Como parte de su desafío de instalar el concepto de cooperación multiactor como una línea de trabajo vinculada con el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 17 (Fortalecer los medios de ejecución y revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible), la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCID) está llevando adelante un ciclo de talleres, el segundo de los cuales estuvo dedicado al tema “La academia chilena en el marco de la cooperación internacional para el desarrollo”.
El objetivo del taller fue conocer la motivación y el aporte de las instituciones de educación superior chilenas de carácter regional, a la cooperación internacional para el desarrollo que Chile ofrece y por qué su rol es distinto al del sector público y del privado.
A este evento fue invitado como expositor el Dr. Pedro Toledo Agüero, Director del Departamento de Acuicultura de la Universidad Católica del Norte, quien presentó los hitos más importantes a lo largo de más de 30 años de colaboración entre la UCN y la AGCID.
En este contexto, recordó que esa alianza se inició aproximadamente en 1990, tras la llegada del experto japonés Dr. Shizuo Akaboshi, cuyas gestiones culminaron en 1985 con la donación del Centro Costero de Acuacultura e Investigaciones Marinas por parte de JICA, evento que significó un impulso fundamental para la investigación en el área de las Ciencias del Mar. Asimismo, y en el marco de esta alianza, se dio inicio a una fructífera modalidad de cooperación, generando 29 cursos internacionales en el área de acuicultura para países de Latinoamerica y África y la cooperación bilateral y triangular apoyada por JICA y, a partir de finales de la década de los 90, también por AGCID.
Fruto de esta iniciativa, 507 profesionales becarios de 19 países de Latinoamérica, El Caribe y África obtuvieron conocimientos científicos y técnicos que luego replicaron en sus países de origen.
Logros y aprendizajes
Estos años de cooperación internacional, destacó el Dr. Pedro Toledo, han propiciado el desarrollo de tecnologías para el cultivo de nuevas especies, con la consiguiente contribución a la economía regional, nacional e internacional.
Asimismo, el mantenimiento continuo de las relaciones en investigación en acuicultura con los ex becarios de los cursos internacionales, ha generado actuales proyectos y colaboración científica-tecnológica en acuicultura, junto a publicaciones en libros y revistas de corriente principal, asesorías, cursos, talleres entre otras acciones de cooperación y colaboración, generando importantes hitos en la vinculación con el medio.
A modo de ejemplo, mencionó el proyecto de capacitación en maricultura dirigido al Servicio Nacional de Aprendizaje, SENA, de Colombia; la transferencia tecnológica para el cultivo de ostra japonesa y pargo de la mancha: a pescadores del golfo de Nicoya, en Costa Rica; y la creación del cultivo de ostra japonesa, con modelo propio, en Florianópolis, Brasil.
Todo ello ha implicado para la UCN, y en particular para la Facultad de Ciencias del Mar y el Departamento de Acuicultura, el reconocimiento a nivel nacional e internacional, dado por los cursos internacionales impartidos y los proyectos bilaterales y triangulares ejecutados.
Al mismo tiempo, esta prolongada y fructífera colaboración deja varias enseñanzas, reflexiona el Dr. Toledo, citando como por ejemplo la necesidad de sincronizar las políticas públicas del Estado, apoyando a países que den prioridad a las áreas de cooperación solicitadas a la AGCID.
También resulta adecuado para una óptima transferencia tecnológica definir productos e indicadores con el país receptor, y contar con una contraparte de pares profesionales. “Es importante recalcar la importancia del seguimiento y control de los proyectos durante su ejecución y un tiempo después de haber finalizado”, enfatizó.
“La cooperación internacional es de alta relevancia, ya que permite la transferencia tecnológica de información y experiencia en el área disciplinar, pero también se produce un intercambio cultural personal altamente enriquecedor ”, concluyó el Dr. Pedro Toledo.
Texto: Cecilia Becker
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