El académico e investigador ha desarrollado una fructífera carrera de más de cuatro décadas al servicio de la ciencia.
Esfuerzo, perseverancia y sabiduría caracterizan al geólogo Dr. Guillermo Chong Díaz, cualidades que desde su niñez lo ayudaron a cumplir metas, sueños y recibir grandes reconocimientos en la región, el país y el extranjero. Por ello, no extraña que por unanimidad el Consejo Superior de nuestra Universidad otorgara el Grado Académico Doctor Honoris Causa a este prestigioso académico e investigador, distinción entregada en mérito a su fructífera actividad académica, su labor docente tanto al interior como al exterior de la Universidad, sus publicaciones, y su aporte a la investigación y la divulgación científica.
Así lo expresó el Rector Jorge Tabilo Álvarez en la ceremonia de investidura, la que contó con una masiva asistencia de autoridades, académicos, estudiantes e invitados, y donde el Dr. Chong estuvo acompañado por el Arzobispo y Gran Canciller de la UCN, Monseñor Pablo Lizama; y los también Doctores Honoris Causa, Carlos Espinosa y Lautaro Núñez.
PASIÓN POR EDUCAR
Jorge Tabilo señaló que el homenajeado posee una trayectoria difícil de resumir, mencionando parte de ella y resaltando que su pasión por educar traspasa las aulas universitarias. Además de publicar libros que tienen como público objetivo los niños, “este año emprendió la tarea de enseñar ciencia a escolares de situación vulnerable de Alto Hospicio, propiciando la valoración y ese amor por el desierto que él mismo siente, sumado a su compromiso con la educación de quienes más lo necesitan”.
Agregó que además de educador, investigador y científico, el Dr. Guillermo Chong muestra -a través de exhibiciones de alto nivel- su pasión por compartir los secretos de nuestra historia presentes en piezas geológicas, paleontológicas y minerales. Ejemplo de ello son el Museo Geológico Humberto Fuenzalida, ubicado en la Casa Central; el Museo del Desierto, en el Parque Cultural Huanchaca; y recientemente el de Chiu Chiu.
“Hoy le distinguimos con el máximo reconocimiento institucional, por ser parte de nuestra historia, por haber contribuido a la formación de nuestra identidad, de esta Alma Mater. Profesor por cuatro décadas, ha compartido con generaciones sus conocimientos y ha forjado a esos profesionales a valorar ese sello e identidad de nuestra UCN, constituyéndolo en un maestro de vida como bien expresan sus exestudiantes”, dijo la autoridad.
INVESTIDURA
En la testera del Auditorio Andrés Sabella se ubicaron las autoridades universitarias, donde el Secretario General, Fernando Orellana Torres, leyó el Decreto que ratifica al académico Guillermo Chong Díaz como Doctor Honoris Causa de la UCN: “En reconocimiento a todas sus contribuciones en el ámbito de investigación y divulgación, con evidente reconocimiento nacional e internacional, y por su compromiso con la educación en áreas relacionadas, todas actividades que han prestigiado a la Universidad Católica del Norte y han potenciado el conocimiento del Desierto de Atacama”.
Luego fue investido por el Rector Jorge Tabilo Álvarez con la Medalla que lo distingue con el máximo grado académico honorífico de la Institución.
Asimismo, el Arzobispo de Antofagasta y Gran Canciller de la UCN, Monseñor Pablo Lizama Riquelme, le entregó el diploma correspondiente.
CON AMIGOS
La solemne ceremonia tuvo momentos de gran emotividad en el relato del Dr. Chong, quien se refirió a la llegada siendo un niño de su padre desde China a Arica, y cómo con gran tesón se formó su familia en esa ciudad. Fue guiando su “conversación con amigos”, como denominó su presentación, por una trayectoria que se inició en la puerta norte del país hasta llegar a Antofagasta y luego a Santiago donde, después de un intento por estudiar Química y Farmacia, ingresó a la entonces casi desconocida Carrera de Geología en la Universidad de Chile.
Así inició sus primeros pasos hasta convertirse en un profesional que con el tiempo fue ganando conocimientos y experiencias, lo que ha sabido transmitir a sus estudiantes. Como él lo señaló, quizás no habría logrado cumplir metas ni sueños si no hubiera sido por la ayuda que recibió de varias familias.
Así se convirtió en geólogo, una profesión que es una de sus grandes pasiones, recorriendo el desierto, el que aprendió a conocer y también a reconocer en cada rincón lo que este le transmite.
Las distinciones, premios, investigaciones, publicaciones, y la enseñanza son parte de su vida, la que está coronada por una familia numerosa y unida que lo acompaña en cada momento.
Habló del norte y de lo que significa ser parte de él, señalando que “comienzas a ver su belleza y a entender que no es cierto que es un paisaje gris y sin colores; aprendes que no es verdad que la vida está ausente, sino que es de variedad infinita”.
“Todo lo que describo -prosiguió- me fue abriendo la posibilidad a los logros, y puentes de oro que construyeron mi carrera. Ha sido un regalo haber compartido con los mineros, aprendido de ellos su vocabulario y el uso de sus técnicas. Saber cómo una ‘poruña’ te muestra la presencia del oro, cómo se separan los minerales ‘realizándolos’, cómo una ‘mecha’ te indica la ‘ley de los caliches, cómo con materiales muy básicos pueden construir todo lo necesario para subsistir”.
En un pasaje de su conferencia, revela que junto a colegas chilenos y de otras latitudes, especialmente alemanes, norteamericanos, ingleses y españoles, han buscado los certificados del nacimiento geológico del desierto de Atacama y las razones de su aridez extrema. En equipos multidisciplinarios han buscado y encontrado en el desierto y en el altiplano, las bacterias y las arqueas que se han desarrollado en esos ambientes tan hostiles.
Mencionó la gran aventura que es colaborar, con propiedad, en la búsqueda del Hombre por hacerse camino fuera de la Tierra. “Parte de este esfuerzo está aquí, en el desierto de Atacama. Vehículos diseñados por el hombre incursionan y mandan datos desde la Luna, desde Marte, desde las lunas de Júpiter y Saturno, incluso desde un cometa, mientras otros hibernan en el espacio exterior a la espera de viajar a lugares distantes, como Plutón. Algunos de esos vehículos, como el Curiosity, han hecho sus experiencias preliminares en nuestro desierto. Nosotros aportamos un mínimo, quizás menos que lo que significa una gota en el océano, pero estamos allí, y eso es una satisfacción muy grande”.
En sus palabras expresó también el amor hacia su familia, su cariño por los amigos, por la UCN y su gente, sus colegas y compañeros de trabajo. Entregó un profundo agradecimiento a todos aquellos que lo han acompañado y ayudado en su largo quehacer, y a la Universidad que -dijo- “me brinda su apoyo para recibir distinciones importantes, tantas satisfacciones y oportunidades”.
Un comentario
Dayana Arias
lunes 15 de diciembre 2014 8:09 pm
Felicitaciones Profe Guillermo!!