Diálogo profundizó sobre los desafíos de la universidad para responder a las necesidades que surgen de las comunidades.
Con la interrogante “¿cómo se involucra y hace parte la universidad frente a las necesidades y demandas comunitarias del territorio?” se desarrolló la Tercera Mesa Redonda organizada por el Centro de Innovación Metodológica y Tecnológica (CIMET), en conjunto con la Dirección de Género, Secretaría de Género y el Departamento de Teología de la Universidad Católica del Norte (UCN).
El diálogo contó con la participación del padre Felipe Berríos sj; de Nicolás Rojas, Director del Laboratorio y Cowork USQAI UCN; Mauricio Vivanco Sánchez, estudiante de Ingeniería Civil Industrial UCN Coquimbo; y Carolina Alda, Directora Centro de Salud Estudiantil UCN.
En la búsqueda de respuestas a la pregunta se alcanzó una profunda reflexión que dio cuenta de cómo la universidad ha logrado generar espacios de participación y, a la vez, cómo se ha desplegado hacia la comunidad.
En ese contexto, el sacerdote jesuita Felipe Berríos expresó que son tres los ejes que debe cumplir una institución de educación superior en su relación con el territorio donde se emplaza.
En primer lugar, argumentó el religioso, es plantearse como una institución que debe formar profesionales con un real conocimiento de las problemáticas que posee la sociedad.
“La universidad tiene un límite, la universidad forma profesionales, pero si no conocen las realidades del país no van a aportar en la transformación del mismo, solo se van a enriquecer en lo individual”, apuntó el sacerdote.
Lo segundo que expuso el padre Berríos fue la responsabilidad que deben tener los y las estudiantes: “El estudiante debe participar de la realidad, ellos y ellas tienen un deber, entrar a la universidad es un compromiso, un compromiso con la sociedad”.
Finalmente, expresó que los profesores deben buscar acciones participativas, puesto que el sistema los lleva a una competitividad entre ellos. “El sistema es muy competitivo, todo esto de los papers y quién publica más, a veces los lleva a temáticas que no son importantes para la región, temas poco relevantes y terminan encerrados en sus propias ideas o intereses”.
Para los otros invitados la labor al interior de la universidad ha sido un proceso gradual. Carolina Alda, Directora del Centro de Salud Estudiantil, manifestó que desde un tiempo han desarrollado un trabajo de integrar e involucrase con los y las estudiantes.
“Buscamos cómo posicionar la salud como un eje principal, es generar acciones que impacten en la calidad de vida, por lo tanto, debemos involucrarnos con los estudiantes, escucharlos para saber qué esperan de nosotros y desde esa acción hemos tenido experiencias positivas, como generar un curso de formación general sobre cultivo orgánico que después ayudó al surgimiento del domo orgánico”, señaló la directora del Área de salud estudiantil.
En esa línea, Nicolás Rojas, director de USQAI UCN, apuntó que su aporte es desde dos dimensiones. La primera es desde su rol de docente de en la carrera de Ingeniería Comercial y desde el Laboratorio y Cowork de emprendimiento.
“Creo que tenemos que dar un servicio no solo a los estudiantes, desde el Aprendizaje más Servicio (A+S) es una experiencia enriquecedora y es un rol que se cumple con la comunidad”, señaló el académico y director.
Los participantes que se conectaron a la actividad presentaron una serie de preguntas y reflexiones que ayudaron a profundizar en la temática de cómo la universidad aporta a la comunidad.
Ideas como la necesidad que la universidad se involucre en la descentralización, que pueda seguir siendo una influencia positiva en la zona norte, entre otras.
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