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Académica de la UCN asumió el desafío de postular a la Convención Constitucional

Fecha: 4 mayo, 2021

Académica de la UCN asumió el desafío de postular a la Convención Constitucional

Berta Torrejón Gallo es parte de la Facultad de Economía y Administración.

El desafío de participar en la redacción de la nueva carta fundamental que guiará el destino del país, asumió la académica de la Universidad Católica del Norte (UCN), Berta Torrejón Gallo, quien postula como candidata constituyente independiente por el Distrito 3 (Región de Antofagasta) en la lista Apruebo Dignidad.

La profesional, es académica del Departamento de Economía de la Facultad de Economía y Administración (FACEA), impartiendo docencia en las líneas de Recursos Humanos, Gestión Estratégica y Economía, desempañándose además como Jefa de Carrera de Ingeniería en Información y Control de Gestión.

De formación ingeniera comercial y MBA en Dirección de Empresas en la UCN, su trabajo también incluye su labor como coordinadora del Área de Género del Observatorio Regional de Desarrollo Humano (ORDHUM) de la UCN. Actualmente es vocera y fundadora de la Asamblea de Mujeres Funcionarias de la UCN (AMA), entre otras actividades.

¿Cuál es su motivación para participar en el proceso constituyente?

Quiero ser constituyente, primero porque creo que hay que cambiar la constitución. Es necesario acabar con los múltiples amarres autoritarios de la actual Constitución, no es posible seguir viviendo un país tan extremadamente desigual que no reconoce los derechos fundamentales de los y las ciudadanas, donde, además, existe una profunda crisis de legitimidad de nuestras instituciones, y si bien, la constitución no va a resolver ningún problema por sí misma, ningún problema se va a resolver hasta que no cambiemos la constitución.

En mi propia historia, desde chica he percibido a este país como altamente desigual, y he sentido como responsabilidad personal generar acciones que contribuyan a acabar con esa realidad. Conozco de cerca las profundas brechas entre ricos y pobres de nuestro país. En Calama, cuando niña, acompañaba a mi mamá a los operativos en dictadura. También lo vi de cerca en los tiempos de la Universidad mientras fui dirigenta de la FEUCN, donde dimos una ardua lucha por democratizar a la UCN, por el derecho a la Educación y por terminar con el lucro, y particularmente por los derechos de las mujeres estudiantes. En ese tiempo en que me echaban de clases de economía cuando alegaba que la torta tenía que ser mejor repartida y no más grande para los mismo de siempre.

Trabajé en la JUNJI precisamente por querer aportar con trabajo en el primer gobierno de una mujer para lograr las 3500 salas cunas y así asegurar educación primaria de calidad en especial para los niños y niñas que menos tenían. Posteriormente, he estado siempre en contacto con las organizaciones sociales, apoyando y aportando desde mi formación académica como Ingeniera Comercial y MBA en Dirección de Empresas. Formo parte de agrupaciones feministas activas, como la Asamblea de Mujeres Funcionarias AMA UCN y las feministas Autoconvocadas de Antofagasta.

Cuando comenzó la pandemia, volví a unirme a un movimiento político, había dejado de militar en un partido luego del primer gobierno de Piñera, hace 9 años. Hoy formo parte del movimiento UNIR y desde ahí, luego del plebiscito, decidimos levantar esta candidatura que nos permita permear esta esperanza que nos trajo el estallido social y la oportunidad de cambiar a Chile con un nuevo trato entre todos y todas.

¿Qué elementos centrales debería tener la nueva carta fundamental?

La nueva Constitución debemos apuntar a la construcción de un Chile digno más allá de las barreras del neoliberalismo; un país con una democracia efectiva, donde la representatividad se abra a la participación directa, a la plurinacionalidad, a la garantía de derechos fundamentales y a la igualdad de todos y todas. Una sociedad política que proteja y garantice los derechos de la mujer y las disidencias sexuales, donde los valores feministas sean parte de nuestro acervo cultural; y una institucionalidad que proteja de manera activa el medioambiente, como único camino para alcanzar un desarrollo sostenible y una forma de vida armónica con nuestro entorno natural. Particularmente:

1.-Por un Chile Digno.

El Estado debe superar su rol subsidiario y convertirse en un estado social de derechos. asumiendo funciones activas y dirigidas a asegurar las condiciones para la felicidad, el libre desarrollo de la personalidad y el progreso humano y económico de las personas y de la comunidad.

2.- Por un Chile abierto a la democracia

Un Estado social, democrático y plurinacional, y de derechos. En una democracia participativa que implique una participación directa de la ciudadanía en múltiples áreas, como forma de gobierno.

3.- Por una Constitución feminista.

En esta Constitución, los derechos de la mujer y las disidencias sexuales deben estar garantizados y el enfoque de género ser transversal en todo su texto, persiguiendo su igualdad material en todo ámbito.

4.- Por un Chile que protege la naturaleza.

El resguardo de un medioambiente sano y del buen vivir, en armonía con la naturaleza, es un principio que debe atravesar toda la Constitución.

En relación a la organización del Estado, ¿Cuáles son los elementos centrales de su propuesta?

Propongo abandonar el híper-presidencialismo y avanzar hacia otras formas de gobierno. En relación al poder legislativo, es necesario revisar el bicameralismo de la constitución vigente, considerando la posibilidad de un Congreso unicameral o con dos cámaras con roles distintos. donde su integración se deben aplicar criterios de proporcionalidad, resguardando la representación de las regiones, zonas menos pobladas, pueblos indígenas, asegurando también una integración paritaria.

¿Cuáles son sus propuestas en relación a Salud, Educación, Previsión y Trabajo?

Trabajo: En la Nueva Constitución se debe reconocer el aporte fundamental que, en este sentido, realizan las y los trabajadores. Es por ello fundamental terminar con la asimetría de poder entre capital y trabajo que consagra la actual Constitución. Se debe considerar especialmente el principio de protección y derecho al trabajo, como una garantía a contar con un sustento que sea fruto de su participación en labores productivas. Este derecho, en expansión, deberá reconocer a grupos históricamente excluidos de esta posibilidad (personas con discapacidad, por ejemplo). Por otro lado, debe hacerse cargo también de discriminaciones históricas basadas en el género, debemos reconocer el valor económico y social de las labores domésticas, reproductivas y de cuidado del “trabajo informal”, así como la garantía de una igual paga por igual labor en el “trabajo formal.

Salud: El derecho a la salud debe ser asegurado en la Nueva Constitución como un derecho social. Esto quiere decir que el Estado debe asumir la organización y mantención de un seguro nacional de salud, financiado por cotizaciones, que en ningún caso podrán ser destinadas a compañías privadas de salud. Este seguro será universal y gratuito.

Educación: La Nueva Constitución debe garantizar la educación como espacio de desarrollo pleno de la vida. Para ello, se deberá garantizar un Sistema Nacional de Educación Pública, que reconstruya la educación estatal en todos los niveles educativos, para que ésta amplíe su cobertura, sin límite de edad, y asegure una educación gratuita y de calidad para todas y todos. Este sistema debe tener un carácter democrático tanto en su composición como en la organización de todos sus niveles, garantizando la participación de todos los actores educacionales en el diseño, desarrollo y evaluación de los procesos formativos. Asimismo, deberá promoverse la integración de la educación con la investigación científica y tecnológica, creación artística y protección e incremento del patrimonio cultural.

Seguridad Social: Chile necesita un sistema previsional con una lógica completamente distinta a la que tienen las bases sobre las cuales se construyeron las AFP. Resulta fundamental, para las y los trabajadores de todas las áreas de la economía, formal o informal, y para todo tipo de trabajadores, fueran independientes o dependientes, que Chile cuente con un sistema de seguridad social lo suficientemente robusto como para reconocer el aporte que, con su trabajo, hicieron a la sociedad a lo largo de su vida activa.

¿Qué elementos debería abordar la nueva constitución en torno a los Recursos Naturales y el cuidado del entorno?

La Nueva Constitución debe garantizar el derecho de todas las personas a vivir en un medioambiente sano y ecológicamente equilibrado. Ello conlleva un deber correlativo de protección y restauración del medioambiente. El Estado tendrá el deber de conservar, restaurar y proteger los distintos ecosistemas. Asimismo, la nueva Constitución debe considerar a la naturaleza como sujeto de derechos, especialmente en lo relativo a su conservación, restauración y al respeto de sus límites a la hora de llevar adelante los procesos productivos. El resguardo de estos derechos debe establecerse de manera más precisa como uno de los límites al derecho de propiedad. El Estado fomentará la descarbonización de la economía y la eficiencia energética en todos los niveles. Los animales deben ser reconocidos como seres sintientes, estableciéndose mediante ley la extensión de dicha característica y sus mecanismos de protección.

La nueva carta fundamental ¿cómo debería abordar el tema de la globalización y la migración?

La Nueva Constitución debe incluir el reconocimiento constitucional del derecho a migrar y asegurar garantías constitucionales a los migrantes. Ello implica asegurar a las personas migrantes, en cuanto al acceso y la protección de los derechos, su igualdad de condiciones con los nacionales.

¿Cómo debería enfocar la nueva constitución el tema de la regionalización y la descentralización del país? 

Debemos terminar con el centralismo. Se debe transitar hacia viabilizar autonomías regionales, mediante una descentralización y desconcentración del poder hasta el ámbito local (regiones, comunas y barrios). La Nueva Constitución debe propiciar la autonomía territorial desde lo local, esto es, que la decisión de cómo se organiza una comunidad viene de esa misma comunidad. Al mismo tiempo, debemos delimitar qué decisiones se toman a nivel comunal, regional y cuáles son de índole nacional. Esto hace visible que son necesarios mecanismos para más y mejor democracia. Entre otros, se debe propiciar iniciativas populares de ley, referéndum revocatorio, presupuestos participativos locales, planes de desarrollo locales vinculantes.

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