Académicos de Ingeniería Civil estiman necesario estudiar más a fondo las quebradas de la ciudad de Antofagasta.
Un equipo de especialistas de nuestra Universidad se encuentra trabajando en la generación de un mapa de riesgo aluvial para la ciudad de Antofagasta. La iniciativa es desarrollada por investigadores del Departamento de Ingeniería Civil, según informó el académico Dr. Iván Salazar Castillo, al referirse a la situación de las quebradas y vías aluviales de la capital regional.
La idea, señaló, es contar con la participación de profesionales de otras áreas que puedan aportar a este trabajo, el que busca conocer e identificar las zonas seguras para el resguardo de la comunidad ante una situación de peligro como las precipitaciones ocurridas recientemente. Los puntos de encuentro frente a una lluvia fuerte funcionan de manera diferente a los existentes para el caso de un tsunami, en que hay que subir alejándose del mar.
El académico de Ingeniería Civil explicó que en caso de aluvión, la evacuación tiene que ser lateral, avanzando unos metros con el propósito de evitar la remoción en masa que se va desplazando en dirección oeste.
Los profesionales, junto a estudiantes memoristas, están analizando el tema y estudiando las quebradas que aún no han sido tratadas con infraestructura aluvial, como Jardines del Sur, Huáscar, Quebrada Roja, y El Toro.
Salazar explicó que para estos sectores es necesario ver por dónde pasará el deslizamiento y las calles que pueden servir como una vía de resguardo, en el caso de la activación de una quebrada.
SISTEMA DE ALERTA
El académico señala que también es primordial contar con un sistema de alerta temprana, y cuando se produzcan lluvias de cierta intensidad comunicar a la comunidad del riesgo aluvial, indicando los lugares seguros para su resguardo, de acuerdo con un mapa de riesgo aluvional, servicio que como Unidad Académica pretenden ofrecer a la ciudadanía.
Una obra aluvial puede estar conformada por una serie de muros de contención complementados con piscinas disipadoras de energía, separadas por una distancia entre ellas. Estas infraestructuras están destinadas a detener la parte sólida de una remoción en masa proveniente de una quebrada, permitiendo el paso por arriba de ella solo de la componente líquida de este flujo. En teoría, solo debería llegar agua a las calles de la ciudad, que actúan como vías aluviales.
Así explicó el fenómeno el académico, quien señaló que visitaron algunas quebradas, comprobando que no se activaron a raíz de la fuerte lluvia de la semana pasada.
Entre estas, encontraron intacta el sector de La Cadena, donde solo había algunas pozas y un pequeño deslizamiento lateral que no alcanzó a llenar una piscina decantadora.
En Quebrada Baquedano pasó lo mismo, incluso -señaló- hay personas viviendo allí, quienes dijeron que solo se mojaron, pero que les preocupaba más la suciedad que está en el área de la quebrada y que podría escurrir con el contacto del agua y la pendiente propia que tiene la ciudad.
Llamó la atención el uso de estas vías como vertederos de basura, lugares en que es posible hallar colchones, neumáticos, refrigeradores y muchas otras cosas. Si ocurre un deslizamiento, se llevará estos elementos que pueden golpear las estructuras y hasta romperlas, ocasionando dificultades mayores.
Otras dificultades que mencionó son las “tomas”, que están expuestas a serios peligros en caso de una activación de las quebradas. Esto puede suceder a raíz de precipitaciones, pero también por roturas de matrices de agua o de un estanque, que pueden producir daños mayores que una lluvia, quedando los habitantes muy afectados por estar ubicados en el trayecto de la quebrada.
PLAN REGULADOR
El ingeniero de la UCN también destacó que el plan regulador de Antofagasta permite conocer dónde se puede construir y vivir, y siempre se procura que esto sea lejano al radio de acción de una quebrada. “Sin embargo, observamos que hay edificaciones ubicadas en lugares peligrosos o adyacentes a taludes. Ahora no ha pasado una tragedia, pero al parecer estamos esperando que suceda para fiscalizar o tomar medidas serias y prohibir así estas situaciones”, dijo.
Respecto a la situación que está viviendo en estos momentos la comunidad de Taltal, manifestó que hay quebradas con vías aluviales que funcionaron bien, sin embargo, hay que ver hasta qué nivel.
Agregó que hay otra quebrada que no está tratada y que produjo bastante daño. Si bien es cierto que se trata de un fenómeno poco frecuente, no debe ser ignorado, remarcó. “Hay que estar constantemente observando la evolución de este tipo de fenómenos”, precisó.
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