Academia

“Sismos son una oportunidad para que la población desarrolle habilidades de control”

Fecha: 4 abril, 2014

“Sismos son una oportunidad para que la población desarrolle habilidades de control”

Psicóloga de la UCN, Mariana Bargsted, analiza la reacción de la comunidad ante actividad telúrica de gran magnitud ocurrida en el norte de Chile.

“Todo lo que nos está pasando es una oportunidad enorme para desarrollar habilidades”, resalta la psicóloga Mariana Bargsted Aravena, respecto de las enseñanzas que puede obtener la población a raíz de los recientes sismos ocurridos en el norte de Chile.

La académica señala que en Antofagasta la gente vivió dos experiencias seguidas de evacuación ante un posible tsunami, lo que tiene como aspecto positivo el aumento en la confianza y percepción de control de las personas para enfrentar este tipo de acontecimientos.

“La población está en un proceso intensivo y está adquiriendo habilidades”, explica, junto con asegurar que lo relevante en este tipo de desastres es ver en qué medida se puede, a partir de la experiencia, desarrollar una mayor capacidad para afrontar  estas situaciones, lo que en definitiva constituye una ganancia.

La académica y decana de la Facultad de Humanidades de la Universidad Católica del Norte, sostiene que en la capital regional se está generando una cultura donde, a través del ensayo y error, la gente está aprendiendo. “Nos comportamos mejor durante el segundo día de evacuación que en el primero. La gente ya no salió con su automóvil y tenía mucho más claro lo que debía hacer”.

 

APRENDIZAJE

La Dra. Bargsted indicó que este aprendizaje y adquisición de una cultura frente al tema, es algo que se extiende a través del norte del país. Puso como ejemplo la situación ocurrida en la cárcel femenina de Iquique, donde las internas retornaron por su propia voluntad al recinto penitenciario luego que los gendarmes las dejaran ir, atendiendo a la condición de madres de muchas de ellas y lo delicado de la situación. “Es destacable que más de la mitad volvió y fueron recibidas con abrazos. Esa es una conducta de civismo que tenemos que valorar”.

Contrastó la conducta que tuvo la población nortina durante el reciente sismo, con la vivida por la gente durante el terremoto del 27 de febrero de 2010 en el área centro-sur de Chile. El cambio en la manera de afrontar ambos movimientos telúricos, puntualiza, se debe al aprendizaje y al mayor grado de información.

“En el terremoto de Arica-Iquique la gente pudo estar conectada y estuvo más tranquila. Supo obtener información a través de internet en forma rápida y ésa fue una variable clave. El no tener información genera desconcierto social y rumor”.

 

EFECTOS

Las consecuencias en las personas provocadas por un sismo de gran intensidad son variadas. Van desde la ansiedad y los trastornos del sueño hasta los dolores musculares, entre otros. No obstante, la posibilidad de transformar éstos en un stress post traumático depende de las estrategias individuales que se tomen.

La psicóloga de la UCN indica que ante un caso de desastre natural se ha estudiado que entre un 15% a un 20% de la población tiene una reacción para tomar rápidamente decisiones y ejercer un rol de liderazgo y resolver problemas. Solo un 10% tiene una reacción de pánico desbordado, mientras que el resto, entre un 80% y 70%, tiene una conducta inicial de ansiedad en los primeros momentos de un desastre.

Hay grupos que son más vulnerables y de riesgo, los que están focalizados en los niños, las personas de la tercera edad y aquellas con impedimentos físicos o extranjeros que no tienen experiencias previas ante este tipo de sucesos.

Añade que es normal que ente un sismo las personas reaccionen con angustia y una serie de trastornos. Ante esta situación, sostiene que lo primero es aceptar que se trata de reacciones normales; y lo que se debe hacer es generar espacios para que la gente se desahogue, lo que los sicólogos llaman hacer una catarsis. En el fondo, que una persona pueda expresar libremente la ansiedad que tiene. Es decir, que la gente pueda hablar, conversar, verbalizar la situación que la afecta. “Hay personas que necesitan contar una y otra vez la misma historia y otras que con una vez es suficiente”, acota.

Sobre este punto puntualiza que en otros países existe el llamado sicólogo de emergencias, profesional que tiene una primera labor centrada en la contención y en la expresión emocional, como por ejemplo ayudar a que la gente no le de vergüenza decir que está angustiada, entre otras funciones.

“El tema comunitario es súper importante. Es el momento en que las personas debemos romper barreras, encontramos unos con otros y acompañarnos. La situación de soporte o contar con un tejido que nos contenga tiene un efecto de recuperación mucho más rápido”, recalcó la especialista.

No hay comentarios

Comenta tu también