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Con excelente tesis aprobó primer Doctorado en Biología y Ecología Aplicada

Fecha: 2 septiembre, 2013

Con excelente tesis aprobó primer Doctorado en Biología y Ecología Aplicada

Miguel Angel Pérez Lizama cursó programa impartido en Coquimbo en forma colaborativa por la UCN y la ULS.

 

Una excelente disertación oral, aprobada con nota 7, rindió hace pocos días el egresado del Doctorado en Biología y Ecología Aplicada, Miguel Angel Pérez Lizama, transformándose así en el primer graduado de este programa colaborativo impartido por la Universidad Católica del Norte y la Universidad de La Serena.

La tesis defendida por Pérez Lizama estuvo dedicada al tema: “Efectos de la suplementación con ácidos grasos omega-3 sobre las alteraciones inducidas por el estrés crónico en el aprendizaje, la memoria y la plasticidad sináptica”.

El examen correspondiente se realizó en la Facultad de Ciencias del Mar de la UCN, y tuvo como comisión evaluadora al profesor guía, Dr. Alexies Dagnino Subiabre; el profesor patrocinante, Dr. Federico Winkler Manns; la Dra. Karin Lohrmann Sheffield (UCN) y la Dra. Angeline Bertin (ULS), integrantes del comité tutorial, y los profesores externos Dr. Pablo Muñoz Salazar y Dr. Marco Fuenzalida Nuñez, ambos de la U. de Valparaíso.

A lo largo de su formación como Biólogo Marino y luego Magister en Ciencias del Mar, ambos a través de la U. Católica del Norte, Miguel Angel Pérez siempre tuvo como principal interés la investigación científica, inquietud que pudo comenzar a desarrollar en el Laboratorio de Bioquímica, por entonces a cargo de la profesora Gloria Martínez, “a ella le debo mucho, aprendí mucho de los procesos que suceden dentro de la célula”. El modelo utilizado era el ostión del norte, y continuó siéndolo al ingresar al postgrado, con la salvedad de que ahora los estudios eran intracelulares.

La literatura lo llevo al siguiente paso, al notar que las membranas neuronales están formadas por dos tipos de ácidos grasos: unos que se pueden sintetizar y otros (omega 3) que se deben obtener de la dieta. “Ahí me hice la pregunta: ¿la dieta entonces puede afectar a procesos que dependen de la homeostasis de la membrana?” y esa pregunta le permitió hacer la transición de organismos marinos a terrestres,  porque los ácidos grasos del tipo omega3 provienen casi principalmente del mar. Y como éstos disminuyen frente a condiciones estresantes, el siguiente paso del joven científico fue dedicar su tesis, como alumno de la primera promoción del Doctorado en Biología y Ecología Aplicada, a averiguar el efecto de la suplementación en la dieta en una condición  estresante.

En esta investigación fue guiado por el Doctor en Ciencias Biomédicas y experto en neurociencia, Alexies Dagnino, con una larga trayectoria en el estudio de la neurobiología del estrés y el rol que éste juega en el desarrollo de varias enfermedades crónicas de alto impacto social y económico.

Utilizando ratas como modelo experimental, Miguel Angel centro su estudio en la memoria y el aprendizaje auditivo, encontrando que el estrés se relacionaba con una atrofia de las neuronas en una región del cerebro llamada hipocampo, que está relacionada con la memoria. Este daño pudo ser revertido a través de la suplementación de la dieta con compuestos marinos.

Pero además Pérez se encontró con un nuevo desafío a nievl de la comunicación entre neuronas, y para resolverlo viajó hasta la Universidad de Valparaíso, donde continuó investigando en colaboración con el Dr. Marcos Fuenzalida, director del centro de electrofisiología. Los resultados, adelanta, son muy promisorios y dan cuenta del efecto de la suplementación en varios procesos. Por ello, ya están trabajando en el correspondiente paper y la idea es publicarlo en la revista Biological Psychiatry, que tiene un enfoque terapéutico y gran prestigio en el ámbito científico.

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