Cuando la economía mundial comienza a tener importantes señales de reactivación,
en la Región de Antofagasta tres hechos vinculados a este proceso marcaron la agenda de la semana recién pasada: la aprobación por parte de la COREMA del proyecto “Fase V de Minera Escondida Ltda.”, que generará 6000 puestos de trabajo; la cifra de INACER que revela un incremento en la actividad económica regional del 7,2% para el tercer trimestre del presente año, y las proyecciones de expertos respecto a que el precio del cobre superaría los US$ 4 la libra entre 2010 y 2011.
Estos hechos permiten anticipar un futuro auspicioso para la zona y para el país, pero al mismo tiempo muestran que la minería sigue siendo un motor importante de la actividad económica, lo cual se traduce en el mejoramiento de las cifras de empleo, crecimiento económico y calidad de vida de sus habitantes.
El anhelo de la Región es que parte importante de las nuevas contrataciones se realicen priorizando a las PYMES y a los trabajadores regionales, pues de lo contrario seguiríamos contribuyendo al mejoramiento en los niveles de empleo de otras regiones y países, en desmedro de los habitantes de esta tierra.
Este tipo de inversión genera importantes efectos sobre la actividad económica regional, impactando también a sectores que se encuentran vinculados al encadenamiento productivo de la minería, al tiempo que abre nuevas expectativas para el desarrollo de la innovación y el emprendimiento de actividades complementarias a este sector.
Bajo este escenario, es auspicioso pensar que tendremos que mejorar las expectativas postcrisis y prepararnos para hacer frente a los nuevos desafíos que la reactivación demandará.
Fernando Alvarez Castillo
Académico
Universidad Católica del Norte
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