Protocolos desarrollados en Coquimbo permiten la criopreservación de espermatozoides de abalón, con miras a su futura utilización o comercialización.
Mucho menos conocidas que las placas patentes, esa especie de carne de identidad de los vehículos, las patentes de invención están, sin embargo, presentes en numerosos aspectos de nuestra vida diaria, en detergentes, medicamentos, aparatos electrónicos y un largo etcétera.
Promover el patentamiento de las creaciones representa una recompensa a éstas, y además estimula la innovación y la transferencia tecnológicas.
Por ello, ha sido recibida con satisfacción en la Universidad Católica del Norte la noticia de la patente obtenida en España por el método de preservación de espermatozoides de abalón para la industria acuícola, desarrollado por el profesor Enrique Dupré. En concreto, se trata de los protocolos obtenidos como parte del proyecto FONDEF “Investigación y desarrollo de un banco de germoplasma criobiotecnológico para especies marinas”, ejecutado entre 2007 y 2009 en colaboración con las empresas Abalones Chile S.A., Cultivos Carrizal Ltda. e Industrias Vinycon Ltda.
La investigación, explica el prof. Dupré, tuvo por objetivo establecer el mejor protocolo de criopreservación de espermatozoides de tres especies de importancia comercial: macha (Mesodesma donacium), ostión del norte (Argopecten purpuratus), abalón rojo (Haliotis rufescens) y abalón verde (Haliotis discus hannai), con miras a su futura utilización o comercialización. El logro de esta metodología significó un prolongado estudio y numerosas pruebas, que culminaron con la obtención de los protocolos más adecuados, a la vez que permitió la creación del primer banco de germoplasma en Chile para organismos marinos, “que permitirá la conservación de la variabilidad genética de poblaciones de cultivos y naturales o de especies marinas amenazadas o en peligro de extinción en todo el país”, señala el investigador.
El académico, perteneciente a la Facultad de Ciencias del Mar de la UCN, precisa que el proyecto también tenía contemplado transferir los resultados alcanzados al sector productivo, por ejemplo a través de paquetes tecnológicos para la producción de semilla mejorada, venta de espermatozoides criopreservados mejorados, y tecnología y asistencia técnica para realizar fecundaciones con espermatozoides criopreservados, proyecciones que requerían del correspondiente patentamiento.
Consecuentemente, y como parte de la investigación, se inició la tramitación de patente en Chile, Estados Unidos y España, que culminó recientemente con la aprobación por parte de la Oficina Española de Patentes y Marcas, del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, y que protege la autoría intelectual de los protocolos de criopreservación de espermatozoides de abalón rojo (Haliotis rufescens).
Política institucional
El desafío de patentar las invenciones – productos o procesos – generadas a través de la investigación científica es coherente con los objetivos del Plan de Desarrollo Corporativo 2010-2014 de la UCN, destaca Nataly Pizarro, de la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo Tecnológico. En este contexto, agrega, se está trabajando en la creación e implementación de una Política de Propiedad Industrial, por medio de una metodología que incluye la próxima semana talleres con investigadores tanto en Coquimbo como en Antofagasta. Esta tarea, aclara, se enmarca en el proyecto “Fortalecimiento de una Oficina de Transferencia y Licenciamiento UCN”, financiado por Innova CORFO.
La profesional explica que una patente “es un título de propiedad industrial otorgado por un Estado, después de presentarse una solicitud para la protección de una invención, entendida como toda solución a un problema de la técnica que origine un quehacer industrial. La invención podrá ser un producto o un procedimiento o estar relacionada con ellos”.
Más allá de sus particularidades, todas las patentes están sujetas a los principios del derecho de industrial: exclusividad, territorialidad, duración limitada y divulgación.
Acerca de las ventajas que ofrece patentar los resultados de una investigación, Pizarro indica: “La propiedad industrial corresponde a un tipo de derecho de propiedad, por tanto otorga a su titular la facultad para excluir a otros del uso o explotación comercial de su propiedad, dándole también la facultad de autorizar el uso, producción o comercialización, en aquel territorio donde está protegido”.
Para los investigadores, continúa, patentar implica un estímulo y recompensa a la creación, entrega información a los consumidores para escoger productos y servicios en el mercado y promueve la transferencia e innovación tecnológicas.
En el caso de la presente patente, acota Enrique Dupré, la protección es para los protocolos de criopreservación y fecundación en la especie abalón a nivel nacional. “El mercado potencial de estos protocolos son las empresas interesadas en mantener un stock de espermatozoides criopreservados con características fenotípicas y genéticas duplicables en las sucesivas generaciones”.
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