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Agencia Espacial Europea prueba avanzados robots en el Desierto de Atacama

Fecha: 29 septiembre, 2014

Agencia Espacial Europea prueba avanzados robots en el Desierto de Atacama

Académico UCN colabora con trabajos desarrollados en los alrededores del observatorio de Cerro Paranal que aportan valiosa información para exploración del planeta Marte.

La Agencia Espacial Europea (ESA) se encuentra realizando en las cercanías del observatorio de Cerro Paranal, en el Desierto de Atacama, una serie de pruebas de avanzados equipos que incluyen un robot y un drone de alta tecnología.

El trabajo en terreno es desarrollado por un equipo multidisciplinario de científicos que evalúa dicho instrumental en vista a su futura utilización en tareas de exploración en el planeta Marte.

El área donde los robots realizan sus operaciones fue seleccionada por la similitud que presenta este lugar con el llamado “planeta rojo”.

Está zona, ubicada a unos mil metros sobre el nivel, resalta por su bajísima humedad ambiental y es considerada un terreno apto para desarrollar las pruebas que se espera estén concluidas a fines del presente mes.

ROBOT
Las labores incluyen la evaluación de aspectos mecánicos, de movimiento e imagen, entre otros.

Según explica el Dr. Mark Woods, ingeniero de la empresa británica SCISYS, el equipamiento del robot incluye distintos tipos de cámaras, sensores, visores nocturnos y sistemas láser que puede escanear imágenes en 3D.

Tiene un rango máximo de desplazamiento que puede alcanzar los 20 kilómetros y su movimiento en la fase de pruebas es mediante baterías eléctricas. En un viaje a Marte sería utilizada energía solar obtenida a través de paneles.

El especialista aclara que el robot es utilizado como una plataforma de ingeniería, en el cual son solucionados los aspectos mecánicos y los problemas que se pueden generar durante su operación.

El potencial es enorme -resalta- y con la experiencia obtenida se podrá desarrollar nuevo software para optimizar su operación. En el futuro, el robot podrá incorporar diversas herramientas científicas, capaces de realizar sondajes, analizar y diferenciar minerales e incorporar medidores de distinto tipo, así como sumar cámaras fotográficas, aparatos de microscopía y medidores de radicación UV, entre otros.

El desarrollo del prototipo cuenta con la colaboración de distintas entidades, donde resalta el aporte de SCISYS UK, Ltd., la Universidad de Oxford y la Agencia Espacial del Reino Unido, entre otras instituciones.

DRONE
En terreno llamó la atención el uso de un drone, vehículo no tripulado de ocho hélices que tiene la capacidad de volar y aportar valiosa información desde las alturas.

El denominado “dropter” cuenta con sistemas de navegación, evasión de objetos y detección, entre otras funciones especializadas. Sus tareas incluyen la exploración, dando ayuda y apoyo al robot terrestre en sus desplazamientos.

La función que tiene el drone en los cielos del norte de Chile es simular el papel que desempeñarán los satélites durante la exploración en Marte, donde estos últimos serán los encargados de monitorear las actividades de exploración que se desarrollen en ese planeta. “El drone orienta al robot hacia dónde tiene que realizar sus movimientos”, destacó el Dr. Woods.

EN TERRENO
Durante el desarrollo de las pruebas, el equipo europeo recibió el apoyo del investigador de nuestra Universidad, Dr. Guillermo Chong Díaz, quien cuenta con una amplia experiencia en el área, con colaboraciones en terreno de pruebas con diversos robots científicos, tanto de la ESA como de la NASA.

“Este tipo de operaciones requiere ciertas condiciones. La primera es saber ubicarse en el Desierto de Atacama, uno de los lugares que más se parece a lo que podríamos encontrar en Marte, y donde podemos trabajar aquí en la Tierra con características similares”, comentó el científico.

En una primera fase, el geólogo de la UCN buscó las áreas más favorables para los estudios que se querían hacer. “Los recorridos son distintos. En algunos casos se necesitan paisajes de baja topografía y con un determinado tipo de roca y tamaño, para que el ‘rover’ los pueda superar y que no vaya a sufrir algún accidente o que le cueste moverse”.

En una segunda fase su labor considerará colaborar en otras tareas, como la búsqueda de microorganismos, minerales o distintos tipos de roca y en distintos aspectos geológicos. Esta tarea se realizaría una vez que los robots estén operativos en el desierto con su equipamiento completo.

La Agencia Espacial Europea realizó con éxito las pruebas de su robot “Bridget” en 2013, siendo esta una nueva fase, donde los científicos vuelven al mismo lugar para mejorar sus capacidades con miras a continuar en la senda de aumentar los conocimientos más allá de los límites de la Tierra.

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