Compartimos con la comunidad, la carta escrita por S.S. Benedicto XVI con motivo de los 25 años de vida episcopal del Arzobispo de Antofagasta y Gran canciller de la UCN, Monseñor Pablo Lizama Riquelme.
Al Venerable Hermano
PABLO LIZAMA RIQUELME
Arzobispo Metropolitano de Antofagasta
Es evidente que muchas y variadas obras de la fe católica existen de tal manera que la opinión y estimación se divulga de manera conveniente y honorable acerca de ti, Venerable Hermano. Nosotros no queremos hacer nada de más, sino levantar nuestra voz y destacar tu biografía episcopal con alabanzas, que alcanza pronto y feliz un espacio de tiempo recomendable, como son los 25 años.
En la Ilustre Ciudad de Santiago en Chile te preparaste para tu futuro apostolado, de manera pertinente. En el mismo lugar alcanzaste una doctrina fecunda en las sagradas disciplinas, principalmente en el Seminario Pontificio, doctrina que llevaste sin interrupción después de la ordenación sacerdotal, al mismo tiempo en “cura de almas” de fieles civiles y militares. Tus virtudes no fueron escondidas al Venerable Hermano Juan Pablo II, Nuestro Predecesor, quien te quiso como Obispo Prelado de Illapel. Después de eso asumiste con tu forma de trabajar en la sede de Talca, en la nueva diócesis de Melipilla, en el Obispado Castrense y después en la Iglesia de Antofagasta, en la cual asumiste primero como Coadjutor ahora te mantienes como Ordinario moderador.
Realmente tus ministerios apostólicos se difundieron en muchas partes donde estableciste tu actividad pastoral y tus entregas apostólicas, de las cuales sabemos que la ganancia resulta saludable para la familia católica. Indudablemente el mismo Predecesor Nuestro fue testigo de tu excelencia y de tu diligencia que te encontró digno hasta como ministro de la Iglesia y activo encargado del rebaño del Señor, nosotros mismos por estas cartas nuestras devolvemos estos mismos hechos conocidos para hacernos pregonero de tus méritos.
Para que sea claro para ti, Nosotros deseamos ensalzar tu Administración con una evaluación apropiada. Te Felicitamos en esta favorable memoria presente de tu episcopado, unidos con la comunidad eclesial. Precisamente oramos al mismo Pastor Divino para que sea el generoso remunerador de tus méritos y el mismo sustentador de tus esfuerzos. Nosotros con agrado entregamos la Bendición Apostólica nominalmente a ti Venerable Hermano, y deseamos sea comunicado con abundancia a todo tu Pueblo de Dios.
Desde la Sede del Vaticano, día 02 del mes de Febrero, año 2011, sexto de Nuestro Pontificado.
Benedicto XVI.
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