Mauricio López fue seleccionado en el marco del concurso Lab Citoyen 2016, programa impulsado por el gobierno galo.
En la fotografía, Mauricio López San Francisco, Joven Embajador para los Derechos Humanos del Gobierno francés, junto el Ministro de Relaciones Exteriores y Desarrollo Internacional de Francia, Jean-Marc Ayrault.
Un importante encargo trajo desde Francia Mauricio López San Francisco, alumno de Derecho de la Universidad Católica del Norte Sede Coquimbo y único chileno participante en el Programa Labcitoyen 2016: trabajar de manera coordinada, junto a jóvenes otros países, para mejorar la situación de los derechos humanos en todo el mundo.
El encuentro, convocado por el gobierno galo a nivel internacional, tuvo lugar entre el 3 y el 11 de este mes en Francia, hasta donde acudieron jóvenes seleccionados de todo el planeta, interesados en discutir y aprender sobre derechos humanos.
Este año, el evento puso de relieve la interdependencia entre los derechos de salud y los otros derechos humanos, así como la necesidad de ver emerger una política de salud duradera. Para ellos, los participantes tomaron parte en conferencias, debates, visitas y talleres. Los tópicos fueron abordados a través de cátedras de diversos y destacados expositores, como el filósofo Frédéric Worms, la Embajadora para los Derechos Humanos, Patrizianna Sparacino-Thiella, y la ganadora del premio Nobel de Medicina del año 2008, Françoise Barré-Sinoussi. Las reflexiones también se vieron enriquecidas con visitas a diversos puntos de trabajo e investigación sobre la salud, como el Instituto Pasteur, la Cité des Sciences o los centros de planificación familiar, “con lo cual se nos permitió conocer más acerca de los esfuerzos de Francia por mejorar la situación de salud tanto al interior de dicho país como a nivel mundial”, relata Mauricio López.
Por ello, destaca el universitario, “la experiencia obtenida es incalculable y no tan sólo por la calidad de los expositores y de las actividades realizadas, sino porque se dio un espacio continuo para que los participantes pudiésemos intercambiar nuestras ideas, confrontar las distintas realidades de nuestros países y poder coordinar proyectos a nivel internacional”.
En el marco de esta actividad, el Ministro de Relaciones Exteriores y Desarrollo Internacional de Francia, Jean-Marc Ayrault, anunció la creación de una red de Jóvenes Embajadores para los Derechos Humanos del Gobierno francés, la cual se materializó en la ceremonia del clausura del programa, efectuada en el palacio Quai d’Orsay.
Ahora, cada uno de estos jóvenes embajadores, ya de regreso en sus respectivos países, trae por misión “no tan solo potenciar los proyectos que ya teníamos antes de ser parte del programa, difundiendo y compartiendo lo aprendido, sino también trabajar de manera coordinada para mejorar la situación de los derechos humanos a nivel mundial”, afirma con entusiasmo Mauricio López.
En su caso, buscará responder a estos desafíos a través del proyecto Ágora, instancia de reflexión impulsada desde el año 2013 por su carrera, y que actualmente él codirige. En sus tres años de funcionamiento, el proyecto ha llevado adelante diversos seminarios, dedicados a inmigración, género, derechos animales y reforma previsional, entre otros temas.
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