Iniciativa reúne esfuerzos de los propios trabajadores junto a diversas instituciones.
La Universidad Católica del Norte, a través de su carrera de Ingeniería en Prevención de Riesgos y Medioambiente, se sumó oficialmente hace unos días (4/12) a un trabajo multisectorial destinado a mejorar la calidad de vida de 70 artesanos – y de paso sus familias – que trabajan la piedra combarbalita. En la iniciativa participan, además de la UCN, la Secretaría Regional Ministerial de Salud de la Región de Coquimbo, el Instituto de Salud Pública, el Instituto de Seguridad Laboral, la Dirección del Trabajo, el Servicio de Salud Coquimbo, la Universidad de Chile, la Ilustre Municipalidad de Combarbalá, la Gobernación de la Provincia de Limarí y el Gobierno Regional. El proyecto cuenta asimismo con el compromiso explícito de los propios beneficiarios, a fin de asegurar el éxito de las tareas.
La iniciativa tiene como marco el Plan Nacional de Erradicación de la Silicosis (PLANESI), enfermedad de origen laboral por exposición a sílice cristalina. Dicho plan se está llevando adelante nuestro país desde 2009 y busca, entre otros objetivos, disminuir la exposición a este compuesto en los lugares de trabajo, independientemente de que los trabajadores estén protegidos por el seguro social contra accidentes del trabajo y enfermedades profesionales establecidos en la Ley Nº 16.744.
En esta misma línea, los antecedentes que fundamentan el actual proyecto indican que un estudio realizado en 2012 por el Ministerio de Salud en las Salas ERA (Enfermedades Respiratorias del Adulto) de la Región de Coquimbo, estableció que aproximadamente el 40% de los artesanos activos de la piedra combarbalita tendrían una alta probabilidad de desarrollar silicosis.
Los talleres de los 70 artesanos beneficiarios del proyecto están emplazados dentro de sus casas y en condiciones calificadas como deplorables condiciones, tanto en lo estructural como en materia de seguridad y salud de los propios trabajadores y de sus familias. Además, la población urbana de la comuna de Combarbalá se ve afectada por la contaminación ambiental de material particulado producto de las labores propias de la artesanía: corte, desbaste, torneado, pulido, perforación y tallado de la piedra.
Sistemas de control
Y si bien hace unos 15 años fue construido un barrio industrial destinado a solucionar la situación descrita, las instalaciones no han sido utilizadas ya que carecen de un sistema de control para extracción de material particulado y mitigación de ruido. Generar las bases técnicas (de aquí a agosto de 2015) y luego construir el sistema requerido (mediados de 2016), por medio de un trabajo consensuado entre las citadas instituciones y los trabajadores, es la meta de esta iniciativa.
De esta manera, explican sus responsables, se procurará a los artesanos gabinetes instalaciones que cumplan con las normas de higiene y seguridad en el trabajo y de contaminación ambiental. Asimismo, se incorporará a los artesanos al seguro social contra accidentes del trabajo y enfermedades profesionales establecido en la Ley Nº 16.744, de modo de asegurar que la artesanía de la piedra combarbalita represente un polo de desarrollo para la ciudad de Combarbalá.
Opiniones
Fernando Torres, jefe de carrera Ingeniería en Prevención de Riesgos y Medioambiente de la Católica del Norte: “La UCN va a aportar en el proceso de análisis y evaluación de riesgos a los cuales están expuestos los trabajadores artesanos en Combarbalá. La idea es realizar medidas de control que aporten a la calidad de vida de los artesanos, no solo desde el punto de vista del sílice, sino desde una visión de gestión de riesgos integral: ruido, trastorno músculo-esquelético, y los peligros y consecuencias que pueden estar presentes en los lugares “. También, agrega, desde enero de 2015 se efectuarán capacitaciones para que las personas entiendan los peligros a los que están expuestos, destacando en este sentido el apoyo del Instituto de Salud Pública, que actúa como laboratorio de referencia,
Juan Alcaíno, jefe del Subdepartamento de Ambientes Laborales del Departamento de Salud Ocupacional del ISP, advierte que éste es un trabajo a largo plazo y que su implementación no es fácil, “significa tomar una decisión política puesto que es multisectorial” y trasciende a más de un gobierno, además de implicar un compromiso internacional con programas globales de la OMS.
El profesional enfatiza la importancia de considerar al grupo familiar en las capacitaciones previstas para los próximos meses, de manera de prevenir o disminuir el impacto de la enfermedad, y mejorar las condiciones para que los actuales niños y jóvenes puedan mantener viva esta actividad tradicional.
Pablo Rojas, encargado de la Unidad de Salud Ocupacional de la Seremía de Salud Región Coquimbo, indica que el mayor riesgo al que están expuestos los artesanos de la piedra combarbalita es la silicosis, pero además pueden sufrir cortes por el tipo de máquinas que utilizan, y contraer una hipoacusia producto de la exposición al ruido. Además, los talleres emplazados en los mismos hogares deterioran la calidad de ellos, sus familias y la comunidad. El profesional, ingeniero en prevención de riesgos y medioambiente egresado de la UCN, precisa que las capacitaciones y levantamiento técnico para el diseño del sistema de control plazo culminarán en agosto de 2015. La posterior licitación de las bases técnicas y construcción del sistema de control culminaría a mediados de 2016 con el barrio industrial de Combarbalá plenamente operativo.
Foto grupal: ATRÁS: Alfonso Silva (UCN), Álvaro Pacheco (UCN); ADELANTE: Juan Alcaíno (ISP), Pablo Rojas y Javier Cornejo (Seremía Salud) y Fernando Torres (UCN).
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