se dedica al tema del divorcio y la separación. “En la conferencia expuse sobre cuáles son las circunstancias o el proceso normativo del divorcio y la separación y cuáles son desde el punto de vista psicológico, las variables que se pueden tomar en consideración para evaluar esa adaptación”, indicó Yarnoz.
El objetivo del trabajo de investigación realizado por la psicóloga es trabajar en la adaptación del divorcio de todo el grupo familiar, “porque habitualmente se suele utilizar las expresión ‘se rompe la familia’ cuando se habla de un divorcio; pero la realidad es que la familia no se rompe, sino que se transforma”, explicó.
FAMILIA
“El proceso de adaptación al divorcio tal y como lo vemos, consiste un poco en saber resituarse dentro de esa dinámica familiar pero hay un problema y es que dentro de esas circunstancias normalmente los divorcios no suelen ser fáciles, sino que tensos, porque es un proceso de pérdida, de duelo, se sufre y a veces se hace sufrir a la otra persona, por lo que no es fácil esa adaptación”, dijo.
Por esta razón, se considera que el proceso de los progenitores es importante, porque influye sobre el de los niños, ya que una buena adaptación de los padres hace que los hijos tengan menos problemas, abriendo la posibilidad de realizar intervenciones preventivas o de plano intervenir, de forma que esa adecuación al divorcio sea más fácil y positiva.
Generalmente, se dice que los hijos del divorcio tienen más problemas que los hijos de padres que viven juntos. “Hay investigaciones, no muchas, que muestran que los hijos de progenitores divorciados tienen más problemas de conducta y de otro tipo, escuela o adaptación. Nosotros estudiamos hace poco y dividimos a los progenitores divorciados adaptados bien y a los que no, y encontramos que los hijos que se habían adaptado bien al divorcio presentaban el mismo nivel de problemas que presenta un niño que cuyos padres no se han divorciado”, expuso.
APEGO
Cuando se habla de apego se hace referencia a las relaciones interpersonales. En un principio estaba focalizado a las relaciones de los niños con sus madres, pero hoy se entiende de una forma más general, como las interacciones que se tendrán a lo largo de todo el ciclo vital de las personas.
“En el caso del divorcio es importante, porque en todo este proceso se ve a la pareja como la figura principal de apego y son ellos precisamente quienes se separan; pero la propia teoría dice que esta figura es a quien recurrimos en momentos de aflicción, entonces se da la paradoja que la persona a quien se podría acudir en el momento de la separación es precisamente quien la está causando”, comentó Yarnoz.
La investigadora explicó que se trabaja desde la teoría del apego, porque explica todas las relaciones interpersonales, “expone cómo reaccionan las personas ante la pérdida de esta figura, como realizan el duelo y de alguna forma qué tan vulnerables o resistentes son al estrés o a los efectos negativos producidos por ese divorcio”.
Estas investigaciones permiten, desde la psicología, generar distintas estrategias de intervención y evaluación de variables que permiten entender cómo afectan y de qué manera funcionan entre sí, proporcionando modelos teóricos que puedan mostrar qué hacer luego en la práctica.
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