Christian Godoy revisa su vida laboral y reflexiona sobre la carrera en la actualidad.
Entre 1999 y 2003 Christian Godoy Rivera estudió en la Escuela de Periodismo de la Universidad Católica del Norte (UCN), carrera e Institución que luce con orgullo en su cotidianidad laboral. Si bien reconoce que no fue su primera opción, bastó sólo poco tiempo para quedar cautivado por los encantos de la profesión.
Godoy ha trabajado en prensa y en comunicaciones corporativas, donde ha mantenido actualizados sus conocimientos a través del Máster de Marketing Digital en OBS Business School y la Universidad de Barcelona, y diplomados en Marketing Digital y en Community Manager en distintas universidades de Chile y España.
En 2014 fundó CP Comunicaciones junto a su cónyuge y también periodista UCN, Pamela Rodríguez. A casi 10 años de este hito, Godoy analiza el estado de la profesión a partir de su historia laboral.
¿Cómo se decidió a estudiar Periodismo?, ¿fue su primera opción?
Debo reconocer que no lo fue, ya que quería estudiar teatro al haber salido del Liceo Experimental Artístico, LEA. Ingresé a Periodismo porque mi familia me dijo que “hiciera el intento” de ser universitario y saber si me interesaba.
Luego, en segundo año ingresé a El Mercurio de Antofagasta apoyando en una extinta revista llamada “Sabella”, donde hacíamos columnas de música y arte. En el tercer año de la carrera me llamaron para hacer reemplazos los fines de semana y de ahí estuve casi 10 años siendo periodista, pasé por varias áreas y luego fui uno de los primeros editores de Soy Antofagasta, Radio Digital y Positiva.
¿Cómo fue su paso por la Escuela?, ¿qué herramientas le dejó la carrera?
Me siento muy orgulloso de la generación en la que estuve, ya que fuimos pioneros en muchas cosas. Mis compañeros fundaron Paquidermos, la primera radio digital online de la Escuela y también fui parte del proyecto El Pensador como uno de sus fundadores.
Fuimos inquietos, apasionados y sin miedo al ensayo y error… aunque suene viejo, estuvimos en el paso de reportear con grabadora de cassette, hasta revisar en la web el motor de búsqueda Altavista, antes de Google, haciendo notas con papel y lápiz. Nuestros docentes fueron muy buenos apoyos. Irene Ramallo, Rubén Gómez, Isidro Morales, Sonia Leyton, Heleny Méndiz y tantos otros que nos ayudaron mucho en este camino. Como mención especial, la querida Cecilia Araya que siempre fue muy preocupada por nosotros…
Ya egresado, ¿le costó encontrar trabajo?
Ingresé en tercer año de la carrera a El Mercurio de Antofagasta, por lo que compatibilicé los estudios con el trabajo. Fue increíblemente difícil, ya que hubo momentos que trabajaba y estudiaba todos los días. La labor era de lunes a lunes, ingresando a pauta en el diario, para luego ir raudo a las clases.
Fueron momentos muy tensos, pero muy apasionantes, ahora que lo pienso… no puedo dimensionar cómo podía hacer todo eso a la vez, pero la verdad es que el periodismo apasiona muchísimo y ese motor hace que te levantes y motives y saques a relucir tus verdaderas capacidades.
Imagínate, yo venía de un colegio artístico donde las comunicaciones no eran el fuerte, pero en la Escuela aprendí todo de cero, aunque también aprendí a ser un verdadero reportero en el propio diario, con mi mentor Patricio Vega, quien fue editor en mi época y Claudia Zazzali, mi mentora actual.
¿Cómo ha sido su vida laboral hasta ahora?, ¿qué proyecciones tiene?
Estuve 10 años en El Mercurio de Antofagasta, saliendo como editor del Soy Antofagasta. Luego estuve nueve años como encargado de Comunicaciones de la Corporación Cultural de Antofagasta, entidad que administra el Teatro Municipal, donde viví momentos maravillosos con el arte y la cultura.
Fueron casi 20 años de hacer lo que me apasionaba, que es hacer periodismo de calle y luego apoyar a los movimientos artísticos. Tras aquello, se dio la oportunidad junto a mi señora, socia y colega, Pamela Rodríguez, quien también salió de Periodismo de la UCN, en fundar CP Comunicaciones.
Nuestra agencia actualmente tiene varios clientes a nivel regional y nacional, siendo cuna de periodistas que recién están partiendo y otros consolidados, justamente de la UCN, mezclados con diseñadores, fotógrafos y audiovisualistas de excelencia, los cuales en estos cuatro años de vida, nos hemos consolidado en la industria, específicamente en comunicación digital, corporativa y externa.
Es un camino gigantesco el de ser un pyme y tener una empresa, pero hay mucha materia prima en esta ciudad y hay que saber sacarle provecho, especialmente trabajando con personas que realmente entienden las metas y sueños que se tienen, así vamos avanzando y de manera muy fuerte.
¿Qué le diría a quienes si bien quieren estudiar Periodismo están indecisos si estudiar esta carrera?
Difícil pregunta de cómo está el mercado… Estudiar Periodismo debe ser con convicción, no soy quién en decir que fue la primera opción, pero desde el primer momento, las primeras clases, me di cuenta de que esto es lo que quería hacer.
La formación de la Escuela se debe tomar muy en serio, porque ya en segundo o tercer año te das cuenta si tienes la capacidad para salir a la calle y buscar tu lugar en el mundo laboral.
Actualmente, los estudiantes de Periodismo no están ejerciendo como periodistas como tal, quieren ser pyme, gerentes casi al salir y eso no pasa si no te formas primero académicamente. Quizás de forma paralela o apenas salgas, debes palpar el terreno, sentir el rigor de ir aprendiendo y ganando experiencia de manera paralela.
Las prácticas profesionales son claves, de ahí sacas a relucir de lo que eres capaz. He recibido a decenas de estudiantes en práctica y actualmente son directores de comunicaciones de empresas importantes, son colegas de medios y hasta algunos ya trabajan conmigo. Es una carrera maravillosa, en la cual, si lo haces bien, te hará sentir orgulloso de lo que elegiste.
¿Recomendaría estudiar Periodismo en la UCN?
Me siente orgulloso de lo que estudié, por lo que lo recomiendo de todas maneras. Mi pie de firma siempre ha sido “Periodista UCN”, al igual que otros colegas que han salido de universidades prestigiosas de Santiago o el extranjero.
Me gusta decir dónde estudié y cómo me formé, por lo que recomiendo de todas maneras estudiar esto, pero insisto en un punto: no sacan nada con estudiar si no compatibilizan esa inquietud y esas ganas de “cambiar el mundo”, con salir a la calle, estar en terreno, hacer contactos y dar todo lo que tienen en las prácticas. Actualmente, con un mundo hiperconectado, se pueden hacer muchas cosas, solo hay que atreverse y avanzar.
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