Académico destaca que entre los factores se cuenta un cambio en el comportamiento de compras por parte de la población.
“El periodo de deflación experimentado en el país refleja un estancamiento en la demanda interna, fruto de la inestabilidad político económica, en que la gente teme perder su fuente de empleo, y posiblemente también está mostrando una mayor conciencia de ahorro como resultado del momento económico del país”.
Así lo manifestó el Dr. Dusan Paredes, académico de la Facultad de Economía y Administración de nuestra Universidad, en relación al Índice de Precios al Consumidor (IPC) negativo registrado en diciembre, el que llegó a -0,2%, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
El economista explicó que no hay que alarmarse al respecto, y precisó que el concepto de deflación debe ser entendido como la reducción sostenida en el tiempo de los precios.
Analizando el IPC, el académico dijo que el fenómeno es parecido a un termómetro: los precios se construyen sobre la base de la oferta de bienes y la demanda de la población. A mayor demanda, quienes ofrecen tratan de aumentar la producción, pero cuando esto no es posible, se visualiza el ajuste de los precios. La variación de precios indica cómo la demanda está creciendo en relación a la oferta existente.
“Entonces, al presentarse un IPC negativo, como ocurrió en diciembre, lo que está sucediendo es que se producen más bienes respecto de lo que requiere la gente, mientras que los valores de los productos disminuyen”.
AHORRO
En el ámbito macro económico, agrega que una de las interpretaciones es que la inflación negativa se da en momentos en que la población reduce sus comportamientos de compra.
Esto puede verse desde distintos puntos de vista, explicó el especialista de la UCN. Mientras los empresarios tienen una visión negativa respecto a la deflación, hay analistas que lo ven desde el ahorro de las familias, por tratarse de un momento difícil en lo laboral, con proyectos que no se están ejecutando, entre otros factores.
Siendo más optimista, el Dr. Paredes señaló que se puede pensar que los precios registran una disminución, algo que se percibe en alguna medida en el mercado inmobiliario de la Región de Antofagasta; en tanto que las tasas de interés presentan una baja, pero las barreras de entrada para conseguir un crédito hipotecario se han mantenido o son más estrictos en el último tiempo.
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