Este viernes, 5 de junio, se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente, que por iniciativa de la ONU, desde 1974 nos insta a proteger nuestro entorno y generar conciencia frente a problemas como la contaminación, el calentamiento global y, desde desde octubre de 2000, el sobregiro ecológico, fenómeno que se registró por primera vez en esa fecha.
El sobregiro ecológico consiste, básicamente, en gastarse en menos de 12 meses los recursos naturales disponibles para un año. ¿Qué implicancias tiene esta situación y qué podemos hacer para ayudar a revertirla?
Para conocer más del tema, conversamos con Rodrigo Poblete Chávez, director del Magíster en Gestión Ambiental de la Universidad Católica del Norte.
«Hace unos días, se dio conocer que desde el 18 de mayo, Chile se encuentra en un sobregiro ecológico, información entregada por el informe anual de la Earth Overshoot Day, haciendo referencia a que el país ha consumido sus reservas ambientales que le permite solventar la huella de contaminantes del país, implicando esto que se están utilizando recursos futuros. Chile lo hizo en esa fecha, unos lo hicieron antes y otros después; sin embargo, nuestro país fue el que primero en hacerlo en Latinoamérica, dato nada positivo».
¿Cómo se llegó a ese informe anual?
«Para realizar este análisis, Global Footprint Network compara la huella ecológica de cada país respecto de su biocapacidad global. Cuando se está en una situación de sobregiro ecológico, lo que tenemos es que se sobrepasado la capacidad de carga del ecosistema y hemos consumido en menos de la mitad del año la productividad del año completo, produciendo un deterioro ambiental, impactando negativamente en gran parte de las especies que conforman el ecosistema».
¿Qué podemos hacer como ciudadanos frente a esta situación?
«Para hacer frente a este problema es necesario que cambiemos nuestros hábitos de consumo, actualmente basados en una economía lineal hacia una economía circular, que es cada vez más necesaria. Esto significa que es imprescindible disminuir el desperdicio de alimentos, compostar los residuos orgánicos, reciclar agua, fomentar el reciclaje y la educación ambiental desde los colegios y en el hogar. También implica contar con mayores exigencias ambientales a las industrias extractivas y generadoras».
Es preferible, prosigue el académico de la UCN, «utilizar empaques que tengan mucho más de un solo uso». En este ese sentido, reconoce que ya se han realizado esfuerzos, como la eliminación de las bolsas plásticas de los supermercados, «pero falta incluir envoltorios en frutas, verduras y eliminar las bolsas de las ferias libres, las cuales terminan muchas veces en los alrededores de las ferias o en el mar».
Usar menos el auto particular y más el transporte público y la bicicleta ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, señala Rodrigo Poblete. Sin embargo, advierte que «para que sea atractivo su uso, este sistema de transporte público debe ser cómodo, confiable y seguro, y no solo en la capital del país sino también en regiones, lo cual en Chile no sucede».
Otra acción que ayudaría a reducir el sobregiro ecológico es «una reducción en el consumo de la carne, ya que permite una menor presión de una industria muy consumidora de recursos naturales y altamente generadora de gases de efecto invernadero, posibilitando una alimentación más consciente con los animales».
Efecto pandemia
Sin desconocer los múltiples efectos negativos de la pandemia del COVID-19, Rodrigo Poblete rescata al mismo tiempo iniciativas surgidas en este mismo contexto. «Se han visto iniciativas de recolección de alimentos desechados por ferias y supermercados, debido a que no presenten el mejor aspecto, siendo aprovechados por personas que no tiene la capacidad de comprarlas. También se han observado actividades de intercambio, trueques y donaciones de alimentos, permitiendo que estos se utilicen de mejor forma, promoviendo un consumo justo y sostenible, observándose un espíritu colaborativo y solidario».
«El desafío ahora es que estas iniciativas puedan mantenerse en el tiempo, cuando volvamos a la normalidad», concluye el académico de la UCN.
Texto: Cecilia Becker
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