El proyecto será financiado por una fundación japonesa, y durante nueve meses, alrededor de 30 participantes de los países de la costa sur del Pacífico Este, se capacitarán sobre el impacto de la basura en las playas por donde transitan las tortugas marinas.
Las tortugas marinas son uno de los símbolos más reconocidos de la lucha contra la contaminación marina y por la conservación. En esa línea, un nuevo proyecto sentará las bases para que instituciones -gubernamentales y no gubernamentales- de siete países de la costa sur del Pacífico Este, colaboren juntos buscando soluciones para este problema transversal para los países y las especies que habitan en sus costas.
Se trata del proyecto “Ciencia ciudadana latinoamericana para investigar la basura marina y mejorar la conservación de las tortugas marinas”, liderado por el programa de ciencia ciudadana chileno ‘Científicos de la Basura’, gracias a la adjudicación del fondo de la fundación japonesa Keidanren Nature Conservation Fund.
Elvira Badilla Poblete, Vicerrectora de Sede de la UCN Coquimbo, destacó que “la adjudicación de este fondo de carácter internacional, sin duda colabora al proceso de internacionalización de la Universidad Católica de Norte y de su Facultad de Ciencias de Mar. Es relevante, además, pues se enmarca en el ámbito de uno de los valores institucionales declarado en nuestro Plan de Desarrollo Estratégico 2020-2024, cual es el compromiso social y ambiental que implica construir un futuro sostenible, considerar la protección del medio ambiente dentro de los contextos humanos, sociales y culturales y de manera integrada al proceso de desarrollo”.
La vicerrectora, relevó asimismo la participación de investigadoras en esta actividad, “pues siendo este un proyecto de Ciencia Ciudadana, nuestras investigadoras se convierten en referentes de cientos y tal vez miles de niñas y adolescentes. Con este proyecto se contribuye, sin duda, a dos objetivos de desarrollo sostenible del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Nº 5 sobre Igualdad de género y el Nº 14 sobre Vida submarina”.
Manuel Díaz, Biólogo Marino de la Universidad Católica del Norte (UCN) y coordinador del proyecto explica que el proyecto permitirá que Guatemala, Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú y Chile se unan en torno a una problemática ambiental, a través de guardaparques, funcionarios públicos, escolares y voluntarios. “Este proyecto es único. No hay información de que algo así se haya realizado en algún lugar del mundo. Los países podrán por primera vez compartir experiencias, ideas, acciones y estrategias ante el problema de la basura sobre sus playas”, explica.
Nelson Vásquez Farreaut, cofundador de Científicos de la Basura, biólogo marino y académico de la Facultad de Ciencias del Mar de la UCN, afirma que “esta es una oportunidad de generar una red colaborativa que busque disminuir el problema que la basura genera a la biodiversidad marina. Sentar las bases para que las administraciones de las reservas de los países se unan y trabajen juntas es fundamental para la conservación, no solo de las tortugas marinas sino de la biodiversidad en su conjunto pues para estas los territorios no se limitan por fronteras políticas. Este es uno de los mayores desafíos de nuestro proyecto”.
Tortugas marinas en las costas del Pacífico
Rocío Álvarez, veterinaria y experta en tortugas marinas, -creó y dirige la ONG Qarapara, Tortugas Marinas Chile-, explica que en los países en que se ejecutará el proyecto, habitan cinco de las siete especies que existen en el mundo: Laúd (Dermochelys coriacea), Verde (Chelonia Mydas), Carey (Eretmochelys imbricata), olivácea (Lepdochelys olivacea) y la Cabezona o Boba (Caretta caretta), todas están catalogadas en peligro crítico, de extinción o vulnerables.
Según Álvarez, estas se ven afectadas por la ingestión de basura y por la interacción con algunos elementos abandonados en el océano, como aparejos de pesca. Incluso, la experta señala que “hay estudios que sugieren que los microplásticos podrían incrementar la temperatura de las playas de anidación, pues este factor afecta la proporción de sexos de una nidada. Si la temperatura es más alta, nace una mayor cantidad de hembras”.
Trabajo colaborativo e interdisciplinario
Son 13 las instituciones asociadas de las cuales saldrán profesionales y actores relevantes que participarán en las actividades del proyecto. Se trata de ONGs y servicios públicos relacionados al medio ambiente, así como a la administración de áreas clave para las tortugas marinas.
En Chile, las instituciones que participan son el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), y la ONG Qarapara, dedicada a la investigación y conservación de tortugas marinas y su hábitat en Chile.
El proyecto capacitará a los participantes de cada país para que cuenten con herramientas y conocimientos sobre el problema de la basura y en conjunto diseñar y poner a prueba medidas de prevención o de mitigación para proteger a las tortugas marinas. El proceso consta de 9 meses y el trabajo se ejecutará en tres fases.
En la primera fase, se ejecutarán talleres teóricos, en los cuales se contará con profesionales expertos en basura y tortugas marinas. En la segunda fase, se hará una investigación colaborativa con escolares y/o voluntarios reclutados en la fase anterior para recolectar información sobre la basura presente en las playas.
La tercera fase terminará en marzo del 2022 con la implementación y evaluación de una propuesta de mitigación y/o prevención. Cabe señalar que durante el proyecto no se manipulan tortugas ni sitios de anidación, sino que se concentrará en las acciones para evitar que la basura llegue a las tortugas.
Los expertos señalan que todas las acciones contempladas en el proyecto están pensadas para aportar en la conservación de estas especies, y sobre todo contra una de sus principales amenazas: la basura marina.
No hay comentarios