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Conclusiones del Coloquio de Filosofía, Educación y Sociedad

Fecha: 3 enero, 2013

Conclusiones del Coloquio de Filosofía, Educación y Sociedad

Tradicional encuentro convocado por la UCN cumple este año su mayoría de edad.

Constituir un lugar donde todo el mundo cabe y puede opinar ha sido el constate propósito del Coloquio de Filosofía, Educación y Sociedad, organizado desde hace 17 años por el área de Filosofía del Departamento de Teología de la UCN.

En su última versión, realizada en noviembre recién pasado, el encuentro estuvo dedicado al tema “Filosofía y actualidad, afanes y circunstancias”, tópico que fue analizado por gran cantidad de público, entre el que se contaban profesores, estudiantes universitarios y de enseñanza media.

A la cabeza de esta iniciativa ha estado permanentemente su gestor y principal impulsor, el profesor Sergio Romero González (en la fotografía), docente de la Universidad Católica del Norte y Magister en Filosofía mención Pensamiento Contemporáneo.

Respondiendo a temas siempre contingentes, la columna vertebral del coloquio ha sido la visión desde la filosofía, que ha guiado las temáticas sociales y educacionales, relata Sergio Romero, resaltando con satisfacción que “hemos  llegado a juntar en una mesa a profesores y estudiantes, sin ningún tipo de denominación de grado ni nada por el estilo… desde el año pasado que estamos trabajando juntos en las exposiciones y opiniones, en la misma mesa de discusión y exposición”.

Y es que el afán del coloquio, agrega,  siempre ha sido constituir un lugar donde todo el mundo puede participar, sin que se convierta en un lejano academicismo. “Esa ha sido la nota en 17 años de historia”.

Considerando lo anterior agrega: “Hay un amigo que dice que la filosofía no es pasión de multitudes, pero es pasión y una pasión critica”. Principalmente, añade, “hemos hecho trabajo crítico respecto a la situación que vive el hombre contemporáneo, la cotidianeidad, lo ciudadano, y la filosofía, teniendo siempre presente la problemática cotidiana, eso ha sido una base que le ha dado continuidad al coloquio”.

Más allá de las transformaciones, el encuentro ha mantenido una estructura habitual durante estos 17 años: un diagnóstico crítico inicial, que da paso a una develación de la condición (tratar de entender los por qué), para llegar finalmente al planteamiento de propuestas y otras perspectivas del problema. “En el fondo, podríamos caracterizar las conclusiones de nuestro coloquio como una tímida, y a veces no tanto, propuesta con ingredientes utópicos…”, acota.

Acerca de la convocatoria que el coloquio sigue logrando entre los universitarios e incluso estudiantes de enseñanza media, no tiene una respuesta definitiva, pero piensa que “en algunos jóvenes hay un intento de reconocer y comprender el mundo en que vive, desde su perspectivas y sus conflictos. En el fondo, la filosofía como un pensamiento crítico es un pensamiento que se busca, y se establece como posible sentido, el que muchas veces nadie declara, porque nos complica; aunque las cosas ya estén a la vista”.

En el caso del último coloquio, titulado “Filosofía y actualidad, afanes y circunstancias”, Sergio Romero percibe gratamente sorprendido que “se desvió un poquito la atención de la cuestión social hacia la cuestión filosófica, esto me parece extraordinario, porque siempre parecía pesar más el tema social, pero esta vez, sin desmerecerlo, hubo una orientación hacia la cuestión filosófica y me da la impresión que eso ocurrió, porque nuevamente estamos retomando un centro que va a tener que responder desde la teoría a la cotidianidad del hombre cuyo sentido parece difuminarse”

Finalmente, concluye el docente, “creo que el año pasado hubo muchas fuerzas y energía dirigidas hacia la cuestión social, sin embargo me parece que este año estamos reconsiderando y resintiendo algunas cuestiones más propiamente teóricas desde filosofía, reflexionando y dando por sentado que nuestra disciplina puede responder a las cuestiones cotidianas”.

 

 

 

 

 

 

 

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