Mónica Guzmán González, decana de la Facultad de Humanidades de la Universidad Católica del Norte.
Su visión sobre el liderazgo femenino y los desafíos y oportunidades que enfrentan las mujeres en una sociedad caracterizada por nuevos paradigmas y cambios acelerados, expuso la Dra. Mónica Guzmán González, decana de la Facultad de Humanidades de la Universidad Católica del Norte (UCN).
La autoridad, quien asumió el cargo en julio del presente año, profundizó en el rol de las mujeres en las instituciones de educación superior y en los retos y problemáticas que deben afrontar y resolver.
Psicóloga y doctora en Psicología de la Pontificia Universidad Católica de Chile, psicóloga Clínica Acreditada y diplomada en Sexualidad Humana por la Universidad Diego Portales, la profesional posee además formación de postítulo en Psicoterapia Estratégica Breve del Instituto Milton H. Erickson de Santiago y en Terapia Familiar y de Parejas en el Instituto Chileno de Terapia Familiar. Asimismo, obtuvo la especialización como Terapeuta de Parejas por el mismo instituto.
Tiene además experiencia clínica en la atención de población adulta y parejas desde hace más de 20 años. Ha sido investigadora responsable y co-investigadora de varios proyectos Fondecyt y tiene más de 60 publicaciones en temáticas relativas al apego adulto, las relaciones de pareja y salud mental, entre otras. Se ha desempeñado como académica titular de la Escuela de Psicología de la UCN y en la actualidad es decana de la Facultad de Humanidades.
En su opinión ¿cuáles son las características que definen el liderazgo femenino?
Primero precisar que no sé si sea posible hablar de liderazgo femenino como un concepto uniforme, pues hay distintos tipos de liderazgo y una amplia diversidad: diversidad de personas, de perfiles y es donde me parece que justamente radica su valor y riqueza. Dicho lo anterior, creo que está ocurriendo un cambio lento pero progresivo hacia el reconocimiento de la contribución de las mujeres en su entorno de acción y la emergencia de liderazgos femeninos potentes, con mujeres altamente preparadas y preocupadas por el bienestar comunitario, y que además ha supuesto poner en discusión problemáticas sociales no resueltas.
¿Qué aspectos positivos tiene este tipo de liderazgo y cuáles son las principales dificultades que enfrenta?
Lo positivo, es avanzar hacia una democracia de género, que incorpore activamente los cambios socioculturales que están ocurriendo en el mundo, con presencia de mujeres competentes, capaces de proponer innovaciones en todos los ámbitos del quehacer profesional y humano, contribuyendo con experiencias y saberes que en el pasado se han invisibilizado. Las principales dificultades siguen estando representadas por la marcada segregación de las mujeres que todavía persiste en ciertos espacios, sobre todo en cargos de poder. Sigue también representando un desafío la deconstrucción de estereotipos de género que aún persisten, a veces incluso en formas silenciosas y menos evidentes.
¿Cómo enfrenta el desafío de ser decana de la Facultad de Humanidades?
Es un desafío que asumo con mucho entusiasmo y con la motivación de poner al servicio de la facultad mis capacidades y energía para ojalá posicionarnos en un rol clave dentro de la universidad. Ello dado que las disciplinas insertas dentro de la facultad (inglés, periodismo, psicología) poseen una responsabilidad especialmente relevante en contribuir al desarrollo de las personas y de la sociedad, con particular énfasis en las necesidades y prioridades de la macro zona norte. Asimismo, espero que la equidad, la unidad y el trabajo colectivo sea un sello de este nuevo período y orientaré mis esfuerzos hacia ello. Por último, también espero que durante mi gestión se puedan tender puentes entre las unidades que conforman la facultad, así como entre académicas/os estudiantes y personal de apoyo a la academia, bajo la convicción que el aporte de todas y todos es esencial.
¿Cómo avanza su unidad académica en el contexto de abrir nuevos espacios para la mujer?
Creo que en este punto es importante primero reconocer y destacar los movimientos iniciados por mujeres (estudiantes, funcionarias) dentro de la universidad desde hace unos años y que hoy permiten que las temáticas de género estén fuertemente instaladas en la agenda pública y también dentro de la universidad. Tengo la convicción de que es necesario instalar procesos equitativos en la toma de decisiones y en la gestión desde un enfoque de género e inclusión, lo que además es coherente con las políticas que está desarrollando la UCN en estas materias. En tal sentido, espero poder plasmar durante mi gestión dichos principios dando espacio y voz a las mujeres en los distintos ámbitos del quehacer académico.
¿Qué medidas se podrían implementar para avanzar hacia una equidad de género efectiva en el contexto universitario a nivel nacional?
Chile ha suscrito acuerdos internacionales en resguardo de los derechos de las mujeres por tanto nuestro país tiene la obligación de responder en materias de equidad de género y disminuir las brechas entre hombres y mujeres en distintas esferas de la sociedad. En ese contexto, el rol que tienen las universidades como espacios de formación es clave. En el caso de la UCN, ya se están dando pasos en esa línea con la creación de la Dirección de Género. Que las universidades tengan claridad respecto de los planes de acción en materias de vulneración de derechos de las mujeres, la diversidad sexual, así como protocolos que regulen la convivencia al interior de las universidades es un paso muy importante.
Sin embargo, es importante considerar que la reversión de las asimetrías de género es un proceso lento, que supone la implementación de cambios estructurales en la educación superior en su conjunto. Es un proceso de deconstrucción del lugar de las mujeres, que históricamente se ha pensado siguiendo modelos masculinizados.
Desde mi punto de vista, el avance hacia una equidad de género en las instituciones de educación superior implica poner en marcha acciones efectivas tanto en la formación, administración y elaboración de políticas que incorporen dimensiones como la de género, equidad, diversidad, ciudadanía, como parte del diseño de planes de estudio de todas las carreras. En la actualidad existen todavía carreras altamente segregadas, donde la participación de mujeres en carreras históricamente masculinas es muy minoritaria (por ejemplo, las ingenierías) y es importante que las universidades realicen esfuerzos en revertir dicha segregación. En materia de formación, también es importante que exista una educación con perspectiva de género y que sea acorde con las necesidades y características de cada unidad.
Asimismo, propender a aumentar el número de mujeres pertenecientes a las plantas académicas, la revisión de reglamentos, la instalación de prácticas que reflejen un cambio de estrategias, tendientes hacia la inclusión y participación de mujeres en procesos político-administrativos. También generar mayor sensibilidad a la incorporación de mujeres en ciencia, que haya mayor financiamiento de investigaciones que den cuenta de las brechas existentes en esta materia. Sin embargo, insisto en que estas transformaciones y la modificación de la cultura académica supone tiempo.
¿Cómo visualiza la presencia de las mujeres en las esferas de poder y de toma de decisiones en el futuro del país?
Considero que Chile, está dando pasos importantes hacia la incorporación de mujeres en cargos claves. Ejemplo de ello son los resultados de la votación por la Constituyente. Ahí podemos ver un reflejo de lo que serán los liderazgos políticos a futuro. El que haya una mujer tan preparada como Elisa Loncón representa además la diversidad cultural. En ese sentido las elecciones marcarán el camino y los próximos desafíos, que deberán tomar las instituciones. Sin embargo, es importante señalar que su presencia per se, no representa el gran cambio. Lo importante es que el cambio cultural se construya con mujeres conscientes de las inequidades de género, etnia, diversidad sexual, nivel socioeconómico, educación, edad, entre otras.
¿Qué consejo daría a las nuevas generaciones para incorporar a un mayor número de mujeres en posiciones de liderazgo?
Más que consejo, creo importante recalcar la importancia que tiene el que las mujeres nos podamos hacer partícipes de espacios de tomas de decisiones y también de cargos directivos, porque supone avanzar en la equidad de género.
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