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Marco Chait Bollo: “La permanencia en la UCN ha sido mi vida y el agradecimiento es eterno”

Fecha: 4 abril, 2022

Marco Chait Bollo: “La permanencia en la UCN ha sido mi vida y el agradecimiento es eterno”

El académico Marcos Enrique Chait Bollo trabajó 46 años para la Universidad Católica del Norte (UCN), -36 en Antofagasta y 10 en Coquimbo-. Ahora, en condición de profesor adscrito ha asumido la función de encargado de prácticas en la Escuela de Ingeniería de la UCN sede Coquimbo.

Se despide como profesor pero no como ingeniero. Además, seguirá cultivando su pasión por la música, disfrutando de su vida familiar y en paralelo adelantando proyectos de desarrollo tecnológico, porque asegura, nunca dejará de estudiar.

Así lo cuenta en entrevista el profesor de la Escuela de Ingeniería de la UCN sede Coquimbo, Marcos Enrique Chait Bollo, quien se retira definitivamente de sus funciones en la universidad, en la que inició su vida profesional y logró crecer en todo ámbito.

Además de ejercer la docencia en la UCN, fue varias veces jefe de carrera, director de unidad, representante académico ante el Consejo Superior e incluso Director General de Docencia en el periodo 1992-1993. Recientemente, en la última elección de Rector, ejerció el cargo de miembro del Colegio Electoral, siendo elegido por la comunidad académica.

Este es un repaso por su faceta como académico e integrante de una casa de estudios por la que siente inmensa gratitud.

Cómo comenzó su historia en la UCN, institución en la que estuvo por 46 años

“Esto inició en Valparaíso, cuando estaba terminando mi carrera en Ingeniería Civil Electrónica, -en la Universidad Técnica Federico Santa María (1970-1976)-, y eran años muy difíciles en los cuales prácticamente no había trabajo. De mi generación éramos cuatro y tres de ellos emigraron.

En ese momento me ofrecieron la oportunidad de irme a la UCN en Antofagasta. No conocía absolutamente nada del norte pero como no quería irme del país, postulé al cargo y quedé. Mi título tiene fecha 10 de marzo e ingresé a la universidad el 15 de marzo y me incorporé a trabajar al Departamento de Electrónica UCN.

En el año 1985 dejé la electrónica definitivamente y pasé al Departamento de Ciencias de Computación e Informática, -después llamado Departamento de Ingeniería de Sistemas y Computación-, en el que estuve bastante tiempo, siempre ejerciendo docencia, pero también ocupando otros cargos dentro de la universidad como jefaturas de carrera. En el año 2007 fui elegido director del Departamento de Ingeniería en Sistemas de Computación”.

Ahora, ¿por qué escogí la docencia? porque desde el segundo año de mi carrera comencé a trabajar dando clases particulares a niñas y niños y luego, como ayudante en la universidad, estuve permanentemente apoyando a los estudiantes en el ramo de física, así que esa fue mi formación paralela”.

¿Y cuándo se dio el cambio de ciudad y sede?

“En el año 2010 se creó la Escuela de Ingeniería en la UCN sede Coquimbo, que fue fundada por el profesor Héctor Soza y en algún momento se requería un cargo que tenía justamente mi perfil profesional, que se inclina más a lo tecnológico.

Veo el hardware y toda la electrónica que soporta la computación, trabajo en la línea de arquitectura de computadores, sistemas digitales, sistemas operativos, y redes.

También fue un punto importante que mi esposa Teresa, originaria de Viña del Mar, quería mudarse, además que nuestros hijos, uno de ellos Geólogo de la UCN y el otro cirujano dentista, ya se habían ido de la casa, así que postulé al cargo y nos vinimos”.

Entonces fue parte del equipo pionero de la Escuela en la UCN Coquimbo…

“Así fue, nos tocó empezar la primera parte de formación profesional en la sede, por eso me siento muy iniciador de lo que fue el gran crecimiento de la Escuela de Ingeniería y nos congratulamos con la cantidad de estudiantes que hemos recibido estos años”.

Todo esto coincidió con el tremendo avance tecnológico de la era moderna

“Es que el avance tecnológico es una constante en nuestra profesión. Yo tuve un trabajo paralelo a la universidad, fui ingeniero de soporte para la Corporación Burroughs. En esos tiempos llegó un computador institucional y asumí el cargo de ingeniero de soporte, así que tomé media jornada como docente.

Fui ingeniero de soporte del único computador de la UCN y no solo era de la universidad, con ese equipo le prestábamos servicios a grandes empresas de Antofagasta, así que era una responsabilidad bastante grande y eso por supuesto me fue formando en la tecnología.

Actualmente los celulares tienen mucha más capacidad de procesamiento que lo tenía ese computador, pero eso habla del poder de las redes y la tecnología. Gracias a Dios, he sido testigo cercano de los avances tecnológicos que han cambiado la forma de trabajo y comunicaciones en el mundo, el constante aprendizaje me ha permitido transmitir a nuestros alumnos y alumnas los conocimientos necesarios para su propio desarrollo, lo cual he declarado como mi misión.”

¿Qué representa la UCN para usted?

“Mi permanencia en la UCN ha sido mi vida. Ha sido responsable de mi desarrollo, me dio el sustento para mi familia, así que siento un agradecimiento eterno, porque todo se lo debo a la universidad.

Siempre gratitud, esta es mi vida, he sido una persona muy afortunada en el sentido que siempre he trabajado en lo que me gusta. Aunque no estoy cansado de trabajar, entiendo que las generaciones tienen que progresar, así que estoy bien porque la vida me ha dado lo que he necesitado. Ahora tengo esta tarea como profesor adscrito y además tengo varios proyectos de desarrollo tecnológico, así que puedo jubilarme como profesor pero jamás me voy jubilar como ingeniero, jamás dejaré de seguir estudiando”.

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