Investigadores entregan antecedentes para entender el fuerte movimiento telúrico que afectó la zona central de Chile.
Nuevos antecedentes sobre el reciente terremoto de magnitud 6,9 que afectó la zona costera de la Región de Valparaíso el pasado lunes 24 de abril, y que fue registrado en distintas localidades de la zona central de Chile, aportó el Centro Nacional de Investigación para la Gestión Integral de Desastres Naturales (Cigiden).
Según el organismo, el movimiento telúrico correspondió a una actividad normal producto del proceso continuo de subducción que experimentan las placas de Nazca y Sudamericana frente a la costa del país. Este evento se ubicó en la misma zona donde ocurrieron los terremotos de Valparaíso de 1906 (8,2) y de San Antonio en 1985 (8,0).
En este contexto, investigadores del Cigiden recopilaron el registro de ondas sísmicas de la red mundial de sensores provisto por “Incorporated Research Institutions for Seismology” (IRIS). El objetivo de este trabajo fue establecer la magnitud y profundidad donde ocurrió la ruptura y el modelo de ruptura (localización del plano de falla y estimación del desplazamiento máximo).
El académico de nuestra Universidad e integrante de Cigiden, Dr. Gabriel González López, explicó que el empleo de estos datos sísmicos permitió establecer que la magnitud del evento fue de 6.9 Mw, ocurrido a unos 25 kilómetros de profundidad, y que fue generado por un régimen compresivo, consistente con el proceso de subducción.
Agregó que este tipo de rupturas ocasiona desplazamiento de la corteza, pudiendo propiciar la ocurrencia de un tsunami. El modelo de falla determinado para este evento, muestra que la zona de contacto que se activó entre las placas de Nazca y Sudamericana está inmediatamente costa afuera de Valparaíso, mientras que el deslizamiento máximo fue inferior a un metro y se encuentra ubicado cerca del hipocentro del sismo.
Estos desplazamientos ocurren en el plano de falla, que en este caso corresponde a la interface entre las dos placas tectónicas que experimentan subducción. Dicho plano se encuentra inclinado y va aumentando su profundidad a medida que entra bajo el continente.
TSUNAMIS
Desde el inicio de la secuencia de movimientos telúricos, iniciada el viernes 22 de abril, en la zona se han registrado más de 130 sismos. Dadas las características de sucesión de estos eventos y las magnitudes reportadas, se puede concluir que la secuencia ha estado caracterizada por sismos precursores, réplicas y un terremoto principal de magnitud 6,9.
Los investigadores añaden que, considerando la información disponible, no es posible anticipar el desenlace de esta secuencia o anticipar la ocurrencia de un sismo mayor en la región.
Asimismo, a partir de los datos de la ruptura sísmica fue posible determinar las condiciones de generación de tsunamis. Para ello se debió traducir el desplazamiento inter-placas en movimiento vertical del fondo marino y la costa.
Debido a este terremoto, el desplazamiento vertical del fondo oceánico mostró un alzamiento máximo del fondo marino cercano a los 15 centímetros. También se observó un pequeño descenso del terreno a nivel de la costa.
Las condiciones de este terremoto generaron perturbaciones pequeñas en la superficie del mar, lo que explica que las olas medidas en los mareógrafos del SHOA sean pequeñas. No obstante, el tiempo de arribo de las primeras olas fue cercano a 10 minutos, lo que da cuenta de la cercanía de la fuente tsunamigénica.
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