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Pastoral UCN celebra fiesta de Navidad con familias del campamento El Culebrón

Fecha: 22 diciembre, 2017

Pastoral UCN celebra fiesta de Navidad con familias del campamento El Culebrón

Esta celebración fue la última de un total de 12 fiestas de Navidad con Sentido que organizó la Pastoral UCN para los más necesitados.

Para muchos la Navidad representa la abundancia de los tiempos modernos, en los que endeudarse por una gran cena, regalos y adornos, se ha convertido en una tradición anexa en esta víspera de Noche Buena. En cambio, para otros esta fecha destaca la soledad y el olvido en los que adultos y niños viven día a día, una realidad áspera y difícil de enfrentar, pero que los integrantes de la Pastoral UCN asumen como una responsabilidad propia. Gracias a este compromiso social, organizaron una fiesta de Navidad para los habitantes del campamento El Culebrón (20), instancia en la que la música y las risas permitieron dejar de lado, aunque fuera por un par de horas, su realidad.

Esta celebración fue la última de un total de 12 fiestas de Navidad con Sentido que organizó la Pastoral UCN para los más necesitados, y aunque en esta ocasión hubiese rostros cansados, el espíritu estaba más alto que nunca. Con villancicos y una mesa en la que sobraba el respeto y el cariño, los habitantes “del Culebrón” y los integrantes de la pastoral disfrutaron de una tarde sin diferencias, con una entrega única que marca el sello solidario de la UCN, el que permite que niños y adultos en riesgo social de la región sean partícipes de este tipo de actividades.

Al respecto, Alejandro Cuturrufo, Director del Departamento de Pastoral y Cultura Cristiana, sostuvo que “en primer lugar creo que tenemos que ser tremendamente agradecidos, porque tenemos la posibilidad de poder compartir con personas maravillosas. Creo que todos los voluntariados en los que desarrollamos nuestro trabajo son lugares en donde uno se encuentra cara a cara con este Cristo, que muchas veces es invisible para mucha gente, donde se vive muchas veces tanta tristeza, injusticia, donde hay gente que está tan sola, tratamos de estar ahí, lo que más podamos, acompañando, escuchando y compartiendo”.

Los que cumplieron un rol fundamental en esta fiesta, fueron los voluntarios de la Pastoral UCN, estudiantes de diferentes carreras, cuyo compromiso con los habitantes del campamento fue inigualable. Su dedicación para jugar horas con niños, sentarse y escuchar las anécdotas de los más grandes, hicieron que El Culebrón renovara sus aires, y que se sintiera el verdadero espíritu de la Navidad, que es la llegada de Jesús.

Para Sebastián Pérez, voluntario y alumno de quinto año de Medicina, esta experiencia “ha sido muy enriquecedora, al principio uno no sabía a qué afrontarse, pero en el camino uno se va dando cuenta de toda la riqueza que uno puede adquirir, de todos los buenos momentos que uno vive junto con las personas. Es una gran alegría y felicidad poder participar en estas actividades”.

Por su parte, Arturo Moroso, representante del campamento El Culebrón, destaca que esta actividad “es algo bonito que se había acostumbrado como tradición hacerlo, incluso no tan sólo para la Navidad, se hacía para el 18 de septiembre. Tenemos mucha colaboración para fiestas y problemas con las lluvias, la pastoral es la primera en estar aquí”.

Misa de Navidad en el Campus Guayacán

Como es tradicional, la Pastoral UCN organizó la Misa de Navidad en el Campus Guayacán, instancia que se llevó a cabo (20) en la Capilla San Alberto Hurtado y que fue oficiada por el Monseñor René Rebolledo, quien destacó que “quiero felicitar a la universidad por esta preciosa Santa Misa, tanto de preparación para el gran misterio de la Natividad de nuestro Señor, como también de acción de gracias por el año transcurrido. Yo invito a la comunidad universitaria a que vivamos la Noche Buena y el Día de la Natividad del Señor con gran agradecimiento a Dios por el Don de su hijo Jesús”.

Una vez terminada la misa, se realizó una procesión con la figura del Niño Jesús, hasta el pesebre ubicado en el ingreso de la universidad, donde se invitó a la comunidad universitaria a compartir los frutos de la estación en una mesa común.

Según comenta Alejandro Cuturrufo, Director del Departamento de Pastoral y Cultura Cristiana, esta misa es conocida tradicionalmente como la “Misa de la Fruta”, en la cual “nos congrega a tener un momento de encuentro entre las personas, entre todos los que somos y hacemos comunidad y vida universitaria en torno a este Niño Dios que nos invita a reconocerlo en el prójimo, en la familia y el necesitado”.

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