Durante su periodo, desde 1969 a 1973, impulsó el desarrollo de distintas unidades de apoyo a la Docencia y la Investigación.
En Santiago falleció recientemente Miguel Campo Rodríguez, quien fuera Rector de la Universidad del Norte. Durante su periodo, desde noviembre de 1969 a octubre de 1973, le correspondió llevar adelante distintos proyectos que contribuyeron al desarrollo de la investigación en nuestra Institución.
De nacionalidad española, había desempeñado anteriormente funciones como académico y directivo en la Casa de Estudios.
El actual Decano de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Geológicas, Teodoro Politis, trabajó con Miguel Campo y otros colaboradores de esa época en el proyecto de creación del Instituto Regional de Investigaciones Tecnológicas. Recordó que al exjesuita le correspondió asumir en una época social y política convulsionada en el país, en una universidad muy diferente a la actual, que por ese entonces contaba con sedes desde Arica a Coquimbo.
EMPRENDEDOR
En el periodo de funciones de la autoridad, la rectoría funcionaba en calle Carrera (sector avenida Brasil), donde más adelante estuvo Telenorte.
Politis definió al exRector como un hombre emprendedor, destacando en su quehacer la creación de importantes unidades de apoyo a la actividad docente y de investigación, entre ellas, el Centro de Computación, y el Centro de Información y Documentación que más adelante se anexó a la Biblioteca.
Otro sello de Campo Rodríguez fue su capacidad para negociar, señaló Teodoro Politis, logrando mantener los equilibrios al interior de la Institución con los distintos partidos políticos de la época, que buscaban participar de los diferentes temas de interés universitario.
Una vez que se alejó de la Universidad en 1973, se radicó en Santiago junto a su familia, enviudando hace dos años.
Un comentario
Mario Cerda Allende
jueves 23 de agosto 2018 12:30 pm
A Miguel Campo Rodríguez lo recuerdo como un hombre bueno, sabio y sumamente justo y libre. Tuve contacto con Miguel a fines de los años 60, siendo él autoridad de la Universidad del Norte y yo Director Zonal de INACAP en Antofagasta. Más tarde, entre los años 80 y 85, trabajamos juntos en la Secretaría General del DUOC UC. Miguel me distinguió con una preciosa amistad y con su generosa experiencia y sabiduría, especialmente en un período sumamente traumático para Chile y para mí, en particular. Conocer a Miguel constituyó para mí un singular y valioso honor.