El cambio climático trajo consigo numerosos problemas, uno de ellos es la escasez hídrica. Hoy es fundamental no desperdiciar el agua, aprovecharla al máximo y encontrar formas de protegerla.
Una de las alternativas que surgió hace algunos años para colaborar en el aprovechamiento del agua es el uso de sistemas biointegrados de producción, una forma de utilizar el agua como fase integradora para cultivar dos especies que no viven juntas, siendo el agua quien las integra, logrando que ambas especies se ayuden.
Los sistemas biointegrados se desarrollan en varios países de América Latina, lo que permitió crear la Red Agro Acuícola Sibiolat Plus, proyecto financiado por el Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (CYTED) cuyo objetivo es generar una plataforma de intercambio de conocimiento entre los distintos países e interesados en el tema de biointegración, trabajo multidisciplinario para aportar en la búsqueda de soluciones a la situación actual, dijo la Dra. Elisabeth von Brand, académica del Departamento de Biología Marina de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Católica del Norte y coordinadora de la red Sibiolat Plus.
Un ejemplo de un sistema biointegrado es la acuiponía, cultivo de hortalizas de hoja y/o de fruto sin sustrato y con sus raíces suspendidas en el agua, que por medio de un sistema de recirculación permite compartir y utilizar los nutrientes contenidos en el agua proveniente del cultivo de peces u otra especie acuícola.
El sistema requiere de un balance entre la alimentación de los peces y los sólidos suspendidos y metabolitos que dejan en el agua, las que luego son tratadas en biorreactores nitrificantes y de mineralización, en los primeros hay bacterias aeróbicas autotróficas que transforman los elementos nitrogenados (amoniaco) en nitratos y en los segundos bacterias y microbios aeróbicos heterotróficos que generan nutrientes inorgánicos disueltos para las hortalizas. Al salir de los biorreactores el agua con nitrato y otros nutrientes pasan al sistema hidropónico donde las plantas biorremedian por medio de sus raíces para absorber los nitratos y nutrientes limpiando el agua y generando biomasa vegetal. De esta manera, el agua ya biorremediada se regresa al sistema de cultivo de peces
AMÉRICA LATINA
De la misma manera que en Chile se desarrolla este trabajo, en otros países de América Latina y España también se enfocan en el tema. Argentina, Costa Rica, Nicaragua, Brasil, México, Perú, Colombia y Uruguay, desarrollan sistemas biointegrados, todos con distintos niveles de avances, y con diferentes especies acuícolas.
Por ello, explicó la Dra. Elisabeth von Brand por medio de Sibiolat Plus se intercambian ideas y se proponen proyectos conjuntos, de manera de conocer los avances de cada país, brechas y desafíos, para así ir avanzando más rápidamente. “El concepto es el mismo, cómo biointegrar especies que generalmente no conviven en la naturaleza y potenciar por esta vía la seguridad alimentaria y la eficiencia de los recursos”, dijo.
Dentro de la red se generaron mesas de trabajo para analizar qué nuevas tecnologías se pueden usar para potenciar el trabajo de biointegración que puede desarrollarse a diversas escalas, a nivel de agricultura familiar campesina, acuicultura de pequeña escala, pymes o incluso empresas de gran escala. Esto, porque dijo la coordinadora de la red Sibiolat Plus, se puede contar con diseños adecuados a los diversos requerimientos, como el espacio, pues es un sistema controlado en invernadero, no dependen de horarios, ni luz del día, ni de la estación del año.
INICIOS
En la Facultad de Ciencias del Mar el trabajo en la materia comenzó hace años en los Departamentos de Acuicultura y Biología Marina. El año 2012 el académico del Departamento de Acuicultura, Dr. Germán Merino inició un emprendimiento en sistemas biointegrados con la Granja Agro-Acuícola Diaguitas, ubicada en la comuna de Vicuña, experiencia piloto en la que se logró ver las brechas del proyecto como el contar con personal capacitado con el concepto de biointegración, pues se debe tener mucho control de la calidad de agua ya que se usan nutrientes de origen orgánico.
La Granja Agro-Acuícola es parte del proyecto de Acuiponía del año 2012 “Cultivo integrado de peces de agua dulce y vegetales con tecnología de recirculación de agua” PYT-2012-0048 cofinanciado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA). Posteriormente se gestó el proyecto “Sistemas Biointegrados de AgroAcuícolas Sustentables y Sostenibles para Promover Desarrollo y Emprendimiento a Micro, Mediana y Pequeña Escala Producción Acuícola e Hidropónica”, para extender la producción biointegrada sustentable a liceos técnicos agrícolas y acuícola de la Región de Coquimbo y que es liderado la UCN en conjunto con el Instituto de Investigaciones Agropecuarias Intihuasi (INIA) y financiado por el Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico, de Investigación Tecnológica, Fondef IT, con el cual se construyeron sistemas de acuaponía en liceos técnicos de la región localizados en Tongoy, Ovalle, Punitaqui y Canela, los cuales son operados por profesores y sus estudiantes.
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