Científico presentó en Antofagasta hallazgos en el Arroyo del Vizcaíno que datan de 30 mil años y que pueden cambiar las teorías sobre el poblamiento de América.
“El cerebro es nuestro motor evolutivo que, a su vez, nos crea, nos reclama la ética y nos llevó a predecir nuestros actos. No somos como el meteorito que cae y no le importa, somos como todas las demás especies que hay sobre la Tierra, ni más malos que ninguna; todas quieren dominar tanta energía y materia como sea posible, y tener descendencia”. Así lo planteó ante una audiencia atenta a sus comentarios, el paleontólogo uruguayo Dr. Richard Fariña, al abrir las exposiciones en el marco del Congreso del Futuro Antofagasta 2017.
El experto asegura que si el ser humano usa bien el cerebro, sería posible encontrar la difícil armonía entre el desarrollo de la sociedad y el cuidado del ambiente. La gracia está en que se invierta para estudiar, enfatiza.
“Este acto que hacemos en el Congreso del Futuro permite que nuestro cerebros, puestos en conjunto, participen de la generación de conocimiento y de su transmisión”, señaló.
SEXTA EXTINCIÓN
El paleontólogo analizó la eventual sexta extinción (en la actualidad), a partir del estudio de la evolución de la biodiversidad, describiendo las anteriores cinco etapas, en algunos casos con volúmenes muy importantes, como la quinta extinción, que afectó a los dinosaurios.
Respecto a las causas de lo que pasa hoy en día, dijo que es fundamentalmente por el impacto humano, así como, tal como también se ha propuesto, por el cambio climático.
Además, abordó la extinción de la megafauna, la colonización prehistórica de América del Sur y la interacción de esos humanos con la megafauna, mamíferos gigantes que habitaron en el pasado.
Evidencia de su existencia es el hallazgo que el Dr. Fariña, junto a un grupo de investigadores, hicieron en el Arroyo del Vizcaíno, cerca de la localidad de Sauce, en el Departamento de Canelones, Uruguay. El sitio da cuenta de una historia de mamíferos gigantes desaparecidos y, además, la posible presencia humana en el continente americano mucho antes de lo esperado.
HALLAZGOS
Entre los huesos encontrados en el lugar figura una clavícula del perezoso gigante y una costilla (también perteneciente al perezoso Lestodon). En muchos de ellos, relató, hay marcas que tienen las características de haber sido provocadas con herramientas hechas por el hombre, mientras que otras podrían corresponder a pisoteo y golpes.
La intervención del humano fue corroborada en un estudio preliminar que analizó las características morfológicas de esas marcas. Los análisis de carbono 14 realizados a los restos fósiles, que pertenecen a gliptodontes y perezosos gigantes, dieron como resultado edades bastante altas, de aproximadamente 30 mil años, lo que fue bastante inesperado para el equipo.
El experto dijo que estas cifras son el doble de lo que se acepta para la presencia humana, no solo en América del Sur, sino que en toda América.
Desde el año 2011, los paleontólogos trabajan en el lugar en la recolección de restos, logrando identificar 27 especies y algunas herramientas. En 1997, tras secarse una de las lagunas del sitio, ya habían aparecido restos óseos de estos animales gigantes, los que fueron recolectados por estudiantes del liceo local y que en la actualidad forman parte de una colección del Museo Paleontológico del Sauce.
El trabajo de los especialistas fue publicado en una revista científica después de varios intentos y esfuerzos para lograrlo.
Richard A. Fariña es autor de libros de divulgación como el premiado “Hace Sólo Diez Mil Años” (en su 6ª edición) y “Megafauna” (infantil).
Científicos de renombre internacional expusieron en el Congreso del Futuro Antofagasta 2017, abordando temas de gran interés para la zona en áreas como astrofísica, nanotecnología, migración, organización social e innovación, y en un evento desarrollado en la Biblioteca Regional.
El encuentro fue organizado en la capital regional por la Seremi de Gobierno, la Universidad Católica del Norte y la Universidad de Antofagasta (UA), contando con el apoyo de instituciones como la Secretaría Regional Ministerial de Educación, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, y la Biblioteca Regional, además de distintas empresas.
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