Investigación

Valoran avances en normativa para el reciclaje de envases y embalajes a nivel nacional

Fecha: 22 abril, 2021

Valoran avances en normativa para el reciclaje de envases y embalajes a nivel nacional

“Surge una oportunidad para que el sector productivo, las municipalidades y la población se involucren más con la gestión de residuos”, comenta el Dr. Juan Antonio Munizaga Plaza, académico de la Escuela de Prevención de Riesgos y Medio Ambiente de la UCN sede Coquimbo

En Chile se generan 19,2 millones de toneladas de residuos al año, de las cuales 8,2 millones de toneladas (42,7 %) son residuos domiciliarios, y de éstas, 2 millones son envases y embalajes (el 10,4 %). Lamentablemente en la actualidad, de los residuos domiciliarios generados son eliminados el 78,9 % en rellenos sanitarios, 13,5 % en vertederos y un porcentaje indeterminado en depósitos de vertido ilegal, sin un tratamiento adecuado de valorización. Solo el 21,9 % de los residuos se recicla o valoriza energéticamente a nivel industrial y domiciliario. Ahora si se observa únicamente la valorización de residuos de origen domiciliario, esta alcanza solo el 1 % de acuerdo a lo declarado por los municipios en 2018.

Estas cifras difundidas por el Ministerio del Ambiente, demuestran la necesidad de implementar, así sea de forma gradual, un sistema de gestión de residuos que se enfoque en recuperar materiales reciclables, almacenarlos en instalaciones adecuadas, y luego transportarlos a polos industriales para su reciclaje.

En este sentido el pasado 16 de marzo fue publicado en el Diario Oficial el Decreto Supremo n°12 que establece las metas de recolección y valorización para envases y embalajes de residuos domiciliarios e industriales, un instrumento que viene a complementar Ley Marco n° 20.920 para la Gestión de Residuos, la Responsabilidad Extendida del Productor y Fomento al Reciclaje (conocida como Ley REP) promulgada en 2016.

El éxito de la nueva normativa, a juicio del Dr. Juan Antonio Munizaga Plaza, académico de la Escuela de Prevención de Riesgos y Medio Ambiente de la Universidad Católica del Norte (UCN) sede Coquimbo, dependerá de la participación ciudadana en la separación y clasificación de residuos en origen, además de la intervención de los fabricantes de productos y de las municipalidades.

“El momento es un poco complicado a causa de la pandemia, pero es una excelente oportunidad, ya que hemos estado esperando el reglamento desde que se promulgo la Ley REP. En la mayoría de hogares se consumen productos que posteriormente se transforman en residuos de envases y embalajes, por lo tanto el Decreto Supremo n° 12 llega en buena hora para ordenar la gestión de residuos en el país”, señaló.

¿Qué importancia le atribuye a esta normativa?

“Este nuevo Decreto establece cinco subcategorías de productos que deben ser valorizados: cartón para líquidos, metal, papel y cartón, plástico y vidrio. (…) También se asignan metas en porcentaje que se irán incrementando año a año.

Por ejemplo, en el caso de los residuos de envases y embalajes de carácter domiciliario, los fabricantes de estos productos en un plazo de 12 años tendrán que reciclar un 60 % del cartón para líquidos, 55 % de metales, 70 % de papel y cartón, 45 % del plástico y 65 % del vidrio. Actualmente, la tasa de reciclaje para este tipo de residuos es aproximadamente de 12,5 %.

En cuanto a los residuos de origen industrial, este plazo es solo de 9 años con metas de 70 % metal, 85 % para papel y cartón y 55 % para plástico. Las metas obligatorias de recolección y valorización comenzarán a regir en 30 meses una vez publicado el Decreto. Es decir, a partir de septiembre de 2023”.

¿Qué impacto puede tener a corto y mediano plazo?

“A corto plazo cada una de las empresas deberá informar sobre las cantidades de productos que fabrican e ingresan al mercado. Estos productos al final de su vida útil se transformarán en residuos para ser recolectados y valorizados.

También se crearán los sistemas de gestión individuales, los colectivos domiciliarios y los Grandes Sistemas Colectivos Domiciliarios (Gransic), a fin de organizar y financiar la recolección de los residuos que se generan, así como su almacenamiento, transporte y tratamiento.

Los recicladores de base se incorporarán formalmente a los sistemas de gestión, y la población necesariamente tendrá que separar en origen los residuos solicitados, que serán recolectados selectivamente.

Por otra parte, (…) Los puntos limpios y puntos verdes estarán conectados dentro del sistema de gestión, y en un futuro las personas no tendrán que ir a dejar los residuos de envases y embalajes, ya que serán recolectados desde sus propios hogares. Es de esperar que, si estas medidas se implementan, disminuirá la eliminación de residuos en rellenos sanitarios y vertederos”.

¿El país tiene las condiciones para materializar lo que propone este decreto?

“Es un gran desafío, por eso es esencial que se construya e implemente la infraestructura adecuada que va a dar soporte al gran sistema de gestión de residuos propuesto. Por ejemplo, Si se utiliza la recolección contenerizada en puntos de aportación o puntos verdes, se deberán ubicar a una distancia cercana para el uso de la población. Por el contrario, si la recolección se realiza “puerta a puerta” de los hogares, se deberán coordinar con los vecinos los horarios de retiro de cada una de las fracciones solicitadas. En ambos casos, se debe considerar la fiscalización como medida para obtener buenos resultados en la separación en origen y reducir al mínimo las fracciones impropias o fracciones de residuos no solicitados. Para esto, se deberán considerar campañas periódicas de caracterización de residuos de envases y embalajes para realizar un seguimiento y control de las fracciones solicitadas, así como campañas educación ambiental que enseñen a los vecinos a separar correctamente los residuos en origen.

Todavía faltan recursos para poder generar lo que se requiere, recién se están dando los primeros pasos y el Decreto se aplicará bajo el principio de gradualidad, pero sin duda, es una gran oportunidad para que el sector productivo, las municipalidades y la población en general participen en la separación y clasificación de los residuos en origen.

Por otro lado, es prioritaria la descentralización de la industria para que los materiales reciclados sean puestos en valor e insertados a los procesos productivos en regiones y no tengan que recorrer largas distancias incrementando su huella de carbono.

Existe una gran variedad de productos que tienen envases compuestos por dos o más materiales. Esto dificulta su separación y posterior valorización. Es fundamental entonces que las empresas fabricantes rediseñen sus productos bajo el ecodiseño para facilitar el reciclaje y uso del material reciclado en los mismos envases”.

¿De qué manera puede colaborar la UCN en una estrategia de este tipo?

La universidad puede colaborar en esta estrategia incorporando nuevas directrices en el propio campus. Por ejemplo, se pueden dictar talleres de buenas prácticas ambientales a los estudiantes, académicos y funcionarios, fomentar la separación en origen, el reciclaje, la reutilización, el compostaje, entre otras.

Desde la Escuela de Prevención de Riesgos y Medio Ambiente de la UCN Coquimbo hemos desarrollado Comunidad Laboratorio, que es un proyecto de innovación social, colaborativo y de ciencia ciudadana que busca educar, transformar y generar barrios sostenibles con una mayor conciencia ambiental y social.

Realizamos en conjunto con estudiantes un diagnóstico del consumo hídrico y energético, la cuantificación y composición de los residuos generados por los vecinos participantes para luego entregarles los resultados de la evaluación y brindarles talleres de buenas prácticas ambientales que abordan el consumo responsable y economía en el hogar, prevención y minimización en la generación de residuos, reutilización, separación en origen, reciclaje, eficiencia hídrica y energética. Todo esto con miras a realizar sinergias entre distintos actores para mejorar la calidad de vida de los vecinos de un determinado barrio o comunidad”.

Texto: Johana Fernández

Imagen: Evgeny Karchevsky – Unsplash

 

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