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Consolidación de la acuicultura a pequeña escala en áreas de manejo

Fecha: 20 octubre, 2015

Consolidación de la acuicultura a pequeña escala en áreas de manejo

Importantes avances registra el programa PDT Acuícola,

Nuevo ciclo de cultivo de ostiones en Caleta Cascabeles: Consolidación de la acuicultura a pequeña escala en áreas de manejo
Por Felipe Rivera Marín, sociólogo, integrante equipo técnico PDT Acuícola.
Son las ocho de la mañana en las cercanías de Huentelauquén, comuna de Canela, Región de Coquimbo, cuando el equipo técnico del PDT Acuicultura en Áreas de Manejo hace una parada para beber algo caliente. Con ellos viene una valiosa mercancía. En las dos camionetas traen treinta mil ostiones juveniles, los cuales deben llegar vivos para su siembra en la caleta Cascabeles a unos quince kilómetros al sur de Los Vilos.
El nombre completo del PDT es Programa de Difusión Tecnológica “Fortalecimiento de las actividades de acuicultura en áreas de manejo de la Región de Coquimbo” y consiste en una iniciativa financiada por Corfo y ejecutada por la Universidad Católica del Norte en los últimos 4 años, trabajo que ha ido construyendo vínculos permanentes e impulsando procesos de aprendizaje en un total de 13 caletas.
Actualmente son 8 las organizaciones de pescadores artesanales atendidas: A.G. Los Choros, A.G. Punta de Choros, A.G. Guayacán, S.T.I. La Herradura, A.G. Tongoy, S.I. Huentelauquén, Coop. Los Vilos Ltda. y S.T.I. Cascabeles. El equipo técnico a cargo está integrado por Cristian Sepúlveda (biólogo marino), Lorena Vega (ingeniera en acuicultura), Felipe Rivera (sociólogo) y Julio Alfaro (buzo y acuicultor artesanal).
La llegada a la caleta está coordinada para las nueve de la mañana. Los miembros de la organización base de la caleta, el “Sindicato de Trabajadores Independientes, Pescadores Artesanales, Buzos Mariscadores y Recolectores de Orilla Cascabeles”, ya se encuentran trabajando y alistando las linternas en las cuales se sembrarán los “semillones” de ostiones traídos desde la bahía de Tongoy.
Está nublado y con mar calma. Algunos socios del sindicato alistan el bote que trasladará las casi sesenta linternas donde crecerán en el mar los treinta mil ostiones. Otros preparan las linternas y la mesa para trabajar con la especie que los pescadores van a comenzar a cultivar.
En este desafío acompaña el experimentado buzo de Tongoy, Julio Alfaro, dirigente también de la “A.G. Tongoy” y conocedor de las técnicas acuícolas artesanales del ostión, quien, por lo demás, es el monitor para las organizaciones de pescadores del taller de “siembra”. La instancia de aprendizaje comienza con la indicación de “coser la boca” de las linternas, lo que significa cerrar con un nylon incorporado cada piso de las linternas. “Hay que dejarlas de tal manera que se puedan abrir fácilmente para poder echar alrededor de cincuenta ostiones por piso. Si quedan muy cerradas, eso dificulta la rapidez para echar los ostiones”, enseña a sus pares Julio Alfaro. No obstante, la instancia da espacio para el error, puesto que se trata de paulatinos procesos de aprendizaje práctico.
Todos los socios están en movimiento. Son alrededor de diez. El monitor da indicaciones cuando es necesario. Se trata de un aprendizaje dialógico, donde el lenguaje es un pilar esencial en la transferencia de conocimientos, puesto que sería difícil que el aprendizaje sea significativo si no se comparten los códigos habituales en una cultura.
Las linternas listas con ostiones se van disponiendo en el bote. Los buzos se ponen sus trajes e implementos, se mojan las linternas y se cubren con un género oscuro. Una vez que se dispone de un número suficiente de linternas listas, se aglomeran los socios para echar el bote al agua, donde van dos buzos y dos “teles” o asistentes de buzo. Se empuja el bote por la borda hasta la orilla, y en el último impulso se logra dejar en el agua, uno de los teles rema un trecho, un buzo enciende el motor fuera de borda y parten hasta la zona de cultivos.
Luego de diez minutos de navegación, llegan a la zona donde se encuentran los sistemas de cultivo. El buzo se pone los plomos, la máscara y el regulador en la boca que le dará oxígeno. Uno de los teles rema sostenidamente de proa al viento, mientras el otro tele le va pasando las boyas al buzo que las va poniendo en la “línea madre” de los sistemas de cultivo. Cuando ya ha puesto suficientes boyas, el tele le va pasando las linternas con ostiones, son alrededor de treinta, la maniobra dura entre veinte a treinta minutos. Termina el buzo, sube al bote, se nota cansado, queda aún por realizar tres veces la misma maniobra.
El otro buzo enciende el motor, y se van de vuelta a la caleta. El resto de los socios del sindicato han trabajado impecablemente y ya tienen dispuesta una cantidad considerable de linternas, las cuales se cargan inmediatamente al bote en cuanto éste llega. Los tiempos de las acciones y la coordinación son vitales en este proceso, pues la supervivencia de los ostiones es otro de los objetivos primordiales.
Cargado el bote, parte nuevamente a realizar la misma maniobra. Esta vez es otro buzo el que realiza la inmersión, luego de unos treinta minutos llega el bote nuevamente a la caleta a cargar más linternas. Finalmente son cuatro las idas y vueltas del bote. En total la maniobra para implementar un cultivo de pequeña escala en Caleta Cascabeles ha durado alrededor de seis horas.
Con el objetivo cumplido, ahora toca esperar hasta la época de verano para cosechar los treinta mil ostiones puestos en el agua. Este trabajo forma parte de un nuevo ciclo productivo de la organización, puesto que ya ha realizado la cosecha de seis mil ostiones a finales del mes de agosto.
La maniobra acaba, se prende el motor del “winche” para varar el bote y sube el bote por la pendiente de ripio de la playa que tiene en sus alrededores barrancos de roca con casas de veraneo, en su mayoría “afuerinos”, comentan los pescadores.
Así, finaliza la jornada de trabajo con la organización de pescadores artesanales de caleta Cascabeles, son las tres de la tarde, las camionetas están cargadas para volver a Los Vilos, donde viven todos. El bote ya está varado y el cansancio no quita de los rostros, la sonrisa de haber finalizado una ardua tarea que muy pronto será compensada con la oportunidad de sumar un quehacer productivo alternativo que puede ampliar las posibilidades de permanencia en las caletas rurales.
Fortalecer la sostenibilidad
El PDT Acuícola busca transferir la tecnología de sistemas de cultivos marinos a pequeña escala, mediante la gestión del conocimiento de las organizaciones de pescadores, para generar condiciones de sostenibilidad de las actividades de acuicultura en áreas de manejo de la Región de Coquimbo.
El proceso de aprendizaje entre pares de la tecnología acuícola artesanal, se realiza mediante diversos talleres teóricos y prácticos con distintas temáticas. Primero, se realiza una evaluación de conocimientos iniciales, posteriormente una nivelación de conocimientos básicos de acuicultura, luego un diseño, armado e instalación de un sistema de cultivo, seguidamente una siembra y monitoreo de las unidades cultivadas. Finalmente, una cosecha, venta y gestión de la producción con sus respectivos procedimientos administrativos para formalizar los procesos de comercialización experimentales que se derivan de los procesos de aprendizaje. Para concluir el ciclo se realiza una evaluación final de conocimientos para medir el grado de incorporación de conocimientos y apropiación de esta nueva práctica productiva.
A lo largo de 4 años, la UCN, con el apoyo de Corfo, ha ido construyendo vínculos permanentes e impulsando procesos de aprendizaje en un total de 13 caletas, centrados en una innovadora alternativa productiva a mediano plazo, que posteriormente los buzos y pescadores artesanales aplicarán a procesos productivos de largo alcance, permitiendo a sus organizaciones permanecer en las caletas, permeadas constantemente por las crisis de sobreexplotación y medidas de administración de recursos bentónicos a las cuales están expuestas.
Hoy, el programa está enfocado en consolidar los aprendizajes adquiridos, realizando nuevos ciclos productivos y gestando aprendizaje con nuevas organizaciones que se suman a este desafío.
Lecturas de foto
1: Socios del “S.T.I. Cascabeles” cerrando los pisos de las linternas para introducir los ostiones a sembrar.
2-3: Nuevamente miembros del grupo de acuicultura del “S.T.I. Cascabeles” introduciendo los ostiones a ser cultivados en las linternas.
4: Cuando se tiene una cantidad considerable de linternas listas, el bote junto a los buzos y asistentes se prepara para instalarlas en el área de manejo.
5: El equipo de buzos y asistentes se dirige al área de manejo a instalar las linternas en los sistemas de cultivos.
6-7: Cuando las boyas están puestas, se comienza a instalar las linternas con los ostiones sembrados.

Un comentario

hugo

miércoles 11 de noviembre 2015 11:13 am

Mucho éxito a los pescadores de Cascabeles en este nuevo proyecto que emprenden.

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