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Dr. Carlos Monardes: “En agricultura hay mucho por hacer en la región de Coquimbo”

Fecha: 13 junio, 2023

Dr. Carlos Monardes: “En agricultura hay mucho por hacer en la región de Coquimbo”

Académico de la Escuela de Ingeniería de la UCN Coquimbo obtuvo recientemente su doctorado.

El académico de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Católica del Norte (UCN) Coquimbo, Carlos Monardes, obtuvo el grado de doctor en Ciencias de la Ingeniería con mención en Área Ingeniería Industrial y de Transporte, en la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Ingeniero civil industrial de la UCN, se perfeccionó en el área de investigación de operaciones, con el propósito el optimizar recursos. El profesional cuenta cómo nació esta idea y cómo, a través de su grado, puede apoyar a la agricultura, a las empresas vinícolas y pisqueras, las cuales son un sello de la región de Coquimbo.

¿Cómo se gestó el doctorado que realizó y cómo nació el interés en esta área?

Inicialmente hice otro perfeccionamiento, un magíster en la Universidad Católica donde tuve la posibilidad de conocer a quien fue mi profesor supervisor en el doctorado.

En ese momento, la UCN estaba con el Proyecto Reinventando las Ingenierías, que consistía que en el año 2016 todas las ingenierías civiles o de base científica iban a cambiar su extensión de seis a cinco años. Y para lograr eso, además de lograr una mejor adhesión de los estudiantes a nuestros programas, se idearon diferentes opciones de perfeccionamiento y entre ellas estaba la opción que los académicos que no tuviésemos el grado de doctor pudiésemos doctorarnos.

Ahí surgió la oportunidad, yo planteé una propuesta de investigación a mi unidad académica, que es la Escuela de Ingeniería, ellos la aprobaron y a partir de eso pude comenzar este perfeccionamiento en la Pontificia Universidad Católica de Chile.

LA UCN

¿Cuándo entró a trabajar a la UCN?

Yo fui alumno de la Universidad y estudié en Antofagasta la carrera de Ingeniería Civil Industrial. Entré cuando éramos la cuarta generación, porque la carrera había iniciado hace poco y se impartía en ese entonces en el Departamento de Ingeniería de Sistemas y Computación.

Ahí nació mi acercamiento a la UCN, después fui ayudante en diferentes cursos y luego el jefe de carrera en ese momento, don Raúl Carrasco; junto con el director del Departamento, que después fue rector, don Jorge Tabilo, me preguntaron si quería trabajar como profesor, a lo que les dije que sí. Ellos estaban creando en ese momento un nuevo departamento. Así que terminé mi carrera y me quedé trabajando como profesor. Luego, en 2010 surgió la posibilidad que se abrió la Escuela de Ingeniería en Coquimbo, con las mismas carreras que se impartían en Antofagasta y decidí mudarme para acá, porque era un bonito desafío, levantar desde cero todas las ingenierías.

¿Cómo se traduce el aporte de un doctor en la Escuela y en el proceso educativo con los estudiantes?

Es importante destacar que esta Escuela de Ingeniería nació como parte de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Geológicas, pero ahora somos parte de la Vicerrectoría de Sede.

Un doctor en la Escuela tiene un valor muy importante, porque este año se abrió el programa de Doctorado en Sistemas de la Ingeniería, y en este sentido la unidad se está volviendo más compleja.

Los primeros años estuvieron enfocados en la docencia de pregrado, en sacar buenos estudiantes y ahora hemos ido avanzando en complejizar el tema de investigación, el aporte a la comunidad, la vinculación y, en este sentido, el doctorado ayuda bastante, porque llegamos con conocimientos más avanzados para aportar tanto al programa de doctorado como a los estudiantes de pregrado y a la comunidad.

De hecho, mi tesis doctoral tiene que ver con algo no muy teórico, más bien práctico. Mi tesis se llama “Planificación de la producción en ambientes altamente complejos, el caso del vino”; y básicamente esta decisión la tomé porque le dije a mi supervisor que quería trabajar en investigar algo que generara valor en la región donde me desarrollo. Entonces, yo le decía que acá había harta agricultura y que veía hartas oportunidades.

A través de modelamientos matemáticos y apoyo de soporte computacional uno puede optimizar la asignación de recursos, la planificación de recursos y, en mi caso, eso lo utilicé para planificar recursos dentro de las viñas, de las compañías vitivinícolas.

Mi línea va por ese lado, que se conoce como investigación de operaciones en agricultura, el conocimiento de planificación de la producción de las viñas, de cómo hacer la elaboración del vino.

PROYECCIONES

¿Cuáles son sus proyecciones a partir de este nuevo grado obtenido?

Mis proyecciones, primero en lo académico, desde el punto de vista del doctorado, es muy importante que yo pueda aportar al desarrollo de este programa, ayudar a su fortalecimiento y a desarrollar más ciencia, además de la formación de nuevos profesionales en ese ámbito.

Del mismo modo, el conocer nuevas herramientas me ayuda a poder aclarar y a transmitir hacia los estudiantes de pregrado todo lo que es el entorno de la región, que a veces no es muy conocido o no va muy de la mano dentro de nuestros procesos formativos. Siento que mi aporte va en esa línea, en cómo incorporar estas herramientas que son de ingeniería industrial a otra área que es bien potente que es la agricultura.

¿Por qué es importante potenciar el programa de perfeccionamiento de la Universidad?

Creo que las personas que vienen formándose con la Escuela de la UCN tienen un sello, una identidad y un sentido de pertenencia distinta a un académico que viene de afuera y, en ese sentido, siento que es importante que logremos un balance entre personas que hemos sido formados en la UCN y personas que vienen con conocimiento de punta del extranjero.

En ese aspecto para poder potenciarnos necesitamos sin duda abrir oportunidades de perfeccionamiento a nuestros académicos y estudiantes. En este punto, en especial me gustaría destacar que durante mi tesis junto a un estudiante de pregrado de Ingeniería Civil Industrial de la UCN Coquimbo, trabajamos en un proyecto con Capel, el cual se transformó en un artículo científico publicado en la revista International Transactions in Operational Research (ITOR).

Retomando la pregunta, considero que los programas de perfeccionamiento son muy buenos, ya que le permite a la persona que está haciendo el perfeccionamiento enfocarse sólo en sus estudios y no tener la preocupación de generar otro tipo de recurso para mantener a la familia, porque eso ya es un poco más complicado, y el hecho de contar con el apoyo de la Universidad  es muy bueno. Sin mencionar que las personas que toman estos programas son personas comprometidas con la Institución y que sienten que hay mucho por hacer.

¿Qué mensaje enviaría a sus colegas en relación al perfeccionamiento?

Siento que el perfeccionamiento es una oportunidad muy importante en cuanto a los apoyos que se obtienen, pero desde el punto de vista de los logros es más importante. Porque la idea es que cuando termines puedas plasmar esos ideales que te motivaron a hacer el perfeccionamiento y ponerlos en práctica en tu región y ese es otro desafío.

El perfeccionamiento es un buen camino, porque te permite desarrollar nuevas habilidades de investigación, de aportar a través de la postulación de proyectos y a la vez el apoyo a la docencia, a la formación de nuestros estudiantes, a compartir las experiencias y poder transmitir el conocimiento de punta hacia ellos. Es muy valioso, así que todo aquel que tenga la posibilidad, que lo haga.

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