La finalización de la Enseñanza Media y la necesidad de optar por una Carrera produce ansiedad y estres. Aquí algunos consejos para enfrentarlos.
El término de la Enseñanza Media suele ser para la mayoría de los estudiantes una etapa de bastante conflicto y ansiedad, debido a los diferentes procesos que surgen: por un lado, la pérdida del centro de la vida social y académica, aquel lugar que los acogió cinco o seis días a la semana, donde se formaron las amistades, crecieron, aprendieron y se entretuvieron. Surgen con ello las preguntas acerca del futuro y las inseguridades, lo que conlleva también la responsabilidad de decidir.
Muchas de estas preocupaciones se repiten en los padres, quienes a su vez se cuestionan la labor que deben cumplir en este proceso y la posición a tomar frente a las decisiones de sus hijos: ¿Intervenir o no intervenir? Aunque la decisión definitiva acerca de la carrera o profesión la debe tomar el mismo interesado, los padres cumplen un rol fundamental de apoyo y orientación en esta etapa.
En primer lugar, demostrando interés por los conflictos del estudiante y disposición para conversar acerca del tema que lo preocupa. Ahora bien, esto será posible sólo si a través de los años la comunicación y el apoyo mutuo sobre las decisiones a tomar ha sido una constante. En este caso podremos acompañarlo y estimular su reflexión y análisis respecto a las diferentes posibilidades de acción, evaluando diferentes carreras y revisando la información disponible acerca de ellas: Instituciones donde se imparten, acreditaciones, exigencias, aranceles, campo laboral, proyecciones económicas y profesionales. Para esto, una importante herramienta es el acceso a través de Internet a las páginas web de cada una de estas instituciones, así como páginas universitarias y gubernamentales que resumen las ofertas académicas. También es posible visitar las oficinas de Admisión de las diferentes Universidades de su Región, solicitando mayores detalles acerca de éstas, teniendo la posibilidad también de conocer su infraestructura y/o entrevistarse directamente con el Jefe de la carrera de su interés.
Una vez que se maneje una cantidad de información adecuada, lo importante es ayudar al estudiante a compararla a la luz de las propias necesidades y perspectivas, analizando cuál carrera o institución se adecúa más a éstas y a su vez, si él y sus capacidades se ajustan a las exigencias cognitivas, académicas, horarias y físicas requeridas. El objetivo no es desalentarlo, sino crear conciencia de las propias fortalezas y limitaciones para hacer frente a ello. Para esto, se sugiere plantear la situación en término de preguntas y no de afirmaciones: en vez de señalar “Siempre has sido malo para las matemáticas, te va a costar”, podemos preguntar “¿Crees poderte esforzar y superar los ramos matemáticos?”, generando que él mismo reflexione y evalúe tal situación.
Otro elemento importante de considerar, es que el joven puede cambiar de opinión varias veces dentro del proceso de elección vocacional, por lo cual habrá que tener paciencia y no juzgarlo, sino comprender su confusión en relación a esta decisión, recordando cuántas veces nosotros mismos quisimos ser ingenieros, profesores, médicos o actores. En cuanto a este punto, hay que tener en claro que los hijos no son los responsables de realizar los sueños incumplidos de sus padres ni de seguir la tradición familiar, si ésta no es de su agrado, puesto que cada persona tiene sus propios deseos, intereses y proyectos, por los cuales se ha de esforzar y a través de los cuales buscará la auto realización tanto personal como profesional.
Finalmente, y como forma de saldar las posibles dificultades para costear la carrera que el joven desee estudiar, debemos considerar con él los diferentes modos de financiamiento. Por un lado se encuentran los beneficios entregados por las diferentes instituciones de educación superior así como algunas becas de instituciones privadas o créditos bancarios. Por otro lado, y como principal recomendación, podemos postular a los beneficios (becas y créditos) gubernamentales a través de www.becasycreditos.cl. Para esto se deberá completar en conjunto la información solicitada en el Formulario Único de Acreditación Socioeconómica. Estos beneficios son numerosos y cada uno de ellos presenta características y requisitos diferentes, de los cuales se pueden informar en la misma página, recordando que este año estarán abiertas las postulaciones hasta el 24 de noviembre.
Para mayor información, tanto para los estudiantes como padres, la Universidad Católica del Norte cuenta con servicio de orientación gratuita tanto en la Casa Central de Antofagasta, como en la Sede de Coquimbo. Para solicitar atención puede comunicarse a los números (55)355355 en Antofagasta o (51)206820 en Coquimbo, así como escribirnos a orientacion_vocacional@ucn.cl
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