Actividad realizada en la Biblioteca Regional de Antofagasta se enmarcó en las charlas del COSPAR, organizadas por la UCN.
La importancia del desierto de Atacama para la investigación astronómica fue abordada dentro de un nuevo ciclo de charlas abiertas a la comunidad, dictada en esta oportunidad en el auditorio de la Biblioteca Regional de Antofagasta.
“Atacama, desde el desierto hasta las llanuras de Marte”, fue el nombre de la charla magistral que tuvo como exponente al Dr. (c) Javier Suárez Valencia, investigador de ciencias planetarias de la Universidad Constructor de Bremen.
Lo anterior fue organizado por la Universidad Católica del Norte (UCN) como parte de las actividades abiertas a todo público del COSPAR Capability Building Workshop, Data Analysis for Planetary Sciences, encuentro mundial de astronomía y ciencias que por estos días se realiza en la Casa Central del plantel.
Suárez Valencia inició explicando los factores que hacen al desierto de Atacama tan apetecido por la comunidad científica para considerarla como uno de los enclaves mundiales en la investigación espacial.
“La característica principal es la falta de lluvia. El desierto es muy seco y bueno, también tenemos la presencia del anticiclón subtropical del sur, que es una corriente de viento bastante seca, que también impide que los vientos húmedos del Norte y del Sur lleguen, y eso genera aridez. También tenemos la corriente de Humboldt, que es una zona de movimiento de aguas oceánicas frías que vienen de la Antártida, y al ser tan frías no permiten la evaporación del océano, limitando la formación de lluvia. Y, por último, tenemos su ubicación, que es en la zona más gruesa de la cordillera de los Andes, la cual además es la más alta, impidiendo que las lluvias amazónicas y toda la evaporación de la selva pasen esta barrera y lleguen a esta zona”.
MARTE
El investigador además explicó que las características topográficas del desierto de Atacama son tan similares a lo que se tiene registrado de las planicies del planeta Marte, que por ello ha sido elegido por la comunidad científica como campo de entrenamiento para probar los aparatos que posteriormente terminan siendo enviados al planeta rojo. “El desierto de Atacama nos ha permitido observar el espacio de forma casi ininterrumpida durante 40 o 60 años. Entonces, grandes descubrimientos que se han hecho -como estudios de galaxias, hallazgos de supernovas y análisis de nebulosas- se han hecho con los telescopios que están instalados en Atacama. Y en cuanto a Marte, hemos visto que el desierto se ha utilizado como un terreno de prueba para todas las tecnologías técnicas y procesos que utilizan los robots que están en ese planeta”, finalizó.
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