El debate sobre la importancia de las humanidades y el humanismo cívico, más un sentido homenaje al académico Sergio Romero González por sus esfuerzos para la permanencia de esta actividad en el tiempo, marcaron la edición 2020 de la actividad, que por primera vez se efectuó en formato online.
Un espacio idóneo en la región para conversar sobre temas filosóficos y del ser humano, cumplió un cuarto de siglo de encuentros ininterrumpidos.
Se trata del Coloquio de Filosofía, Educación y Sociedad organizado por el área de Filosofía del Departamento de Teología de la Universidad Católica del Norte (UCN), Sede Coquimbo, que año a año invita a importantes figuras del ámbito académico y cultural para exponer sobre temáticas significativas e interactuar con estudiantes, ex alumnos, profesionales y público en general.
Además, se convirtió en una oportunidad clave para fortalecer la mirada hacia la carrera de carrera de Pedagogía en Filosofía y Religión.
Esta es la visión que comparte uno de los gestores y quien actualmente le da el nombre al Coloquio: Sergio Romero González. El académico, que por asuntos de salud se ha mantenido alejado de la esfera pública en el último tiempo, valora que la más reciente versión, llevada a cabo en formato virtual, brindó la posibilidad de conectarse a personas que viven diferentes partes del mundo, y que con el paso de los años, el contenido de cada encuentro sea de mejor calidad.
¿Qué significa para usted haber sido fundador de un evento de este tipo, que además de los años de vigencia, atrae a personas de muchas áreas e invitados especiales para hablar de temas muy interesantes en el ámbito de la filosofía y la sociedad?
“Creo que la palabra “fundador” es demasiado grande para una labor modesta que está ligada a una necesidad que se acompañó de una actitud creativa. En verdad, nuestra carrera de Filosofía y Religión, en su modo académico, estaba situada en una expresión mínima, y con esto no quiero decir en cuanto a desarrollo de contenidos o cosa por el estilo, sino más bien a que en condiciones de reconocimiento.
El Coloquio de Filosofía, Educación y Sociedad fue una de las tantas acciones que elevaron nuestro “status”. La actividad tomó forma acompañado de otras condiciones paralelas que le fueron dando un carácter propio y singular, aquí en la zona sobre todo.
Puede decirse que fui solo el iniciador que un día trajo a un par de amigos a desarrollar ciertos temas que incluían la educación y la sociedad orientados filosóficamente. Tendría que decir que me siento agradecido de todos y todas quienes colaboraron y vinieron a este “pequeño lugar” filosófico y que aún lo siguen haciendo. Poco a poco fueron trayendo su saber personas desde distintos campos y lugares académicos y no académicos, causando a su vez un movimiento centrípeto entre los estudiantes y jóvenes de esta universidad y de otras universidades hermanas”.
¿Qué piensa del cambio en el formato del Coloquio, que pasó de presencial a virtual este año a causa de la pandemia?
“Este año el coloquio se realizó en formato online, lo cual me parece extraordinario en el sentido del cambio brusco que nos proponía otra experiencia. Algo que destaco de esta versión es que permitió la participación de personas en cualquier lugar del mundo, lo que resulta, a mi juicio, en una mayor dimensión democrática”.
¿Qué espera de este coloquio para las próximas versiones? y ¿cuáles creen que han sido las claves para que esta actividad?
“Espero que siga creciendo en calidad y cantidad, integrando un real aporte a la comunidad, ojalá yendo más allá de las fronteras académicas, expandiéndose a los sectores ciudadanos y populares del país. Que los formatos se reinventen continuamente en relación con las necesidades de la ciudadanía.
“Este coloquio se ha realizado año a año y de manera ininterrumpida porque persiste la porfía y la perseverancia. Esta es la historia de cómo desde la pequeñez hemos caminado hacia espacios más grandes y a lugares más globales”.
Versión 2020
Fue el 8 de octubre de este año que más de 25 personas se conectaron de manera remota para escuchar al Decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Carlos Ruiz Schneider, quien abordó la importancia de las humanidades y el humanismo cívico, y su inserción en el modelo universitario, basado en las investigaciones más recientes que ha realizado en dicho campo.
Asimismo, Rudyard Loyola Cortés, académico del Departamento de Teología UCN Coquimbo, destacó que en esta ocasión decidieron hacerle un homenaje al profesor Sergio Romero González, quien fue muy “constante y perseverante en organización, coordinación y búsqueda de invitados”.
“Para nosotros fue todo un aprendizaje preparar este año el coloquio en formato virtual, sin embargo, con las clases online a causa de la pandemia ya teníamos un camino recorrido. Una de las características propias de nuestra unidad académica, es la solidaridad entre colegas y alumnos, y generalmente esta actividad va surgiendo con ayuda de gente que ya lo hizo”, puntualizó.
Texto; Johana Fernández
Foto; Cedida
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