Muestra culminará con Café Literario dedicado a una reflexión interdisciplinaria sobre los actuales desafíos de la obra
A partir del lunes, 11 de abril, podrá ser visitada en el Galpón Cultural de la Universidad Católica del Norte una exposición dedicada al Vía Crucis Latinoamericano, obra del artista argentino y Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel.
La muestra, una de las pocas réplicas autorizadas existentes en el mundo, consta de 14 láminas dedicadas a las respectivas Estaciones, más un gran paño de Cuaresma, que representa la Resurrección de Jesús.
La particularidad de esta obra, que data originalmente de 1992, radica en narrar el Vía Crucis a través de los problemas que enfrenta hoy América Latina y el mundo: las guerras, el hambre, las desigualdades sociales, las dictaduras, la represión, y los graves problemas ecológicos y medioambientales.
La exposición culminará el 29 de abril con un Café Literario dedicado a una reflexión en torno a esta obra y a los desafíos que plantea hoy a cada uno, encuentro que será enriquecido con los aportes de alumnos y académicos de las carreras impartidas en la UCN.
Cabe destacar que ese mismo día, la presentación incluirá la música original compuesta por la pianista argentina Amanda Guerreño, banda sonora que fue conseguida por Javier Ramírez, alumno de Licenciatura en Ciencias Religiosas de la UCN, quien también gestionó esta exposición que se inaugura el lunes en el Galpón Cultural, y que estará abierta a la comunidad entre las 9 y las 18 horas, de lunes a viernes.
Historia de la muestra
El Vía Crucis Latinoamericano data de 1992 cuando, con motivo de cumplirse los 500 años de evangelización en América Latina, la Conferencia Episcopal Alemana, a través de su organización MISEREOR dedicada a la cooperación para el desarrollo, encargó su creación al escultor, arquitecto y pacifista argentino Adolfo Pérez Esquivel.
Tras ser estrenado en Alemania, ha recorrido varios países a través de todo el mundo, donde también se encuentran las réplicas autorizadas de la obra. Una de ellas llegó en 1998 a la lejana localidad de Hornopirén, Región de Los Lagos, gracias a las gestiones del párroco Antonio Van Kessel. Tras ser robada en mayo de 1998, aparentemente por un grupo político que consideraba muy subversivo el contenido de las ilustraciones, el sacerdote consiguió la última copia autorizada en Holanda, donde vive su familia, y de esa manera los feligreses de la sureña Parroquia Sagrada Familia pudieron seguir contando con este especial Vía Crucis, que ahora viajó hasta Coquimbo y podrá ser apreciado durante abril en el Galpón Cultural de la UCN.
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