Segunda versión de diplomado impartido junto a la Corporación Cultural de Antofagasta, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, y Balmaceda Arte Joven, tuvo mención en Arte, Cultura y Territorio.
Demostrar que el arte mejora la calidad de vida de las personas es un desafío que se han autoimpuesto quienes despliegan sus esfuerzos en el área de la cultura. Un escenario donde el rol de nuestra Universidad es relevante y cuyo último aporte fue la capacitación de 23 profesionales para que sean los responsables de enfrentar los desafíos del área.
La Escuela de Periodismo, junto a la Corporación Cultural de Antofagasta, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, y Balmaceda Arte Joven, impartieron por segundo año consecutivo el Diplomado en Gestión Cultural, esta vez enmarcado en el arte, la cultura y el territorio. “Este año recibieron sus diplomas 23 almas llenas de sed de conocimientos, especialistas en gestionar la cultura en todos los rincones de la región”, expresó Francis Espinoza, Directora de la Escuela de Periodismo.
Asimismo, María Constanza Castro, Directora del Diplomado, indicó que “la mención de este año -Arte, Cultura y Territorio- es un cruce que pone el acento en la identidad como un proceso dinámico, como una experiencia en permanente construcción”.
El objetivo de esta especialización fue potenciar que los profesionales se incorporen a los emprendimientos creativos y a los desafíos de la industria, asumiendo un compromiso y responsabilidad con su entorno. Ante esto, la Directora Regional de Cultura, Carla Redlich, enfatizó en que más que pensar en una versión que tuviera que ver con la administración de la gestión cultural, se quiso dar una mirada mucho más crítica del territorio, más reflexiva desde los estudios culturales.
“Esta generación se destaca porque sus alumnos, viniendo de distintas ramas o áreas, lograron encontrar el común denominador de lo que significa situarse en este espacio como un gestor cultural, no solo un administrador de recursos para la cultura o un programador de actividades, sino que alguien que piensa la cultura desde lo pertinente a un espacio de vida y que luego, a través de ese pensamiento, logra realizar acciones que medien entre lo que la gente quiere o necesita recibir o potenciar de la cultura, y lo que el gestor cultural realiza en ese tipo de espacio”, expresó la autoridad.
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