Iniciativas apuntan en Coquimbo a promover la alimentación saludable, la lectura, el uso de energías renovables y el cuidado del ecosistema marino.
Imagen: Los alumnos Felipe García, Andrea Ledezma, Nidia Pizarro y Giovanni Barbieri junto a la Jefa del Departamento Estudiantil, Verónica Alfaro.
Cada año, la Universidad Católica del Norte invita a todos sus alumnos regulares de pre grado a postular a financiamiento para desarrollar proyectos culturales, sociales, ambientales y que, en general, contribuyan a su formación integral y de la comunidad universitaria.
En esta oportunidad, los estudiantes de la Sede Coquimbo se adjudicaron cuatro proyectos, dedicados a promover la alimentación saludable, la lectura, el uso de energías renovables y el cuidado del ecosistema marino. Los fondos correspondientes, alrededor de 250 mil pesos para cada iniciativa, fueron entregados esta mañana, en el marco de un desayuno convocado por el Departamento Estudiantil, unidad encargada de administrar el citado concurso y encabezada por Verónica Alfaro.
El encuentro permitió a los jóvenes compartir sus respectivas propuestas, entre las que se cuenta “Comer sano, vivir sano”, proyecto liderado por Nidia Pizarro, estudiante de Enfermería e integrante del voluntariado Jóvenes por la Salud (JPS), agrupación que tendrá la responsabilidad del trabajo durante el segundo semestre. Aprovechando el ambiente favorable al autocuidado impulsado a través de la Política Vive UCN, los jóvenes desarrollarán un ciclo de talleres de cocina con recetas saludables, sencillas y económicas. “Queremos que la comunidad universitaria aprenda a reconocer la diferencia entre alimentos beneficiosos y perjudiciales, y a valorar la importancia de una alimentación adecuada”, señala la estudiante.
Incentivar la lectura
Conscientes de la importancia de alimentar también la mente, otros alumnos darán vida al proyecto Trueke Literario 2.0., que da continuidad a una iniciativa similar de la ex alumna de Derecho Vanessa Saavedra. Ahora es Andrea Ledezma Díaz, mechona de primer año de Ingeniería de Sistemas de Información Empresarial y Control de Gestión la que, junto a otros dos compañeros de universidad, dará vida a esta iniciativa que aspira a encantar a los jóvenes con la lectura, por medio de un sistema de intercambio de libros, especialmente aquellos que aborde temáticas de interés para este grupo.
En una estrategia más volcada hacia la comunidad, el proyecto “Construyendo alegría con la energía del sol” apuesta por la realización de talleres de energías renovables y construcción de juguetes con paneles solares, teniendo como beneficiarios a los niños del campamento Camino del Mar. Ubicado en la Parte Alta de Coquimbo, este asentamiento alberga a cerca de 60 familias de escasos recursos, que incluyen a aproximadamente 30 niños, con edades que van de uno a quince años, “que se desenvuelven en un contexto de pobreza, delincuencia, alcohol y drogas”, señala Giovanni Barbieri, estudiante de Ingeniería Comercial y responsable del proyecto. Junto a otras tres compañeras de carrera se sumarán al trabajo que viene realizando desde hace más de tres años un grupo de universitarios de la región, a través de la organización Myrto Larraguibel.
Esta es una agrupación que reúne a jóvenes de diferentes profesiones y oficios, “convencidos de que tienen el derecho y el deber de construir una sociedad con más justicia social”, precisa Barbieri.
En este caso, los esfuerzos serán canalizados a través de la Biblioteca Puerta del Mar, creada a fines del 2009 por pobladores del campamento y ha sido apoyada por la citada agrupación en la implementación de material bibliográfico, mobiliario y equipamiento, además de concursos de cuentos y de dibujos con temáticas medioambientales.
Ahora, los estudiantes y los niños del campamento aprenderán sobre energías renovables y construirán juguetes con paneles solares, para fortalecer el conocimiento en torno al desarrollo sustentable y el uso eficiente de los recursos.
Participación ciudadana
En la misma línea de cuidado ambiental se inserta el cuarto proyecto adjudicado por la Dirección General Estudiantil de la UCN. Liderado por el alumno de Biología Marina Matías Portflitt, la propuesta busca educar a la comunidad respecto a la importancia y rol de las aves marinas en el ecosistema marino, en especial en la región de Coquimbo, promoviendo la estrategia de la ciencia ciudadana. Esta ha adquirido relevancia y protagonismo a nivel mundial, permitiendo la participación de personas entusiastas y de todas las edades en investigaciones en las que se aplica el método científico a problemas concretos que afectan al medio ambiente.
En este caso, el desafío es integrar a la comunidad universitaria y local a monitorear las playas de la región para estimar la mortalidad de aves. Para ello, el proyecto contempla charlas informativas a cargo de expertos de la UCN, entrega de material didáctico y de difusión y salida a terreno al sector comprendido entre Playa Changa y la desembocadura del Humedal El Culebrón.
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