Bajo el lema “El empoderamiento de las enfermeras para una mayor justicia social: un imperativo moral” se realizó el III Congreso Internacional y XIX Nacional de Enfermería en el que participó Rosa Vega, académica de la Facultad de Medicina.
La versión 2017 congregó a más de 270 profesionales, quienes tuvieron la posibilidad de intercambiar experiencias y conocer lo más avanzado de la disciplina a nivel mundial.
En dicha instancia, la docente presentó su investigación “Pensamiento Crítico, proceso de enseñanza aprendizaje, una realidad desde sus actores”, trabajo que realizó en 2016 para determinar cómo contribuyen los docentes en el proceso de enseñanza-aprendizaje de esta competencia genérica, incorporada en el Proyecto Educativo de la UCN.
“Hice un estudio mixto sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje, considerando académicos y estudiantes; a los primeros desde el punto de vista de cómo enseñan en las aulas y los segundos sobre qué aprenden y cuáles son las significaciones que le dan al desarrollo de esta competencia genérica, que se relaciona con capacidades de razonamiento de nivel superior”, explicó Vega.
Para desarrollar su trabajo, la enfermera integró diversas metodologías como grupo focal, observación no participante, muestreo por conveniencia, entre otras, mientras que para medir la capacidad de pensamiento crítico utilizó el PENCRISAL (Prueba de Pensamiento Crítico), instrumento que consta de 35 situaciones-problema de producción de respuesta abierta, que se configuran en torno a 5 factores: deducción, inducción, razonamiento práctico, toma de Decisiones y solución de problemas.
Las mediciones arrojaron resultados deficientes, evidenciando que “la habilidad más débil de formación es el desarrollo de pensamiento deductivo y lo mejor desarrollado -dentro de lo bajo- es la toma de decisiones y resolución de problemas”, detalló.
Aporte
Uno de los aspectos valorados por quienes presenciaron la presentación oral fue el análisis del proceso enseñanza-aprendizaje ya que a pesar de que existen estudios y evidencias científicas al torno al tema, faltaba una contribución integral como la de Rosa Vega. “Lo que se ha publicado habla de experiencias aisladas, pero no desde el punto de vista de lo que hacen los docentes. Aquí no solo hice grupo focal para saber lo que ellos manifestaban hacer, sino también realicé observación de aula, para conocer cómo contribuyen y qué hacen para aportar a la competencia”, destacó.
Desde esa perspectiva, el desarrollo del pensamiento crítico resulta clave en la formación de los futuros profesionales de la salud: “Hay que fortalecer el desarrollo de competencias y mejorar la calidad del aprendizaje. Si mejoramos la autonomía, mejoramos también la eficacia y eficiencia, formando un profesional mucho más resolutivo y asertivo. Por lo tanto, mientras el estudiante pueda pensar y crear, el servicio que pueda entregar a futuro será una atención de mayor impacto y de mejor calidad”, recalcó.
Por esta razón, la profesional ha decidido dar otro paso luego de su investigación: “Mi idea es poder insertar esta competencia genérica en un continuo sistemático al interior de la carrera de Enfermería. Como tengo la medición de los alumnos que entraron a primero el año pasado, a partir de 2018 quiero hacer procesos de intervención y medirlos cuando estén en 5º para saber si lo implementado como estrategias metodológicas nos han dado resultados”, precisó.
El trabajo presentado en el congreso es parte de la tesis doctoral de Rosa Vega, un paso en su carrera docente que le permitirá seguir aportando en la formación de los futuros profesionales de nuestra región.
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