El Departamento de Pastoral y Cultura Cristiana de la UCN llevó la alegría de las celebraciones dieciocheras a quienes más lo necesitan.
En cuanto se acercan las Fiestas Patrias, chilenas y chilenos se preparan para compartir con amigos y familiares durante esos días en los que abunda la comida, las fondas y el patriotismo, pero ¿qué pasa con quienes no pueden o no tienen con quién celebrar? Esta pregunta la responde el Departamento de Pastoral y Cultura Cristiana de la UCN, al acompañar durante estas fiestas a abuelitos que viven muchas veces en el abandono, a internos de la Centro Penitenciario Huachalalume, y a tantos más que con sólo compartir un momento de oración y celebración, llenan un vacío que en estas fechas se siente aún más.
Según comenta Alejandro Cuturrufo, Director del Departamento de Pastoral y Cultura Cristiana de la UCN, “este año intentamos rescatar la importancia de lo que significa nuestra patria, nuestro país, que Chile tiene que ser un hogar para todos, Chile tiene que ser una mesa para todos en la cual todos se sientan acogidos, ya sean extranjeros o los mismos compatriotas, que todos podemos celebrar las Fiestas Patrias con la misma importancia y dignidad”.
En este contexto, los distintos voluntariados de la Pastoral organizaron celebraciones dieciocheras con los habitantes del Campamento El Culebrón; con internos e internas del Centro Penitenciario Huachalalume; con la Residencia Familiar Óscar Pereira Tapia, que acoge a menores del Sename; con la comunidad universitaria de la UCN, al organizar la Misa a la Chilena en el Campus Guayacán; con personas que viven en situación de calle; con las personas que atiende el voluntariado Guayacán te abraza; y con las abuelitas que viven en la casa de reposo Aurora.
Celebraciones que llevaron alegría a quienes muchas veces son olvidados por la sociedad y que necesitan más que nunca compartir en un escenario diferente al de su realidad, es por esto que en cada encuentro los voluntarios prepararon jornadas que incluían bailes tradicionales, unas ricas empanadas, mote con huesillo, canciones, y por supuesto, la oración.
En esta línea, el funcionario destacó que la “mayoría de los voluntariados tuvo esa connotación, de que aquí nadie es ciudadano de primera, segunda o tercera categoría, aquí todos somos iguales y destacando el valor de que Chile tiene que ser un hogar para todos y en un hogar todos son importantes, tenemos distintos roles, pero en cuanto a valor, en cuanto a dignidad, es la misma para todos”.
En la actualidad hay nueve voluntariados en el Departamento de Pastoral y Cultura Cristiana: Misiones, Esperanza, Vida Nueva, Migrantes, Casa de Reposo Anita, Lazos, Ruta Nocturna, Guayacán te abraza y Grupo de Sacramento.
No hay comentarios