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“La tecnología empieza a dominar no solo el aprendizaje, sino también la generación y transferencia de conocimiento”

Fecha: 11 noviembre, 2022

“La tecnología empieza a dominar no solo el aprendizaje, sino también la generación y transferencia de conocimiento”

El rector de la Universidad de Talca, Dr. Carlos Torres Fuchslocher, abordó la masificación de la digitalidad, que compele a personas e instituciones a adaptarse.

Esta semana se realizó en la Casa Central de la Universidad Católica del Norte (UCN) la XI versión del encuentro de la Red Nacional de Centros de Apoyo a la Docencia (ECAD).

En la ocasión, la charla inaugural la brindó el rector de la Universidad de Talca, Dr. Carlos Torres Fuchslocher, quien expuso sobre el paradigma digital, un concepto que refiere a todos los cambios que ha venido generando en la sociedad el desarrollo de la internet, que día a día permea la actividad de millones de usuarios.

En su intervención, Torres -quien también es cofundador y director del Centro Tecnológico Kipus- dijo que los profesionales del mañana deberán interactuar en un mundo dominado por la tecnología. “La profundización del dominio de la tecnología es evidente. Hoy, cuando revisamos las principales corporaciones del mundo, las de mayor presencia bursátil, se trata de empresas tecnológicas como Microsoft, Apple, Google, Meta, etc. Y eso no era así hace cuatro años. Segundo: cuando pensamos en el despacho de carga en un sistema eléctrico, o la generación eléctrica, el 99% de eso es comandado por algoritmos, es decir, no hay personas en esas actividades. Tercero: nuestros fondos en la bolsa en las AFP, en un 85% son puestos en el mercado por algoritmos. Cuarto: en Estados Unidos el 50% de las parejas se unen a través de algoritmos que encuentran sus paridades. Es decir, no podemos desconocer que el dominio tecnológico es evidente”.

PARADIGMA DIGITAL

El paradigma digital entrega economías de escala, donde se reduce lo que en el pasado generaba la producción en masa. También se encuentra el fin de la distancia (usuarios que pueden tener conexión a la distancia), aprendizaje asincrónico (donde se adquiere independencia del tiempo y espacio, permitiendo que el usuario repase el contenido cuantas veces desee) y la huella digital. “La huella digital se produce cada vez que interactuamos en la internet, especialmente en redes sociales. Esa actividad va quedando registrada y ya alguien lo sabe. Por ejemplo, un algoritmo puede conocer las tendencias sexuales de una persona con apenas cinco fotografías que esta haya publicado en sus redes sociales, o con 150 likes el algoritmo puede determinar la personalidad del usuario mucho mejor que este mismo. Todo lo que dejamos en las redes sociales va quedando registrado”.

Para el rector de la Universidad de Talca esto tiene aspectos positivos y negativos, entre estos últimos el que la información registrada sea utilizada con fines comerciales; pero en lo positivo la huella digital puede pesquisar tempranamente potenciales afecciones de salud mental. “Existen en ciertas universidades sistemas especializados de desempeño académico, pero también podemos ver cuáles son los medios de aprendizaje que le resultan más familiares y convenientes a cada persona, canalizando esa actividad desde el punto de vista de las casas de estudios”.

¿Cuáles podrían ser algunas de las conclusiones que nos deja la experiencia de casi tres años de pandemia, en lo que es la enseñanza y la aplicación de la tecnología?

-Las restricciones sanitarias profundizaron un cambio tecnológico que ya venía dándose y nos enfrentó a la realidad, y es que la tecnología empieza a dominar no solo el aprendizaje, sino también la generación y transferencia del conocimiento.

A nivel general, ¿estaría este desarrollo digital dejando a gente afuera, como por ejemplo los mayores?

-Creo que la alfabetización digital en el nivel básico obviamente permite el acceso a ciertos servicios, que hoy están digitalizados, otros todavía no, pero en un futuro muy próximo muchos de los servicios que hoy conocemos van a darse en forma digital. Y, por supuesto, eso significa un esfuerzo en el cual tenemos que concurrir para que las personas mayores que no tienen un grado de dominio de los canales digitales, puedan acceder a esos servicios de manera equitativa.

En el contexto nacional, ¿en qué ha quedado al debe la educación superior en lo que respecta a adaptarse a sistemas como Zoom o esto que viene a ser el “tele estudio?

-No sé si al debe, porque la situación de pandemia lo que nos impuso fueron condiciones que tuvimos que asumir en emergencia, pero sí, en paralelo, nos damos cuenta de que la velocidad de los cambios tecnológicos y sociales nos invitan o nos obligan a que tengamos que cambiarnos nosotros también rápidamente en la forma en que hacemos las cosas.

Las y los estudiantes de hoy no aprenden de la misma forma que nosotros en su tiempo. Hay otros medios, videos cortos y realidad virtual, que son mucho más familiares a las y los estudiantes que las formas tradicionales de ver la docencia.

¿Cuáles podrían ser algunas de las conclusiones de lo que nos ha dejado hasta este momento la pandemia en lo que tiene que ver con el mundo digital?

-Más que la pandemia, insisto en lo que es el paradigma digital. La principal conclusión es que esto partió y partió hace tiempo. Cada vez es más profundo. Y la invitación es a las universidades, a las instituciones de educación superior, para que se sumen rápidamente a los cambios tecnológicos, porque es la única manera de hacer futuro.

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