Encuentro se desarrolló en un contexto interreligioso y el análisis humano y social marcaron las exposiciones.
Desde una perspectiva interreligiosa y femenina se desarrolló el Conversatorio “El desafío de la fraternidad-Encíclica Fratelli tutti”, sobre la última Carta Encíclica del Papa Francisco, actividad organizada por el Instituto Superior de Ciencias Religiosas y la Dirección General de Pastoral y Cultura Cristiana de la Universidad Católica del Norte (UCN).
Participaron como invitadas Silvina Chemen, Rabina de la Comunidad Bet-El de Buenos Aires, Argentina; Nancy Falcón, de la Comunidad Islámica de Argentina; y la Dra. Loreto Moya, Docente de la Facultad Eclesiástica de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Chile. El moderador fue el sacerdote jesuita Tony Misfud.
El padre Misfud comenzó el diálogo expresando que el encuentro poseía una doble perspectiva, porque las invitadas son mujeres y por que es un momento de comunión interreligioso. “Esto es importante: cuál es la percepción de esta encíclica desde la mujer y la interreligiosidad, porque tenemos a una rabina, a una musulmana y a una católica. Esto tiene relación con lo que señala el último capítulo de la encíclica, en el sentido que las religiones juegan un papel importante en la fraternidad”, apuntó el sacerdote.
La riqueza del diálogo se desarrolló, gracias a las diversas perspectivas que se plantearon, enfatizando en la necesidad de construir un mundo más humano.
En esa línea, Silvina Chemen expresó que el Papa Francisco es un amigo, un pastor que le habla a todos. “Al leer la encíclica quedo con la sensación de que nos dice ‘lean esto en dimensión universal’. Le dice al mundo cristiano ‘aprópiense del primer testamento, que es una forma de hacer fraternidad’”, señaló la Rabina de la Comunidad Bet-El de Buenos Aires.
Comentó que se emocionó desde el inicio la lectura de Fratelli tutti, porque el Papa habla de un sueño. “Él habla de un sueño, soñemos con una única humanidad para salir al camino. Porque nos pide que nos transformemos en un movimiento de resistencia a la apatía, la desidia, la omnipotencia, a los discursos hegemónicos de los medios de comunicación que nos ciegan a la fraternidad”, indicó.
Otro aspecto que surgió en el diálogo fue generar una cultura del “encuentro”. Nancy Falcón, de la comunidad Islámica de Argentina, expresó que Fratelli tutti se vincula con Laudato si. En la perspectiva de la unicidad del Hombre y la conexión del Hombre con la naturaleza.
“El Papa nos invitó a cuidar la casa común, después el cuidado de los hombres entre ellos. Es importante recuperar el sentido, nos hemos olvidado del porqué estamos en la creación”, señala.
Asimismo, argumenta que el Papa invita a todos a salir al encuentro de nuestros hermanos y hermanas. “El Papa es quien sale al encuentro, evocando el encuentro de San Francisco de Asís con el sultán Al Kamil, ese es un encuentro fraterno”, puntualizó.
El conversatorio tampoco estuvo exento de reflexionar sobre los últimos acontecimientos que han ocurrido en el país. Loreto Moya, académica de la Universidad Católica de Valparaíso, precisó que la lectura de la encíclica es una oportunidad para ahondar en lo que es la fraternidad desde una perspectiva nueva y centrada en la persona humana, que está inmersa en los conflictos sociales modernos.
“Mientras leía el texto pensaba que estaba escrito para los chilenos, por el contexto que está viviendo el país. Hoy debemos pensar el país que queremos y el mensaje de Fratelli tutti es preciso”, apunta la académica.
Agrega que “siempre se expresa que no nos gusta el país que estamos viviendo, lo queremos cambiar, esto se puede explicar como lo dice el Papa por el modelo económico y político que no nos hace hermanos, sino que nos separa. Esto nos inserta en el corazón de los problemas sociales, Fratelli tutti nos sacude de toda comprensión de una fe intimista y privada para tomar nuestro rol social como cristianos”.
La actividad culminó con las respuestas a las preguntas que se generaron desde el gran número de participantes.
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