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Académico UCN expone en el Senado y recomienda regulaciones biogeográficas a especies cosechadas en cada región

Fecha: 23 agosto, 2021

Académico UCN expone en el Senado y recomienda regulaciones biogeográficas a especies cosechadas en cada región

 La pesquería bentónica pesquería bentónica, actividad que realizan buzos, algueros y recolectores es de gran importancia en Chile, agrupa alrededor de 15 mil pescadores y recolectores de orilla, genera un retorno de alrededor de 120 millones de dólares y representa una extracción de 400.000  toneladas.

En el marco de la discusión del Proyecto de Ley que establece normas medioambientales y de adaptación al cambio climático para la industria alguera, el Académico del Departamento de Biología Marina de la Facultad Ciencias del Mar de la Universidad Católica del Norte (UCN) Julio Váquez, expuso ante la Comisión de Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura del Senado, instancia donde se conocieron las visiones de especialistas y de la comunidad, y en la que el académico e investigador de la UCN recomendó establecer regulaciones biogeográficas en relación a las especies cosechadas por región.

Durante la sesión de la comisión, Julio Vásquez enfatizó que se deben  considerar los distintos escenarios geográficos en función de la distribución de las especies que se cosechan, ya que las diferencias de los ecosistemas costeros en este país con un litoral tan extenso, generan condiciones socioecológicas muy diferentes: entre el norte de Chile y su conexión con el desierto y los extensos fiordos del sur con grandes aportes fluviales.

La pesquería de algas pardas, como toda actividad extractiva de recursos naturales, genera conflictos ambientales, sociales, culturales y políticos, por ello dijo Julio Vásquez, el Estado debería involucrarse estableciendo el porcentaje de las algas pardas que debiera ser permitido cosechar o recolectar, como se hace en países como Nueva Zelanda y Canadá, además de establecer una fiscalización al final de la cadena productiva, en las plantas de transformación y, eventualmente, en los procesos de exportación.

En el encuentro con los parlamentarios, , el Doctor en Ciencias en Ecología, explicó las principales características, realidad del cultivo y extracción de las algas pardas, comúnmente conocidas como huiro, las que se exportan en su mayor porcentaje a países asiáticos. Se trata de una pesquería multiespecífica, que se concentra en el norte del país, desde la primera a la cuarta región, principalmente por la necesidad de secado del producto, que por las temperaturas del norte permite que se realice en forma natural, a costo cero. En el norte de Chile, destacó, la pesquería bentónica es la de mayor importancia, agrupa a alrededor de 15 mil pescadores y recolectores de orilla, genera un retorno de alrededor de 120 millones de dólares y representa una extracción de 400.000  toneladas.

El país tiene tres estrategias de conservación y manejo de las algas pardas que son los parques y reservas marinas, las áreas de manejo de recursos bentónicos y las áreas de libre acceso, siendo estas últimas de donde se extrae el 95% de la producción, es decir, casi toda la producción proviene de praderas naturales, por lo cual el Estado estableció planes de manejo para estás áreas, regulando cundo y cuanto se puede cosechar y recolectar.

Proyecto

El proyecto de Ley en discusión reconoce la importancia de las algas marinas para el medio ambiente, busca proteger y regular la extracción de las algas, dispone que el cultivo, recolección y extracción de algas pardas debe realizarse de manera sustentable, procurando que las tasas de regeneración de los recursos hidrobiológicos sean superiores a las tasas de recolección o extracción y prohíbe el uso del sistema de “barreteo” como forma de recolección de algas, entre otras cosas.

Respecto al sistema de barreteo, el investigador explicó que el alga tiene ciclos complejos de vida y reproducción sexuada, lo que implica que al cortar una planta esta no vuelve a crecer, porque se elimina el centro de crecimiento y las estructuras reproductivas, por ello explicó, hace alrededor de 10 años que se han establecido políticas públicas para regular esta práctica, que significa cosechar la planta sobre los 20 centímetros de diámetro basal de la estructura de fijación, sacar la planta completa, y se recomienda que entre planta no haya un espacio superior a 2 metros, a este proceso los pescadores artesanales le llaman “barreteo”, y sólo las algas pardas de la especie Lessonia, huiro palo y huiro negro, son barreteadas. La propuesta de regulación de las cosechas que se discute en el Senado no menciona las especies de algas que pretenden ser  reguladas, y a pesar de su justificación sobre el efecto sobre el cambio climático, no existe en la propuesta ninguna mención sobre este fenómeno planetario.

 

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