Constanza Andriola Álvarez, Abogada
Coordinadora Académica de Carreras
Facultad de Ciencias Jurídicas UCN
Quizás, con el sólo título de esta columna muchas de nosotras volvimos a vivir algún episodio en que un hombre nos ha interrumpido, en algún diálogo que estábamos sosteniendo, a fin de dar, a su criterio, una mejor explicación ya que en su mente, nuestro género implicaría una construcción mental o capacidades teóricas inferiores a la de ellos. Pero para el desconsuelo de quien da la explicación en nuestro lugar, nosotras Sí somos capaces y en muchas ocasiones tenemos más conocimiento del tema que aquel hombre que nos interrumpe.
Es importante, hoy más que nunca, que hablemos de otros tipos de discriminación y/o violencia en contra de nosotras las mujeres, y que, en este tema, superemos el prejuicio de que la violencia de género y discriminación son propios de sectores marginados de nuestra sociedad. El mansplaining no distingue posición social y nos afecta a todas: dueñas de casa, abogadas, enfermeras, periodistas, mecánicas, ingenieras, secretarias, entre otras.
Qué importante para nuestro género hablar cada vez más de distintos tipos de discriminación porque, no es que creemos cada vez más conductas típicas para protegernos; es que cada vez tenemos más voz para decir con fuerza no a tu discriminación y violencia. Las mujeres tenemos espacio en cualquier oficio y/o profesiones y tenemos suficientes capacidades para ser líderes y directoras de altos cargos, desarrollar actividades históricamente asignadas a hombres o guiar nuestro hogar como perfectas administradoras.
Nuestros discursos, diálogos y conocimientos son suficientes y sobresalientes. Por ello, a tu pregunta “¿mejor explico yo?” Mi respuesta y la de TODAS es “NO”, porque soy suficientemente capaz, somos mujeres.
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