El representante eclesial ocupa un lugar relevante dentro de la estructura orgánica de esta casa de estudios, dado el carácter católico de la misma.
Las principales autoridades de la Universidad Católica del Norte, encabezadas por el Rector Jorge Tabilo Alvarez, se harán presentes este sábado (8) en la eucaristía con la que iniciará su ministerio el nuevo Arzobispo de La Serena, monseñor René Rebolledo Salinas.
La misa se celebrará a las 12.00 horas en la Catedral de La Serena y congregará a la comunidad, que dará la bienvenida a su recién asumido pastor, quien reemplazará a monseñor Manuel Donoso Donoso.
Para esta casa de estudios superiores, el evento reviste especial relevancia, ya que, por su carácter católico, sitúa como principal autoridad al Gran Canciller, que de acuerdo a los estatutos universitarios, corresponde por derecho propio al Arzobispo de la Arquidiócesis de Antofagasta, ciudad donde se ubica la casa central de la UCN. Para la Sede Coquimbo, el representante del Gran Canciller es el Arzobispo de la Arquidiócesis de La Serena, cargo que por 16 años ejerció monseñor Donoso.
Monseñor Rebolledo Salinas ha sido educador y formador; presidente por dos períodos de la Organización de Seminarios Chilenos (OSCHI); miembro de la directiva de la Organización Latinoamericana de Seminarios (OSLAM); Vicario General de la diócesis de Villarrica y Obispo de Osorno. Asimismo, en la Conferencia Episcopal de Chile es presidente del Área Eclesial, de la Comisión Episcopal de Seminarios y de la Comisión Nacional de Liturgia.
El 14 de diciembre de 2013, el Santo Padre Francisco le nombró Arzobispo de La Serena.
Atribuciones del Gran Canciller
El Gran Canciller tiene la alta tuición de la UCN y es su vínculo directo e inmediato con las autoridades de la Iglesia Católica, en especial con la Santa Sede. Su función primordial es velar para que la Universidad responda a su identidad católica en cuanto Institución de Educación Superior.
Entre las atribuciones del Gran Canciller se cuentan: Velar por la identidad católica de la Universidad, así como la custodia e interpretación de los estatutos a la luz de la legislación canónica y del Magisterio de la Iglesia; velar por el cumplimiento de la legislación canónica en la Universidad, con especial cuidado en lo que concierne al patrimonio de la misma; y mantener los vínculos con la Santa Sede acerca de los asuntos de especial relieve que ocurran en la Universidad o afecten a la misma, informando periódicamente acerca de la marcha de la Institución.
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